/BOLETIN-AMBIENTE/ ECUADOR: Contaminación de petróleo mata cultivos y ganado

Esta comunidad de Ecuador, como muchas en la cuenca del Amazonas, existe gracias a los caminos que abrieron las compañías petroleras, pero también sufre la contaminación por la producción de crudo.

En esta pequeña zona rural que hace apenas 20 años fue una pristina selva tropical, César Angamarca señaló un arroyo con un fuerte olor a petróleo.

"Ahora, nuestros caballos y vacas, si no están muertos, están muy flacos. Nuestros cultivos son débiles y menores y la gente tiene enfermedades raras", dijo Angamarca, un campesino de Flor de Manduro, comunidad situada a nueve kilómetros de la población petrolera de Coca.

"Necesitamos que se analice esto para determinar si está relacionado con la contaminación de petróleo", añadió.

La contaminación que provoca la compañía petrolera estadounidense Oryx, recientemente anexada a otra empresa similar, Kerr McGee, dificulta la agricultura y la cría de ganado, según Angamarca.

Desde 1990, Oryx, a través de su subsidiaria Compañía Ecuatoriana de Energía Oryx, ha estado explorando y bombeando el crudo en la región conocida como bloque petrolero 7, en plena selva de la provincia amazónica de Napo.

El crudo y las aguas residuales de su producción, con sustancias químicas cancerígenas, del yacimiento Gacela, en el bloque 7, se filtraron a ríos y arroyos, de los cuales Flor de Manduro depende para abastecerse de agua potable.

"La gente viene con problemas en la piel y males estomacales", apuntó Gabriel Cevallos, otro granjero del área, quien trabaja con un veterinario para documentar las muertes y enfermedades de vacas, pollos y caballos.

Cevallos dijo que cuando los campesinos se quejaron a Oryx, la compañía dijo que iba a realizar un estudio de salud pública.

"Pero hasta ahora no vi nada", aseguró Cevallos, quien observa con atención una demanda judicial planteada por ciudadanos ecuatorianos contra la compañía petrolera Texaco en Nueva York, por contaminar la selva tropical.

"Si el caso contra Texaco tiene éxito, podríamos tratar de hacer algo similar contra Oryx", expresó.

Rick Buterbaugh, de Kerr McGee, dijo a IPS que las declaraciones sobre la situación en Flor de Manduro deben proceder del gobierno ecuatoriano. "Estamos cooperando con ellos, y están más capacitados para hablar acerca de lo que ocurre", acotó.

En febrero, el ministerio de Energía y Minas realizó una inspección ambiental en el bloque 7 y concluyó que las áreas contaminadas lo están "dentro de los límites aceptables" de zonas con agua de producción industrial o donde se extrae crudo.

"En la zona donde está ubicada Flor de Manduro, la compañía Oryx no desarrolló actividades que causan contaminación", dictaminó un informe del ministerio. No obstante, Alejandra Almeida, una científica de Acción Ecológica, un grupo ambientalista con sede en Quito, no está de acuerdo.

"Las muestras de agua fueron tomadas (por inspectores del ministerio) de ríos y arroyos y no directamente de las aguas servidas para ser comparadas con niveles de agua pura y no de agua residual de industrias", indicó a IPS.

Tras las quejas formales de la comunidad, respaldadas por las autoridades locales y Acción Ecológica, la compañía inició hace dos meses un programa de limpieza que incluye la purificación de ríos y arroyos de vertidos de crudo.

Muchos miembros de la comunidad, sin embargo, sostienen que la contaminación persiste. "El agua de pozo en la escuela tiene sabor a diesel", aseguró Angamarca. "¿Si es tan limpia como dicen, por qué los empleados de la compañía traen su propia agua embotellada?".

Almeida dijo que muchas de las enfermedades aparecidas en Flor de Manduro son típicas de las que se encuentran en zonas contaminadas por petróleo.

Los hidrocarburos poliaromáticos, como el benceno, son las sustancias más tóxicas encontradas en el petróleo, y causan cáncer, irritación de la piel y malformaciones en los recién nacidos, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.

"La gente que come pescado contaminado o de alguna manera entra en contacto con esos compuestos (químicos) corre el riesgo de contraer cáncer", advirtió Almeida.

El crudo también contiene metales pesados como mercurio, arsénico y plomo que significan graves peligros para la salud, incluso daño neurológico y hepático.

El año pasado la comunidad pidió a la compañía que cesara sus operaciones en el yacimiento petrolero Gacela y no siga con sus planes de explotar crudo en otra área amazónica al sur del bloque 7.

"Aquí no se trata solamente de la contaminacion en Flor de Manduro. Todos estos residuos eventualmente derivan al río Napo, que corre dentro de la selva y se une al río Amazonas", explicó Angamarca. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/ego/aq/en/99

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