SANTIAGO – La ofensiva en los medios de comunicación que el ex dictador Augusto Pinochet lanzó en Londres complica su situación procesal, y también cierra la posibilidad de que el gobierno de Chile logre su liberación apelando a razones humanitarias.
Funcionarios gubernamentales, dirigentes oficialistas e incluso políticos de derecha reprobaron en Santiago las declaraciones que el ex dictador (1973-1990) hizo al diario británico Sunday Telegraph el domingo.
La entrevista fue el punto de partida de una campaña de prensa que sus asesores aconsejaron a Pinochet, quien afrontará desde el 27 de septiembre un juicio de extradición a España en el tribunal londinense de Bow Street.
El ex dictador y actual senador vitalicio de 83 años sostuvo en su diálogo con el Sunday Telegraph que es un "prisionero político" y está "secuestrado" por las autoridades británicas, que atropellaron su inmunidad diplomática.
Aseguró, además, que no ordenó ni tuvo conocimiento de los 3.198 crímenes contra los derechos humanos, ni de las torturas cometidos en los casi 17 años de su dictadura y que motivaron en 1997 la apertura de un proceso en su contra en España. —-