ASUNCION – Las 4.000 personas encarceladas en Paraguay están sometidas a condiciones infrahumanas, dice la OEA, una situación que el gobierno espera revertir a partir del 2000 con la plena entrada en vigor del nuevo Código Procesal Penal.
El abogado Luis Alfonso Resck, reconocido internacionalmente por su lucha en favor de los derechos humanos durante la dictadura de Alfredo Stroessner, derrocada en 1989, consideró "categórico" el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA..
Los representantes de la Comisión pudieron comprobar violaciones a los derechos básicos también en la detención de indígenas y campesinos sin tierra y sin techo, mientras "la impunidad, madre de todos los vicios, continúa con buena salud", dijo Resck aludiendo a denuncias de corrupción.
En Paraguay, sólo ocho por ciento de los presos han sido condenados. En el penal de Tacumbú, en Asunción, únicamente 141 entre 1.749 reclusos cuentan con sentencia firme. Los presos en Tacumbú conviven en un espacio que no admitiría más de 500 personas.
Por su parte, el penal de Encarnación, en la frontera con Argentina, alberga a 360 presos en un espacio destinado a 150, lo cual ha llevado que activistas de los derechos humanos lo llamen el "infierno", en declaraciones al diario La Nación, —-