Expertos en salud y ambiente instaron a los parlamentarios del mundo a atender el impacto de la alta densidad de población y la escasez de agua potable sobre la propagación de enfermedades.
"Los riesgos de contagio de enfermedades son mayores en los lugares donde el agua es escasa, las instituciones son débiles y la población crece en forma acelerada", indicó Robert Engelman, director del Programa de Población y Ambiente de Acción Popular Internacional, un grupo de Washington.
La advertencia se produjo tras la publicación de un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según el cual las enfermedades infecciosas como la malaria, el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la diarrea y la tuberculosis son la causa principal de muerte de niños y jóvenes.
La creciente resistencia a los antibióticos, las nuevas enfermedades y un gran aumento de las poblaciones urbanas en todo el planeta son algunos motivos posibles de la pérdida de control sobre esas dolencias, sostiene la OMS.
La mayoría de las enfermedades se contagian de persona a persona, pero más de 20 por ciento de otras infecciones mortales, entre las cuales se encuentran el cólera y la fiebre tifoidea, se transmiten a través del agua, los alimentos y el suelo.
El agua sirve como vehículo para la bacteria del cólera y muchas otras, señaló Mary Wilson, profesora asistente de la Facultad de Medicina y Salud Pública de Harvard, Estados Unidos.
"La escasez de agua dulce, la acumulación de personas y la precariedad de los sistemas sanitarios pueden causar un aumento de las infecciones transmisibles por el agua", explicó Wilson, que habló sobre este asunto con los parlamentarios de Estados Unidos.
El incremento de la urbanización hizo que aumentara la demanda de agua, cañerías y sistemas de desagüe, que fueron diseñados cuando las poblaciones eran bastante mas reducidas, agregó Timothy Ford, también de Harvard.
Varias ciudades antiguas tienen deteriorados sus sistemas de purificación de aguas servidas, y los programas de reemplazo o arreglo son inadecuados.
Las viejas tuberías de desagüe, a menudo ubicadas cerca de las de agua de consumo, están corroídas y "crean un ambiente favorable para el surgimiento de agentes patógenos", explicó Ford.
"A veces no existe tratamiento de las aguas servidas ni incluso recolección de basura, lo cual causa un grave impacto en las comunidades y en los ecosistemas costeros", advirtió.
La concentración de personas en zonas urbanas, sobre todo en megaciudades como Ciudad de México, Shangai y San Pablo, causan aún más presión sobre estos envejecidos sistemas de tratamiento de aguas servidas.
"La capacidad de los sistemas de purificación de agua de los países en desarrollo suele ser menor que la demanda de agua potable, y la consecuencia es que el agua no es buena y el suministro es intermitente", señaló Ford.
Una sociedad sustentable debe construirse sobre el ciclo hidrológico, indicó Engelman.
"Nos acercamos al momento en el cual el agua de lluvia ya no alcanzará para irrigar las plantaciones, enfriar los motores de la industria ni para beber y bañarse", anunció.
El uso de agua en todo el planeta se multiplicó por seis desde 1900, pero el suministro mundial no aumentó, indicó Sandra Postel, directora del Proyecto de Políticas Mundiales de Agua, de Estados Unidos.
"La población aumentó en forma significativa en las zonas del planeta donde más escasea el agua", señaló.
"Se calcula que en las cuencas de los ríos Nilo, Jordán, Tigris, Eufrates, Ganges y en el Mar de Aral, la población aumentará entre 45 y 78 por ciento entre 1995 y el año 2025", agregó.
Pero en ninguna de esas cuencas existe un tratado que determine la mejor manera de distribuir el agua entre todos los países.
"En muchos casos, ni siquiera hay suficiente agua y eso podría provocar conflictos", advirtió Postel.
Las poblaciones pueden sacar agua "fósil" de las reservas subterráneas, pero nunca se recuperarán a la velocidad del consumo humano, señaló Engelman.
"Esa agua sólo sirve una vez, y deja a las sociedades superpobladas desprovistas para la escasez que sobrevendrá cuando el agua no renovable haya desaparecido o sea demasiado caro extraerla de la tierra", explicó.
Las regiones que causan mayor inquietud son Medio Oriente, Asia occidental, Africa septentrional, oriental y austral, y partes del Caribe.
"Las madres de ciertos pueblos africanos dan a sus hijos agua que saben que puede causar enfermedades, pero no tienen otra", declaró Engelman.
Comunidades enteras de ciertas regiones de Bangladesh y de India se van envenando de a poco con arsénico porque el nivel del agua bajó tanto que el elemento químico, que se encuentra naturalmente en los suelos, contaminó lo que aún queda de agua subterránea.
Los países industrializados no ignoran estos problemas. Muchas ciudades del oeste de Estados Unidos están cavando pozos de agua a una velocidad insostenible, con lo cual reducen el caudal del río Colorado.
"La escasez de agua es mayor cuando se utiliza de manera menos eficaz y cuando los gobiernos y otras instituciones no son capaces de administrar el recurso de manera justa", sostuvo Engelman.
Esta escasez de agua exige cambios fundamentales en el modo de utilización del elemento, indicó Postel. "Tenemos que hacer más con menos. Como sociedad global que somos, debemos que encontrar la manera de duplicar nuestra producción de agua, u obtener el doble de beneficio por cada litro", exhortó.
Postel instó a los legisladores a invertir más fondos en investigación para encontrar sistemas de irrigación más eficaces.
Postel alabó las medidas como la Ley de Política Energética de Estados Unidos, que impone medidas de eficacia a los fabricantes de inodoros, duchas y otros artefactos que utilizan agua.
"Esto tiene consecuencias importantes a medida que pasa el tiempo, porque incorpora infraestructura de conservación de agua en las ciudades", destacó. (FIN/IPS/tra-en/dk/aa/ceb-mlm/he-en/99
