ASIA: En busca de las raíces de la crisis financiera

Dos años después de la crisis que sacudió a Asia y repercutió en los mercados financieros internacionales, continúa el debate sobre los motivos exactos de la debacle y las medidas que debieron adoptarse para prevenirla.

Economistas, sociólogos y líderes políticos reunidos en Bangkok identificaron la reforma agraria, el desarrollo de recursos humanos y el control del flujo mundial de capitales como lecciones clave de la crisis para el futuro.

"El desafío consiste en extraer las lecciones correctas de los errores del pasado, para que el terrible dolor de la crisis pueda ser el punto de partida para los cambios necesarios", destacó Anand Panyarachun, ex primer ministro de Tailandia, en la sesión inaugural de la conferencia, la semana pasada.

Titulada "De vuelta a las bases", la conferencia organizada por el grupo tailandés Nation Multimedia procuró una nueva mirada a los temas fundamentales de la tierra, el trabajo y el capital en el contexto de la crisis asiática.

Sin embargo, advirtió Anand, no es simple determinar con exactitud los cambios necesarios ni cómo implementarlos.

"Una actitud defensiva, intereses creados, datos incompletos o discutibles y maniobras para lograr ventajas económicas futuras contribuyen a empañar el debate intelectual, que podría aclarar el camino", señaló.

La mayoría de los participantes indicaron la necesidad de un cambio fundamental de políticas, tal como lo predijo el ex primer ministro tailandés, aunque algunos consideraron que no se precisan cambios radicales.

"A pesar de la crisis, Asia oriental sigue siendo el mejor modelo de desarrollo. En el futuro, sus países deberán basarse en la fortaleza del pasado que condujo al milagro, y al mismo tiempo atacar las debilidades", declaró Joseph Stiglitz, economista jefe del Banco Mundial.

Entre los logros de las economías de la región citados por Stiglitz se encuentran décadas de alto crecimiento y una reducción significativa de la pobreza.

No sorprendió que entre quienes concordaron con Stiglitz se encontraran el primer ministro tailandés Chuan Leekpai y su ministro de Finanzas, Tarrin Nimmanahaeminda. Ambos afirmaron que Tailandia se encuentra en el camino hacia la recuperación sin necesidad de hacer una gran revisión de sus políticas.

"No precisamos volver a las bases, sino seguir adelante con algunos ajustes", sostuvo Chuan, en aparente contradicción con el objetivo mismo de la conferencia.

Tanto para gobiernos de la región como para instituciones financieras multilaterales, hablar de "cambios fundamentales" suena como un ataque a su actuación, señalaron observadores.

El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) fueron acusados de conducir ciegamente a la región a la crisis, que tuvo devastadoras consecuencias sociales.

La opinión de Leekpai fue contrariada por el ex ministro de Finanzas tailandés Birabhongsa Ramangkura, un reconocido economista, quien pronosticó que cualquier recuperación será larga y dolorosa porque nadie tiene la clave para resolver la gran acumulación de deuda externa de los países afectados.

La crisis monetaria se transformó en una crisis de la economía real, dado que casi 50 por ciento de la capacidad industrial de Tailandia está ociosa debido a la recesión, señaló Ramangkura.

Entre los que promovieron cambios a largo plazo estuvo James Putzel, sociólogo de la Escuela de Economía de Londres, quien promovió una reforma agraria estatal en el sudeste asiático similar a la realizada en Japón y Corea del Sur luego de la segunda guerra mundial.

La salud general de la mayoría de las economías asiáticas seguirá determinada por sus sectores rurales, sostuvo Putzel, y subrayó la importancia de "programas de desarrollo que promuevan la auto-organización y educación de los habitantes rurales".

Una amenaza inmediata al sector rural es la liberalización de comercio agrícola, que Occidente pretende imponer a Asia mediante negociaciones en la Organización Mundial del Comercio, advirtió Kamal Malhotra, de la organización no gubernamental Focus on the Global South, de Bangkok.

Una apertura prematura devastaría a los pequeños agricultores del continente y sólo beneficiaría al sector agrícola de Europa y América del Norte, altamente subsidiado, previno Malhotra.

El desarrollo de recursos humanos fue un área clave identificada por los expertos para la mejora de la economía a largo plazo. Además de la alfabetización, señalaron la necesidad de difusión de información y preparación tecnológica de la fuerza de trabajo.

En cuanto al capital, varios participantes promovieron el uso de alguna forma de control para impedir que movimientos especulativos de fondos a corto plazo perjudiquen a los países en desarrollo.

Clark Anderson, del fondo estadounidense de inversión Goldman, Sachs and Co., advirtió a Tailandia contra la "aplicación ciega del pensamiento de libre mercado" y atribuyó la crisis asiática al gasto excesivo del sector privado y a conductas erróneas de los bancos.

"Una lección final del desastre de los últimos dos años es que la premisa de muchos actores del mercado financiero está fundamentalmente equivocada", señaló Anderson, y afirmó que no existe tal cosa como el "sistema capitalista global".

Lo que existe, dijo, es una serie de sistemas capitalistas nacionales, cada uno con un carácter individual.

Entre las sugerencias realizadas para contrarrestar el flujo de capitales a corto plazo figuró el establecimiento de un Fondo Monetario Asiático para rescatar a las economías de la región antes de que entren en etapa de crisis.

Una propuesta similar realizada por Japón hace dos años fue rechazada por Estados Unidos y el FMI, que según los críticos perdió influencia en la región.

La crisis financiera marcó un punto de inflexión en la historia de Asia, sostuvo Takashi Shiraishi, del Centro de Estudios del Sudeste Asiático de la Universidad de Kioto, Japón.

Esto se debe a que la región puede escoger ahora entre los intereses de Japón y de Estados Unidos en el continente asiático, señaló Shiraishi.

"Mientras Japón dinamizó la economía asiática con sus inversiones directas, medidas de apertura de los mercados y ayuda gobernamental, Estados Unidos la acosó con sus inversiones a corto plazo", afirmó el académico.

Ahora, agregó, cada país de la región debe negociar con esos dos intereses en conflicto y determinar su propio rumbo económico. (FIN/IPS/tra-en/ss/js/mlm/dv-if/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe