Al menos 80 personas murieron en los combates entre el ejército de Colombia y las guerrilleras FARC, que, según mandos militares, intentan tomar el sur de esta capital para llegar fortalecidos a la mesa de negociaciones.
Los combates, que cumplen este viernes su segundo día, se realizan en un área rural del municipio de Gutiérrez, a unos 100 kilómetros de Bogotá, una zona estratégica que comunica los bastiones guerrilleros del sudeste colombiano con la capital.
El ministro de Defensa, Luis Ramírez, afirmó que el ataque de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) fue "un acto demencial" con el que la agrupación rebelde "cree que va a llegar fortalecido" a la mesa de negociaciones que se instalará el 20 de julio.
El comandante del ejército, Jorge Mora, reveló un supuesto diálogo radiofónico interceptado en el que Manuel Briceño, de la cúpula de las FARC, ordenaba a uno de sus comandantes tomar "todas las medidas" para bloquear la capital y avanzar hacia ella, en lo que denominaban "toma de Bogotá".
El ejército informó este jueves en otro comunicado que las FARC preparaban en la llamada "zona de distensión", cuya desmilitarización ordenó el gobierno para facilitar el diálogo, un plan para atacar "puntos estratégicos del sudeste" y llegar hasta Bogotá antes del inicio de las negociaciones.
Según el comunicado, las FARC procuran mostrarse como una "organización subersiva con una gran capacidad terrorista".
Mora indicó que las informaciones de inteligencia permitieron al ejército impedir el avance de las FARC hacia los municipios de Fosca, Une y Chipaque, en la periferia de Bogotá.
El ejército informó que 36 soldados y 38 guerrilleros murieron en los combates, que continuaban este viernes. Otros seis militaress se encuentran desaparecidos.
Según una comunicación radiofónica interceptada a las FARC, murieron 38 de sus combatientes y 45 soldados.
Mora afirmó que las malas condiciones climáticas impidieron e envío por vía aéreade refuerzos militares, pero dijo que un contingente avanza por tierra.
El presidente Andrés Pastrana condenó el ataque a la localidad de Gutiérrez, que, según indicó, "afecta a la población civil", al tiempo que reiteró la disposición del gobierno a llegar a un acuerdo que ponga fin al enfrentamiento.
El arzobispo Luis Castro consideró el ataque de las FARC un "hecho natural" previo a las negociaciones, en una etapa en la que cada una de las partes quiere mostrar fuerza.
Según Castro, en la proximidad de la negociación, "no solo habrá este sino otros operativos que llenarán de sangre a nuestra patria".
Para el arzobispo, lo ideal sería que ell diálogo se desarrolle "en un clima de paz y una atmósfera neutra", pero advirtió que eso es difícil. "La guerrilla, que tendría miles de hombres sin hacer nada, sería la que menos lo aceptaría", dijo.
El ataque de las FARC coincidió este viernes con afirmaciones del ex presidente Alfonso López Michelsen (1974-1998), quien señaló en una conferencia que en Colombia los guerrilleros carecen de ideología.
López Michelsen, del hoy opositor Partido Liberal, dijo que la guerrilla colombiana se compone hoy de "bandas terroristas sin organización ni territorio propio" que atacan poblados por la noche, "fusilan a la gente, ponen minas antipersonales y practican el secuestro como mecanismo de financiamiento". (FIN/IPS/yf/mj/ip/99
