/BOLETIN-DD HH/ CHINA-TAIWAN: Beijing alienta patriotismo y reprime disentimiento

La fuerte reacción de China ante las declaraciones "independentistas" del presidente de Taiwan no es más que un intento de alentar el nacionalismo en tiempos de presión interna, opinaron críticos.

"Al publicitar la crisis de Taiwan, el gobierno sólo trata de desviar la atención de los chinos y del mundo de otra crisis, creada por la prohibición de la secta religiosa Falun Gong" y la represión de disidentes políticos, acusó el activista Zhu Qing.

La "madre patria" es para muchos chinos un concepto emocional basado en el objetivo de la reunificación del continente con Hong Kong en 1997, con Macao este año y, algún día, con Taiwan.

Por este motivo proliferan las condenas en Beijing a las declaraciones el mes pasado del presidente de Taiwan, Lee Teng Hui, sobre que las relaciones entre el continente y la isla deberían realizarse "de estado a estado".

Estas declaraciones, interpretadas como un nuevo paso de Taiwan hacia la independencia, provocaron la última ola de tensión a través del estrecho, dado que Beijing considera a Taiwan como una "provincia renegada" y procura su reintegración a la República Popular China.

"Lee Teng Hui traiciona a la madre patria porque quiere dividirla", opinó Liu Su Fing, un trabajador de la provincia de Henan.

"Taiwan debe reintegrarse a China a cualquier costo", agregó Zhang Dao Fang, un vendedor de verduras de la capital.

Liu sostiene que conoce muy bien la "traición" de Lee porque todos los días ve la televisión, que en las últimas semanas se ha concentrado en el tema de Taiwan y en los excesos de la secta religiosa Falun Gong, prohibida en julio.

Con la derrota de las fuerzas nacionalistas del Kuomintang en 1949 y el triunfo de las fuerzas comunistas, "la República de China se transformó en apenas un nombre, mientras la República Popular pasó a representar a toda China, incluida Taiwan", subrayan los medios de prensa estatales.

Agregan que el presidente taiwanés violó compromisos previos tendentes a la reunificación de la isla con el continente chino.

"La flagrante redefinición de las relaciones a través del estrecho como 'de estado a estado' por Lee Teng Hui expuso su intención política de dividir el territorio y la soberanía chinas", acusó un portavoz de la oficina en Taiwan del Comité Central del Partido Comunista Chino.

La televisión china también aprovechó la oposición a las declaraciones de Lee dentro de Taiwan, exhibiendo hasta el cansancio el video de una manifestación de unos 2.000 taiwaneses que marcharon por las calles pidiendo al presidente que se retractara.

La tensión generada por las declaraciones de Lee, suavizadas por posteriores pronunciamientos oficiales, llevaron a China a amenazar con el uso de la fuerza para impedir la independencia de Taiwan.

Más allá del usual enojo de Beijing, preocupan especialmente los cientos de vuelos de aviones de combate de ambas partes a través del estrecho de Taiwan.

En otra medida destinada a destacar su poder militar, China anunció el día 2 que había probado un misil de largo alcance.

Sin embargo, en medio de esta escalada de tensión, muchos críticos opinan que se trata de más ruido que otra cosa y que Beijing reacciona con fuerza ante la declaración de Lee principalmente para alentar el patriotismo en tiempos de presión interna.

Activistas internacionales por la democracia aumentaron su presión sobre el gobierno tras la proscripción en julio de la secta Falun Gong, con varios millones de adeptos.

Beijing arguyó que se trataba de una "amenaza a la estabilidad social", pero los críticos sostienen que la represión se debió a la inseguridad del gobierno por la existencia de un grupo incondicionalmente fiel a otra organización que no sea el Partido Comunista.

El gobierno también incrementó su represión de los disidentes políticos. A principios de este mes, la justicia impuso largas penas de prisión a cuatro personas, al menos, por su papel en la organización del proscripto Partido Democrático de China.

Unos 200 miembros de este partido fueron detenidos en los últimos cuatro meses, en lo que fue interpretado como parte de una campaña para reprimir el disentimiento en vísperas del 50 aniversario de la fundación de la República Popular, el próximo 1 de octubre.

Algunos académicos también restaron importancia a la dura retórica de China sobre Taiwan pese a los temores sobre un posible uso de la fuerza.

Además, una solución militar no sería recomendable porque las fuerzas de tierra no están en una posición adecuada, opinó Zhao Cheng, de la academia militar de China.

"Las fuerzas de tierras china siguen básicamente igual que en los años 70, con demasiados hombres y pocos equipos modernos", afirmó.

Teniendo en cuenta que Taiwan cuenta con más de 300.000 efectivos y más de un millón de hombres en reserva, además de equipos más avanzados, la vía militar no sería la elección correcta, explicó Zhao.

Por otra parte está la relación económica que une a China y Taiwan, y que sería afectada por un conflicto declarado. Habitantes de China continental temen que tal posibilidad afecte sus propios negocios.

"China sólo desea sacar dinero de Taiwan, pero sin dar nada a cambio", opinó Wang Fu Cheng, un joven comerciante del distrito de Haidian, de Beijing, que realiza negocios con Taiwan. "China es pobre y Taiwan es rica", agregó. (FIN/IPS/tra-en/pa-js/js/mlm/ip-hd/99

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