MEXICO: Combate a la pobreza postergada por gastos coyunturales

El gobierno de México gasta millones de dólares en rescatar a bancos, pagar deudas y contratar auditores, abogados y promotores de imagen en el exterior, pero para el combate a la pobreza destina un monto mucho menor, con planes a largo plazo y sin claro impacto.

En los últimos tres años, México desembolsó más de 81.000 millones de dólares sólo para salvar a los bancos, quebrados por la crisis estallada a fines de 1994 y el mal manejo administrativo, según una auditoría internacional que costó más de un millón de dólares.

La auditoría, cuyos resultados parciales se presentaron el día 7, será pagada por la población vía impuestos, al igual que el rescate, cuyo monto representa el doble de lo destinado anualmente por el gobierno a su principal programa de lucha contra la pobreza.

La importancia del rescate radica en que evitó una crisis financiera mayor, defendió a los ahorristas, logró estabilidad económica y superó una coyuntura que habría provocado la fuga de los inversionistas y, a la larga, un aumento de la pobreza, dijeron portavoces del Ministerio de Hacienda.

El presidente Ernesto Zedillo, con un discurso que repite el de sus antecesores y de otros mandatarios latinoamericanos, sostiene que para combatir la pobreza se requiere primero lograr estabilidad económica y atender los problemas urgentes.

Mientras tanto, se aplican programas con el objetivo de aliviar, disminuir o compensar las injusticias sociales, afirmó.

Un estudio del investigador Julio Botlvinik, del prestigioso Colegio de México, indica que 58 por ciento de la población se encontraba en situación de pobreza en los años 70, mientras hoy llega a más 70 por ciento.

Los programas de corte asistencialista que se aplican desde hace más de 20 años no han solucionado casi nada, pues siempre resultan postergados por situaciones coyunturales urgentes, opinó el experto.

En junio, el gobierno elevó el costo de la deuda externa de 161.315 millones a 165.315 millones de dólares, pues consideró impresindible obtener nuevos préstamos para pagar los viejos y así ganar la confianza de los inversionistas y evitar una crisis cuando termine la gestión de Zedillo, en diciembre del 2000.

Desde la década del 70, siempre que finalizó un gobierno en México hubo crisis con devaluación, problemas para pagar deudas y caída en los salarios y el empleo.

A principios de este mes, el gobierno contrató a abogados de Estados Unidos, cuyos honorarios ascienden a 400 dólares la hora, para que lo defendiera de una acusación de comercio desleal en la venta de petróleo, presentada en ese país por pequeños productores.

Otro gasto considerado necesario por el gobierno fueron los alrededor de 26 millones de dólares pagados entre 1995 y 1997 a expertos en relaciones públicas, abogados y consultores estadounidenses para apoyar sus gestiones y mejorar la imagen de México en Estados Unidos, su primer socio comercial.

Si la estabilidad económica perdura, la pobreza que "lastima a los mexicanos" será superada, según Zedillo, tras descalificar a los que afirman que los problemas sociales actuales son producto del modelo económico de apertura y liberalización comercial y que debería posponerse el pago de la deuda.

La pobreza es producto del estatismo, la corrupción y otros factores del pasado, no del libre mercado, asegura el mandatario.

Desde 1997 el gobierno desarrolla el Programa Nacional de Educación, Salud y Alimentación (Progresa), destinado a la asistencia de los sectores más pobres de la población.

Según cifras oficiales, el gasto en desarrollo social y combate a la pobreza, entre ellos el Progresa, representa hoy menos de 10 por ciento del producto interno bruto anual, mientras sólo el costo del rescate bancario insume 20 por ciento.

Expertos advierten que México, uno de los países de América Latina con mayor pobreza y concentración del ingreso, deberá mantener un crecimiento económico anual de dos por ciento entre 40 y 60 años para poder superar sus rezagos sociales. Entre 1981 y 1998, creció en promedio 2,4 por ciento anual.

Con 96 millones de habitantes, México tiene hoy a más de la mitad de su población bajo la línea de la pobreza y una cuarta parte en situación de miseria.

México y Venezuela son los únicos países de América Latina donde la pobreza aumentó en esta década, indica el último informe regional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

No obstante, en la lista de los hombres más ricos del mundo que publica anualmente la revista Forbes, de Estados Unidos, suelen aparecer mexicanos en lugar destacado. En la última edición, en junio, aparecen siete empresarios de este país.

Las estadísticas oficiales señalan que de cada 100 pesos que circulan en el país, 55 pertenecen a 20 por ciento de las familias, mientras los restantes 45 se distribuyen entre el 80 por ciento. (FIN/IPS/dc/ag/dv-if/99

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