(Arte y Cultura) BANGLADESH-INDIA: Exito sin fronteras para coproducciones de cine

Los límites geográficos entre India y Bangladesh prácticamente no existen para la industria fílmica hablada en bangla ya que cineastas e intérpretes cruzan la frontera constantemente para actuar y producir películas en el país vecino.

El resultado son obras de resonante éxito en ambos estados de Asia meridional.

Los cines son muy populares en ambos países y también en Bengala Occidental, el estado indio que en 1905 fue dividido por el poder colonial británico en dos provincias, una de las cuales se convirtió en Bangladesh.

Cuando el prestigioso director indio Satyajit Ray falleció en Calcuta en 1992, su clásico filme "Pather Panchali", realizado en 1955, fue visto por miles de acongojados espectadores en la televisión de Bangladesh.

Obras maestras como las de Ray son pocas, porque la mayoría de las producciones actuales son románticos melodramas que conforman la base de una industria fílmica que mueve 150 millones de dólares anuales en cada país.

El tema del muchacho pobre que se enamora de la joven rica es recurrente, y basta poner núbiles actrices con movimientos sensuales, proponer diálogos con alto voltaje e incluir enemigos acérrimos para que la película sea un éxito asegurado en las aldeas de ambos países.

El año pasado el film más taquillero en Bangladesh fue "Hatat Bristi" (Lluvia Repentina) de Basu Chatterjee, una coproducción interpretada por el astro bangla Firdous y la india Priyanka Trivedi.

En los últimos cuatro años se realizaron conjuntamente unas 14 películas, entre ellas producciones financiadas por el gobierno. La primera producción a título de experimento fue "Padma Nadir Maghi" (El Barquero sobre el Río Padma), realizada por Gautam Gosh en 1992.

El relato de la ardua vida del barquero, su esposa y su hermana, le granjeó muchos galardones a Gosh: el Premio Nacional de India al mejor director, el Premio de UNESCO, y la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1993.

"Fue una magnífica experiencia hacer este film sobre un tema que toca el corazón de los bengalíes de ambas partes. Quiero hacer más coproducciones porque yo no tengo problemas cuando trabajo allí (en Bangladesh)", manifestó Gosh.

Películas como esas reflejan "nuestra común raíz cultural, y a pesar de las diferencias religiosas (entre hindúes y musulmanes), se trata de gente que habla bengalí y que comparte los mismos problemas", agregó.

A otros realizadores les agradan las coproducciones porque les permiten formar un elenco más amplio de actores.

"En Bengala Occidental es muy difícil encontrar verdaderos artistas para interpretar los personajes que ideamos y por eso elegí a dos buenos actores de Bangladesh", dijo Buddhadeb Dasgupta de su película "Lal Darja", que le valió un premio en 1997.

Dasgupta considera que ese intercambio cultural entre los dos países "es un signo muy saludable".

Pero esta tendencia no es ninguna novedad. Satjayit Ray contrató a Babita del otro lado de la frontera para el papel protagónico de su película "Ashani Sanket" (La Hambruna) a comienzos de los años 70.

"Espero que las coproducciones sigan aportando lo mejor de las dos industrias", dijo el conocido director de cine de Bangladesh, Chashi Nazrul Islam, cuando asistió al Festival de Cine de Calcuta en diciembre.

Para los actores indios, las producciones transfronterizas son buenas tanto para el bolsillo como para la estima personal.

"Esta es una de las mejores cosas que han sucedido. Me parece magnífico poder llegar a tanta gente", dijo Rituparna Sengutpa, la actriz más cotizada de la industria india.

"Además, como sus películas tienen grandes presupuestos, trabajar allí (en Bangladesh) resulta beneficioso en términos monetarios", agregó.

Un alto funcionario de Eastern India Motion Pictures, que regula el lanzamiento de las películas, confirmó que "los filmes realizados en Bangladesh cuentan con grandes presupuestos, cada uno cuesta más de 2,5 millones de dólares, mientras en la pobre industria bengalí las producciones valen menos de la mitad".

Pero este factor se convirtió en un punto discordante, comentó. Los grandes presupuestos de las producciones de Bangladesh relegaron a las películas hechas en Bengala Occidental con menos dinero.

"Es imposible competir", aseguró el funcionario. "Las coproducciones deberían beneficiar por igual a artistas y técnicos de los dos países, pero muchas de las películas están realizadas casi completamente en Bangladesh con algunas breves secuencias del lado bengalí como gesto de cortesía".

En septiembre, los actores y técnicos de Calcuta pidieron boicotear a los productores indios que trabajan en Bangladesh a menos que se sometan a las normas de las coproducciones. Finalmente se negoció una tregua, sólo después de que el gobierno garantizó el cumplimiento de la ley. (FIN/IPS/tra-en/sd/an/ego/aq/cr/99

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