/REPETICION CORREGIDA/ AMERICA: Calendario maya, en lugar del gregoriano

Un movimiento internacional planteará al papa Juan Pablo II y al secretario general de Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, el uso en el mundo del calendario maya en lugar del gregoriano.

El llamado Movimiento Mundial de Paz y Cambio al Calendario de Trece Lunas promueve la adopción en el mundo del tzolkin maya, un calendario de 13 meses de 28 días.

El Movimiento, radicado en Oregon, Estados Unidos, organizó en junio en la Universidad para la Paz de Costa Rica una reunión a la que asistieron 200 representantes internacionales, que respaldaron el cambio de calendario.

En ella participaron y apoyaron la iniciativa, entre otros, el físico cuántico Mark Comings, Alfredo Sfeir-Younis, del Banco Mundial, el físico ruso Vladislav Lugovenko, del Institute of Terrestrial Magnetisme Ionosphire, y Valmir Gentil, presidente del Movimiento Mundial de la No Violencia.

Los impulsores pretenden, según explicaron, que el nuevo milenio comience con un calendario que no esté basado en el error, respete los ciclos de la naturaleza, vaya de la mano con la biología humana y le permita al mundo una mayor armonía con el tiempo.

La idea del Movimiento Mundial de Paz y Cambio al Calendario de Trece Lunas, encabezado por el físico estadounidense José Argüelles, es, entonces, dejar de utilizar el calendario que instauró el papa Gregorio XIII en 1582.

"El problema del calendario vigente es que tiene una mala distribución de los días, pues cada año la Luna rota 13 veces alrededor de la Tierra y, por lo tanto, deberían haber trece meses", explicó a IPS Alonso Urrea, portavoz latinoamericano del movimiento.

De ahí, que la actual medición del tiempo sea irregular y poco acertada, pues se le "recorta un mes" al año, con lo cual se provoca un desorden permanente, sostiene Urrea.

También señalan que ciclos biológicos como la menstruación de las mujeres se da 13 veces al año, en coincidencia con el calendario maya de 13 lunas, que es considerado uno de los más precisos hasta ahora elaborados.

"Si los 12 meses del calendario gregoriano se redujeran a 28 días, con los días restantes se podría formar un decimotercer mes, lo que sumarían 364 días y solo faltaría un día para completar el año", señaló el portavoz en Costa Rica.

El día restante sería llamado "fuera del tiempo", y coincidiría con el 25 de julio de este año en el calendario gregoriano en vigor.

"Por eso vamos a entregar la propuesta al Papa y a Annan antes de esa fecha, como acto simbólico previo al comienzo del año nuevo del tzolkin", dijo Urrea.

En el nuevo calendario los días de la semana siguen siendo siete y conservan sus nombres actuales.

En cambio varía la denominación de los meses, todos los cuales llevan el prefijo "luna". Por ejemplo, el primer mes del año se llama "Luna Magnética", el segundo "Luna Lunar", el tercero "Luna Eléctrica" y así sucesivamente, con nombres escogidos con un fuerte misticismo planetario.

Aunque muchos países se mostraron reacios en adoptar el calendario gregoriano desde su instauración en 1582, poco a poco su influencia fue creciendo en el mundo.

Con anterioridad a la propuesta del calendario maya hubo otros esfuerzos por cambiar el llamado gregoriano en distintos lugares del mundo.

En 1793, después de la Revolución Francesa, se impone en ese país el llamado calendario republicano, que solo llegó a regir 10 años.

El filósofo Augusto Compte fue en el siglo XIX uno de los más conocidos impulsores de una reforma a la medición del tiempo, al abogar sin éxito por un llamado calendario positivista de 13 meses con 28 días cada uno, basado en el que usaban los polinesios de Tahití.

En el siglo XX también hubo iniciativas en ese sentido. En 1931, 111 delegados de 42 países de la Liga de las Naciones votaron a favor de un cambio a un calendario de 13 lunas.

Pero en ese momento el proyecto tropezó con la oposición del Vaticano y de algunos medios de prensa.

Ahora, los representantes de este movimiento de cambio indican que si en un futuro cercano llegara a adoptarse mundialmente el Calendario de la Paz, como es llamado por ellos el tzolkin maya, traería muchos beneficios.

"Habría un mayor orden y hasta el el campo laboral sería mejor, pues se le pagaría a los trabajadores 13 sueldos al año", añade Urrea.

Los defensores del proyecto arguyen también que al estar más en concordancia con los ciclos de la naturaleza se fomentaría una mayor armonía espiritual.

Urrea destaca que los miembros del Movimiento de Paz y Cambio al Calendario de Trece Lunas son optimistas y esperan confiados la reacción del Vaticano y de la Organización de las Naciones Unidas. (IPS/FIN/nms/dm/sc/99

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