Cada vez más empresas de países en desarrollo establecen asociaciones con firmas extranjeras y programas sobre tecnología de la información para asegurarse una participación en la carrera mundial del conocimiento.
Por ejemplo, "México comenzó rápidamente a adoptar nuevas tecnologías en todos los aspectos de la vida cotidiana", destacó Jorge Alsina, profesor de la Universidad Metropolitana de México.
"También lo hacen Argentina, Chile y Brasil, que tienen economías muy activas. Pero lo que nuestros gobiernos precisan es invertir más en el área de la investigación", opinó Alsina, decano de la Facultad de Educación y Comunicación.
Países como México "se dirigen hacia una economía que requerirá mucha mano de obra orientada a la tecnología. El desafío consistirá en distribuir los beneficios resultantes entre la mayoría", subrayó.
Son cada vez más las empresas tecnológicas del Norte industrial que migran hacia el Sur atraídas por el bajo costo de la mano de obra, la disponibilidad de recursos naturales y el acceso estratégico a los mercados.
México, al igual que muchas otras economías en transición, estableció un cinturón industrial tecnológico de "maquiladoras", sobre la frontera con Estados Unidos, donde unas 2.000 empresas de industria ligera arman de todo, desde vehículos a motor hasta radios y computadoras.
La región es sólo una de 230 zonas francas de procesamiento de exportaciones en más de 70 países, que en conjunto emplean a más de 44 millones de personas.
Como se fabrican en el país, las computadoras son relativamente más baratas en México que en muchas otras naciones en desarrollo, aunque continúan en manos de una minoría rica y educada. Sin embargo, esta minoría crece diariamente.
"Hace seis o siete años, casi nadie conocía la Internet en esta universidad, pero ahora es un instrumento sin el cual un académico no puede realizar su actividad", recordó Alsina.
Los países en desarrollo son conscientes de que la tecnología de la información es un instrumento vital en la planificación y adopción de decisiones.
Brasil, por ejemplo, utiliza un sistema de información especialmente diseñado para determinar su posición monetaria por la noche, y el Ministerio de Finanzas de Egipto administra toda su deuda con programas desarrollados localmente.
El último Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) destaca que la atracción de industrias tecnológicas es una forma de que las economías pequeñas capturen un mercado creciente y se vuelvan mundialmente competitivas.
El informe destaca el ejemplo de los países del Caribe oriental, que hace algunos años aprovecharon la oportunidad de atraer empresas de Estados Unidos utilizando mano de obra barata y semiespecializada para desarrollar una industria de procesamiento de datos.
El ingreso de datos en 1994 costaba aproximadamente ocho dólares la hora en Estados Unidos, frente a 1,5 dólares en Domínica, Granada o Santa Lucía.
"Al crear una capacidad básica para operar tecnología importada, los países pueden progresar aprendiendo a duplicar, adaptar a sus propias necesidades y finalmente a innovar", destaca el informe del PNUD.
"Es por eso que las naciones en desarrollo precisan introducirse en la tecnología de las comunicaciones digitales de bajo costo para ser competitivas en el mercado mundial", agrega.
Don Heath, presidente de la Sociedad de la Internet, señaló que "se precisa un grupo de trabajadores especializados en informática y un ambiente político que ofrezca apoyo".
La Sociedad de la Internet es una organización internacional para la coordinación y la cooperación mundial sobre la red de redes de computadoras.
Fue fundada en 1992 como respuesta a la reconocida necesidad mundial de una organización internacional no gubernamental que ayudara a apoyar la expansión y regulación mundial de la Internet.
"Al aumentar la visibilidad mundial de los temas que afectan el crecimiento en los países en desarrollo, esperamos estimular la inversión de talentos y recursos financieros para la expansión de la Internet en esos países", manifestó Heath.
Los países menos conectados del mundo son precisamente los más pobres: Angola, Burkina Faso, Camerún, Chad, República Democrática de Congo, Ghana, Lesotho y Sudán en Africa, y Afganistán, Bangladesh, Birmania, Camboya y Nepal en Asia.
Haití está al final de la lista en la región de América Latina y el Caribe, y Papúa-Nueva Guinea en el Pacífico.
Grupos ecologistas advirtieron que, en su afán por atraer inversión extranjera en el área de la informática, las naciones en desarrollo deben estar conscientes de los riesgos.
Un estudio del World Watch Institute sobre 22 firmas de alta tecnología con sede en Silicon Valley, Estados Unidos, reveló que más de la mitad de sus operaciones de fabricación y armado -en las que se manejan ácidos, solventes y gases tóxicos- se realizan en países en desarrollo.
"La relajación de las normas ambientales parece haber sido el factor que motivó a esas compañías a establecerse en México según el Tratado de Libre Comercio de América del Norte", señaló el Instituto.
Sin embargo, agregó, la inversión extranjera ofrece grandes oportunidades a los países en desarrollo, entre ellas el acceso a tecnologías de punta. (FIN/IPS/tra-en/dc/gm/mk/mlm/dv-sc/99