Los habitantes de Nga Tsin Wai, el último pueblo tradicional chino de la zona de Kowloon, intentan evitar que una compañía constructora de Hong Kong derribe las edificaciones para construir complejos habitacionales.
Nga Tsin Wai tiene 850 años de existencia, y alberga un templo taoísta muy importante. Los activistas sostienen que la empresa constructora Cheung Kong Holdings debería rever su proyecto de demoler el pueblo y pensar en la posibilidad de ayudar a sus habitantes a restaurar las edificaciones históricos.
"Es importante preservar este pueblo para mostrarle a nuestros niños lo que había aquí antes de la llegada de los británicos", declaró Patrick Hase, un historiador británico que vive en Nga Tsin Wai.
La batalla de los habitantes de Nga Tsin Wai resulta conocida a los activistas de Asia que lucharon para evitar que las empresas constructoras derribaran varios poblados tradicionales durante la última década, cuando un crecimiento económico de frágiles bases se acompañó del auge de la construcción.
Tras la crisis de ese modelo económico, ha crecido la noción de que una de las riquezas de los pueblos es el patrimonio histórico que se transmite de generación en generación.
Hace cinco años, la Comisión Asesora sobre Antigüedades de (AAB, por su sigla en inglés) de Hong Kong rechazó un pedido para que se declarara patrimonio histórico a la zona de Nga Tsin Wai.
Pero eso fue en la época del auge de la construcción. Ahora, el profesor David Lung Ping-Yee, presidente de la AAB, quiere que esa solicitud vuelva a discutirse, a pesar de que Cheung Hong Holdings está lista para iniciar las demoliciones.
La firma, que es la mayor constructora de Hong Kong, destruye propiedades en el pueblo desde 1982, y ahora es dueña de 60 por ciento de los terrenos.
Sin embargo, los activistas sostienen que aún no es demasiado tarde para que la empresa y el gobierno reconsideren sus planes de derribar el pueblo, e iniciaron una campaña para salvar a Nga Tsin Wai.
La Autoridad de Turismo de Hong Kong se interesó en el asunto y quiere incluir a Nga Tsin Wai en su programa de "turismo por sitios del patrimonio histórico".
La campaña recibió el apoyo del principal diario editado en inglés, el South China Morning Post, que publicó dos notas editoriales y una extensa cobertura informativa sobre el poblado tradicional.
El diario publicó declaraciones de Ng Kau, el más anciano del pueblo, quien afirmó: "No venderé mi tierra. Mis ancestros vivieron aquí y yo lo he hecho durante mi vida. No quiero mudarme".
Los activistas afirmaron que el peligro que enfrenta Nga Tsin Wai en la actualidad es el más grave de su larga historia, cuyos orígenes se remontan por lo menos a 1277, cuando el clan Chan se instaló en la zona.
Los habitantes de Nga Tsin Wai construyeron una muralla alrededor del pueblo en el siglo XVI, para impedir la entrada a los bandidos que asaltaban los pueblos cercanos. Aún quedan fragmentos de esa construcción.
Más adelante, Nga Tsin Wai se convirtió en el centro de una alianza entre pueblos llamada la "Liga de los Siete", cuyo objetivo era defender a todo la zona de Kowloon de los maleantes.
Además, el pueblo es particularmente importante para los taoístas porque allí se encuentra el templo Tin Hau, fundado en 1354.
Nga Tsin Wai suele ser la sede de ceremonias religiosas tradicionales y festivales como el "Dajiao", cuya función es limpiar la zona de "espectros hambrientos" y otras fuerzas espirituales peligrosas.
Esas ceremonias se llevan a cabo cada diez años. La última se realizó en 1996, y ahora muchos pobladores temen que no haya otra.
Algunos observadores señalaron que desde que se creó la AAB, en 1976, sólo 70 de los 7.000 sitios históricos que se estima que existen en Hong Kong fueron declarados patrimonio cultural.
El propio Lung admitió que se carece de recursos para preservar el patrimonio histórico, y afirmó que desearía que el gobierno no "enviara todos los terrenos a remate".
Las autoridades "deberían brindar directivas exhaustivas sobre la protección de nuestra cultura y el patrimonio histórico, que se respetaran cuando se intenta desarrollar la ciudad", agregó.
Algunos activistas tiene esperanzas en los planes de la Autoridad de Turismo que buscan convertir al pueblo en una atracción turística y construir un albergue para fomentar la visita de jóvenes con escasos recursos.
La idea de construir un albergue surgió para contrarrestar el inconveniente de que Nga Tsin Wai no se encuentra en un lugar cercano a los circuitos turísticos habituales.
Según un historiador de la zona, la última vez que se intentó demoler el pueblo fue durante la ocupación japonesa, en la Segunda Guerra Mundial, pero la misión fracasó.
Una versión de lo ocurrido entonces es que un general japonés llegó al sitio con la orden de demoler todas las construcciones, pero se sintió muy humillado porque resbaló, cayendo a tierra, y se fue sin volver jamás.
Los pobladores prefieren creer que la salvación de Nga Tsin Wai no se debió a un mero accidente, sino a la intervención de una indignada diosa del templo, que provocó la caída del militar. (FIN/IPS/tra-en/ks/cb/ceb/mp/dv cr/99