Brasil sólo se involucrará en la búsqueda de soluciones para el conflicto en Colombia a pedido de su gobierno y sigue rechazando la injerencia en asuntos de cualquier país, anunció hoy el canciller Luiz Felipe Lampreia.
Por el mismo principio de respeto a la soberanía, el gobierno brasileño tampoco aceptaría dialogar con los grupos guerrilleros colombianos, limitando sus contactos con los gobernantes, precisó Lampreia.
Oliverio Medina, dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), mantiene en Brasilia una representación informal que desde el año pasado busca algún reconocimiento diplomático de la principal fuerza guerrillera de ese país.
El gobierno brasileño no entablará por su iniciativa ningún contacto con la guerrilla, afirmó Lampreia, al responder preguntas de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, en audiencia pública sobre el Mercosur y la cuestión colombiana.
Brasil sigue con interés el esfuerzo del presidente de Colombia, Andrés Pastrana, en favor de la paz en su país y se dispone a ayudarlo, pero sólo en respuesta a un eventual pedido de su gobierno, precisó el canciller.
Lampreia aseguró que la crisis colombiana no representa ninguna amenaza a la seguridad nacional brasileña, pero defendió la asignación de mayores recursos para un mejor control de las fronteras amazónicas del país.
La inversión se realizaría en el proyecto "Zanja Norte", que desde la década pasada procura la ocupación de áreas fronterizas con unidades del ejército, cuyo presupuesto, sin embargo, se hizo insuficiente en los últimos años.
La prioridad del gobierno brasileño pasó al Sistema de Vigilancia Amazónica, un sistema informatizado de radares que permitirá monitorear y multiplicar la información, tanto ambiental como de seguridad y sociales, de toda la región.
El proyecto, impulsado por la Fuerza Aérea, busca principalmente conocer y controlar los numerosos aviones que cruzan el espacio aéreo de la Amazonia brasileña, gran parte dedicada al narcotrfico y otras actividades ilegales.
Las presiones para una acción brasileña en Colombia se intensificaron últimamente, después que Pastrana impulsara el diálogo de paz con la guerrilla.
Varias funcionarios estadounidenses, como la secretaria de Estado Madeleine Albright, sostienen que los problemas colombianos no son sólo nacionales sino regionales, ya que afectan la seguridad de toda América Latina.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo que Brasil tiene un papel "fundamental" que cumplir en la pacificación de Colombia, incluso para impedir "la intervención de una fuerza militar multinacional", en una entrevista publicada este miércoles por el diario brasileño Folha de Sao Paulo.
Reiteró su empeño en buscar la paz en el país vecino y consideró "muy probable" un encuentro suyo con dirigentes guerrilleros colombianos, pero en Venezuela.
"Si el gobierno de mi amigo Pastrana no quiere que vaya a Colombia a dialogar con la guerrilla, no iré. Del mismo modo, si decido recibirla acá (en Caracas), el gobierno colombiano tendrá que aceptarlo", declaró el mandatario venezolano.
Chávez se reunirá con el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, el 4 de septiembre en Santarém, en el norte de Brasil.
Además del liderazgo natural por la importancia geográfica y económica, Brasil fortaleció su imagen mediadora después que Cardoso tuvo un papel decisivo en la firma del acuerdo entre Ecuador y Perú, que puso fin a un conflicto fronterizo que se prolongó durante medio siglo.
Pero la diplomacia brasileña se mantiene rígidamente comprometida con los principios de respeto a la soberanía y autodeterminación, desde que participó en la fuerza militar interamericana, encabezada por Estados Unidos, que invadió República Dominicana en 1965.
El gobierno brasileño fue tranquilizado en cuanto a supuestos planes de intervención en Colombia por Barry McCaffrey, jefe de la Oficina de Política Nacional contra las Drogas de Estados Unidos, quien visitó Brasilia el lunes pasado.
McCaffrey aseguró en Brasilia que Estados Unidos no piensa intervenir en Colombia, sino ampliar la ayuda a ese país, informó Lampreia a los senadores brasileños. (FIN/IPS/mo/ag/ip/99
