La Cámara de Representantes de Estados Unidos concedió hoy una victoria al presidente Bill Clinton y a compañías trasnacionales de este país al aprobar un proyecto de ley de fomento del comercio y la inversión estadounidenses en Africa subsahariana.
El proyecto fue aprobado por 234 contra 163 votos, a pesar de la oposición de sindicatos, organizaciones no gubernamentales dedicadas a asuntos africanos e intereses textiles que temen que exportadores asiáticos envíen sus productos a Estados Unidos vía Africa.
De ser aprobada por el Senado, la Ley de Crecimiento y Oportunidad para Africa eximiría a la mayoría de los productos africanos de impuestos y cuotas, sobre todo a textiles y prendas de vestir.
La iniciativa ofrece diversos incentivos, incluso cientos de millones de dólares en préstamos a las compañías que inviertan en Africa.
Pero para ser beneficiados con la ley, los países africanos deben liberalizar sus economías a la competencia y la inversión extranjera. También deben aceptar las políticas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Los gobiernos que hayan violado los derechos humanos no se beneficiarán con la ley.
Pero el proyecto aún debe ser discutido por el Senado, donde los intereses textiles son más fuertes que en la cámara baja. El año pasado, una iniciativa anterior fue rechazada por los senadores luego de ser aprobada por los representantes.
El mes pasado, la Comisión de Finanzas del Senado autorizó su versión del proyecto que, a diferencia de la versión más liberal de la cámara baja, permitiría el acceso sin impuestos ni cuotas al mercado de este país de prendas de vestir africanas, sólo si están confeccionadas con materiales estadounidenses.
Los defensores del proyecto en la cámara baja objetaron que ese requisito atentaría contra uno de los principales objetivos de la iniciativa: fomentar el crecimiento de las industrias africanas con gran cantidad de mano de obra, como las textiles y de prendas de vestir.
Los altos costos que representa enviar las telas u otros materiales a Africa anularía cualquier otra ventaja competitiva, como la mano de obra barata, que podrían beneficiar a los africanos, señalaron.
A pesar del futuro poco claro que le espera a la iniciativa en el Senado, el gobierno elogió la aprobación de la Cámara de Representantes.
"Esta no fue sólo una importante prueba de apoyo a la política del gobierno para Africa. También fue el primer proyecto importante en discutirse por una de las cámaras este año" dijo un funcionario tras la votación.
El proyecto ya era una prioridad legislativa del gobierno antes de que Clinton hiciera su gira por Africa en marzo del año pasado.
Más de dos tercios de los legisladores del opositor Partido Republicano votaron a favor de la iniciativa en la cámara baja, mientras los demócratos se dividieron casi a la mitad en el tema.
La bancada de legisladores negros, que en los últimos años votaron en contra de medidas de liberalización comercial, también apoyaron la iniciativa.
Africa representa un porcentaje muy pequeño del comercio y la inversión estadounidense, y lo que existe se concentra en pocos países, principalmente en los exportadores de petróleo Angola, Gabón, Nigeria y Sudáfrica.
Estados Unidos importó 13.100 millones de dólares de la región en 1998, la mayoría en forma de materia prima y sobre todo petróleo, lo cual equivale a uno por ciento del total de importaciones de este país.
Las exportaciones, en gran medida maquinaria, equipos de transporte y trigo, representaron 6.700 millones de dólares, o uno por ciento de todas las exportaciones estadounidenses.
Del mismo modo, la inversión directa en Africa en 1997 llegó a ser de 3,3 por ciento del total de las inversiones extranjeras directas del país, lo cual equivale a 3.800 millones de dólares, la mayor parte en la industria petrolera de Angola y Nigeria.
El objetivo del proyecto aprobado este viernes en la cámara baja es duplicar las exportaciones de Africa que puedan ingresar sin impuestos ni cuotas a Estados Unidos y autorizar préstamos por miles de millones de dólares que las agencias estadounidenses podrán usar para promover el comercio con el continente.
El líder demócrata de la cámara baja, David Bonior, alegó que, dada la ausencia de protección explícita para los trabajadores de este país, la iniciativa podría reducir sus salarios, como sucedió en México después de la entrada en vigencia del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte, en 1994.
"Esto es una repetición de los errores que cometimos en México", sostuvo.
Pero quienes apoyan la ley rechazaron de plano esa afirmación. "Los trabajadores estadounidenses no están amenazados por la empobrecida Africa", declaró Earl Pomeroy, un republicano de Colorado.
La otra discusión importante se refiere al efecto que causará la ley en la frágil industria textil estadounidense, sobre todo si las empresas chinas intentan obtener ventaja de la iniciativa enviando sus mercaderías a través de Africa.
"China declarará feriado nacional si aprobamos esta ley", advirtió el republicano Lindsay Graham.
Pero los defensores del proyecto recalcaron que cuenta con normas lo suficientemente poderosas como para impedir que ocurran esas prácticas. "Tenemos mecanismos para que eso no suceda", declaró Amo Houghton, otro legislador republicano. (FIN/IPS/tra-en/jl/ceb/aq/if/99