AMERICA CENTRAL: Panamá campeón de mala distribución de riqueza

Panamá tiene una posición privilegiada, junto a Costa Rica, en materia de desarrollo humano en América Central, pero el peor índice de extrema pobreza, sólo superado por Belice, y ocupa el cuarto lugar en el mundo en lo que refiere a mala distribución de la riqueza.

El informe de desarrollo humano (IDH) presentado el día 12 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ubicó a Panamá en el 49 lugar entre las 174 naciones estudiadas y lo clasificó como país de desarrollo humano medio.

Esa ubicación en la tabla lo coloca a sólo cuatro lugares detrás de Costa Rica, que con su puesto 45 aparece en el primer escalón entre los países de América Central y en el noveno de América Latina y el Caribe.

Sin embargo, una investigación del Instituto de Estudios Nacionales de la estatal Universidad de Panamá colocó a este país en penúltimo lugar de América Central, sólo superado por Belice, en cuanto a sus índices de extrema pobreza.

Otro estudio preparado por la revista británica The Economist, bajó aún más a Panamá, al situarlo en el cuarto lugar mundial en materia de "alta desiguldad en la distribución del ingreso", detrás de Sierra Leona, Brasil y Guatemala y similar a Colombia.

Una gráfica publicada por The Economist señala que en Panamá 20 por ciento de la población más rica se queda con 65 por ciento del ingreso, mientras que en el extremo opuesto 20 por ciento de los más pobres apenas consiguen uno por ciento de lo producido.

El economista Juan Jované, director del Instituto de Estudios Nacionales, dijo durante una conferencia realizada la semana pasada que este país "tiene la nada satisfactoria" condición de que 25,6 por ciento de su población, ubicada en la extrema pobreza, "reciba ingresos inferiores a un dólar diario".

En América Central sólo Belice supera a este país en porcentaje de población en extrema pobreza, con 28,7 por ciento, explicó Jované.

Pese a la clasificación de desarrollo humano medio que le otorgó el PNUD, Jované advirtió que, en cuando a la distribución de las riquezas, "Panamá se caracteriza por la presencia de niveles inaceptables de pobreza, así como una profunda falta de equidad social".

En efecto, el presidente Ernesto Pérez Balladares, quien el 1 de septiembre traspasará el cargo a la electa Mireya Moscoso, dijo esta semana que los problemas de pobreza que padece el país se deben a la mala distribución del ingreso.

Puso como ejemplo el pobre monto de impuestos sobre la renta que pagan las empresas que operan en el país, el cual anualmente alcanza sólo a unos 120 millones de dólares, frente a los 188 millones de dólares en retenciones que le efectúa el Estado a los asalariados.

También ostenta el segundo lugar de América Latina y el Caribe en materia de desempleo abierto, detrás de Argentina, con una desocupación de 13,1 por ciento de su población económicamente activa, estimada en 1,2 millones de personas.

Eben Chi, profesor de economía de la Universidad Latinoamericana de Ciencias y Tecnología (Ulacit), comentó a IPS que el alto desempleo que persiste en Panamá desde fines de la década de los años ochenta "tiene mucho que ver con el aumento inusual de la pobreza extrema".

Explicó que además del deterioro sobre el salario, que deriva en una gran masa de gente compitiendo por un empleo, por cada uno de ellos existen por lo menos otros dos asalariados que se dedican al trabajo informal, cuyos ingresos no alcanzan para cubrir sus necesidades básicas.

Un grupo multidisciplinario de expertos convocados por la Pastoral Social de la Iglesia Católica, emitió a fines de junio un documento con recomendaciones para alcanzar niveles de desarrollo económico con equidad y justicia social.

La Pastoral Social adujo que esa estrategia económica debe colocar en su núcleo central el gasto social.

Entre otros, ubicó la salud y la educación, los cuales a su juicio "son factores básicos para el desarrollo de la vida, el bienestar y la libertad de los seres humanos".

Los expertos arguyen que la inversión en gasto social, además del impacto sobre el desarrollo económico, forma capital humano, reduce las diferencias sociales y fomenta la equidad, y "promueve un ambiente social más estable y caracterizado por una mayor seguridad y confianza en la población". (FIN/IPS/sh/dm/if/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe