YUGOSLAVIA: Agrado y cautela de la ONU por paso hacia la paz

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) recibió con agrado y cautela la aceptación hoy del Parlamento de Serbia de un plan de paz para Kosovo.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, de visita ante el Vaticano este jueves, "recibió con cauto agrado" la aceptación de Belgrado, pero funcionarios internacionales no se atreven a celebrar el fin de la guerra que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) inició contra Yugoslavia el 24 de marzo.

"Sin saber los detalles, sin conocer las reacciones (del presidente yugoslavo Slobodan) Milosevic, sería demasiado prematuro que saltara de alegría", observó Annan.

Pero el portavoz de la ONU, Fred Eckhard, declaró que se "aceleró la planificación de contingencia para la aplicación del plan" de paz.

Eckhard agregó que el subsecretario general para las Misiones de Paz, Bernard Miyet, negocia con funcionarios europeos las condiciones del envío de una fuerza de la ONU a Kosovo. Pero "aún no queda claro quién hará qué", precisó.

Tampoco queda claro, según el enviado de la ONU a los Balcanes, Carl Bildt, cómo se aplicarán los principios para la paz negociados por el presidente finlandés Martti Ahtisaari y el ex primer ministro ruso Viktor Chernomyrdin.

"La paz será más exigente y difícil que la guerra. Mientras la comunidad internacional tiene la maquinaria para librar la guerra, la maquinaria para aplicar la paz es más débil. Y sabemos por la amarga experiencia de los Balcanes que hay diablos ocultos en cada detalle", advirtió Bildt en Ginebra.

El plan que aceptó Milosevic es, en apariencia, sencillo. Las fuerzas serbias comenzarán el retiro "significativo" de Kosovo el sábado, tras lo cual la OTAN cesaría sus bombardeos.

Para el jueves 10, todas las fuerzas de seguridad yugoslavas tienen que haber partido de Kosovo, y sólo se permitirá el retorno de un pequeño número.

Mientras, la fuerza de paz de la ONU, que incluirá a los estados miembros de la OTAN y a Rusia, tendrá el fin de mantener la seguridad en Kosovo quizá durante varios años, para facilitar la vuelta de los aproximadamente 800.000 albanokosovares que fueron expulsados de la provincia en los últimos meses.

Pero al plan le aguardan varios obstáculos, y pocos diplomáticos de la ONU esperan que los 15 miembros del Consejo de Seguridad tomen una acción inmediata sobre la propuesta.

"No espero que el Consejo tome medida alguna. Es muy prematuro", declaró este jueves el embajador de Estados Unidos ante la ONU Peter Burleigh.

Burleigh dijo que los detalles del plan de paz se conocerán seguramente en la reunión que celebrarán este fin de semana Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia, que conforman el Grupo de los Ocho. El Consejo tomaría medidas recién después del encuentro, agregó.

Observadores esperan que el Consejo de Seguridad apruebe la fuerza de paz de la ONU para Kosovo, ahora que Rusia se sumó al plan de paz.

Pero China, que como Rusia, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad, podría ser un problema. Beijing sigue irritada porque la OTAN bombardeó su embajada en Belgrado en mayo y mató a tres periodistas chinos.

No obstante, diplomáticos de la ONU dijeron esta semana que se espera que también China acepte la fuerza internacional para Kosovo.

De todas formas, los detalles de la presencia de la ONU y las fechas en que se enviará la fuerza siguen siendo problemáticos. Aún falta precisar las condiciones que regirán a la misión de paz.

Funcionarios internacionales no quieren repetir la mala experiencia de la Fuerza de Protección de la ONU en Bosnia- Herzegovina hace cinco años, cuando los países europeos no se ponían de acuerdo sobre el mandato de la misión y las fuerzas serbobosnias superaron con facilidad a las del foro mundial en las "zonas seguras" de Srebrenica y Zepa.

El envío de la fuerza podría ser complejo, ya que los países de la OTAN ofrecerán más de 48.000 soldados, incluso quizá 7.000 de Estados Unidos, en los próximos días. Funcionarios de la ONU quieren que se desplieguen antes de que en octubre comience el frío intenso en los Balcanes.

Eckhard dijo que la ONU sigue adelante con el plan de preparar a los campamentos de refugiados para el frío.

Pero "si debemos preparar los refugios para el invierno, hagámoslo en Kosovo", agregó. Ese proceso requiere que se acelere el retorno de los cientos de miles de refugiados acampados en Macedonia y Albania, junto a la frontera con la provincia serbia.

Los analistas creen que el retorno de los refugiados será uno de los aspectos más complejos de todas las operaciones de la ONU.

En la cercana Bosnia, sólo volvieron 10 por ciento de los refugiados expulsados por la guerra entre 1992 y 1995, a pesar de la presencia de fuerzas de la OTAN en los últimos cuatro años.

En los últimos dos meses, 1,3 millones de albanokosovares fueron expulsados de sus hogares, de los cuales 500.000 aún se encuentran en Kosovo.

El subsecretario general de la ONU, Sergio Vieira de Mello, advirtió al Consejo de Seguridad el miércoles que la expulsión presenta todos los indicios de ser una campaña de limpieza étnica organizada por Belgrado.

La ONU, en un informe entregado este jueves en Ginebra por la relatora especial Asma Jehangir, acusó a las fuerzas yugoslavas de "matanzas dirigidas, indiscriminadas, individuales y masivas" en todo Kosovo.

Jehangir, que visitó a refugiados kosovares en Macedonia y Albania pero no se le permitió ingresar en Kosovo, argumentó que la "fuerza motriz detrás de la expulsión (de los kosovares) fue la intención de vengarse de la acción de la OTAN, junto con el odio étnico expresado abiertamente". (FIN/IPS/tra-en/fah/aq/ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe