El presidente del estatal Ente Nacional de Hidrocarburos (ENI) de Italia, Renato Ruggiero, calificó hoy de "histórico" un acuerdo con Libia para la extracción y transporte de gas por un conducto que unirá las costas de los dos países.
El combustible llegará a Italia a través de un gasoducto submarino de 600 kilómetros, que demandará una inversión de 5.500 millones de dólares, el más grande acuerdo económico de occidente con ese país norafricano.
El convenio supera incluso el intercambio comercial entre ambas naciones, que alcanzó en 1998 a 4.000 millones de dólares, de los cuales 1.000 millones correspondieron a las exportaciones italianas y 3.000 millones a las libias.
Por el conducto, que unirá las costas de la isla de Sicilia, en el sur de Italia, con las de Libia, pasarán anualmente 10.000 millones de metros cúbicos de gas natural.
El gas será extraído de una zona ubicada a 110 kilómetros al norte de Trípoli, con una plataforma de perforación fija que tendrá una profundidad de 180 metros.
Ruggiero declaró que el acuerdo es fruto de la política de gran apertura que Italia ha tenido siempre hacia los llamados "países difíciles".
Se trata de un acuerdo "europeo", en "el sentido que nosotros podremos servir de puente entre Trípoli y la Unión Europea" (UE).
El intercambio entre Libia y la UE en 1998 alcanzó a 11.000 millones de dólares, de los cuales 3.000 millones correspondieron a las exportaciones europeas y 8.000 millones a las compras.
El comercio de Libia con el resto del mundo fue en ese mismo lapso de sólo 1.200 millones de dólares, lo cual pauta la importancia de la Unión Europea para Libia.
Ruggiero subrayó la importancia del acuerdo "después del gradual deshielo con la Libia, que culminó con la entrega de los dos presuntos autores del atentado" que provocó la explosión de un avión de la compañía Pan Am cuando volaba sobre Lockerbie, en Escocia, en 1988, que causó la muerte de 270 personas.
Libia consignó en febrero a una corte escocesa que tiene su base en Holanda a dos agentes de este país acusados por Estados Unidos y Gran Bretaña de ser los autores de ese atentado.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) revocaron entonces las sanciones económicas internacionales impuestas a Libia en 1992.
Ruggiero, quien fuera director general de la Organización Mundial de Comercio hasta hace dos meses, dijo que el acuerdo con Libia "me da la sensación de una continuidad ideal con mi anterior trabajo, porque petróleo y gas relacionan más que ningún otro sector económico a países en desarrollo con los industrializados".
"Los gasoductos son como una especie de cordón umbilical entre dos países", agregó.
La idea del proyecto con la Libia había nacido a inicios de los años 90, pero se había bloqueado debido a las sanciones acordadas en su contra por la ONU, dijo.
Ruggiero afirmó que el acuerdo abre un nuevo capítulo en la historia de ese país con el resto del mundo.
El proyecto ítalo libio, cuyo estudio se inició en 1996, comenzará a ser operativo a fines del 2003.
"Podremos cubrir la demanda de Italia y exportar hacia otros países, como Grecia, Albania y Croacia y más adelante a Serbia y en general a la región de los Balcanes", manifestó. (FIN/IPS/jp/dm/if/99)