La Organización de las Naciones Unidas (ONU) no tiene autoridad moral para predicar sobre democracia porque ella misma no la practica, afirmó el ex secretario general Boutros Boutros-Ghali.
Aunque el foro mundial agrupa a 185 estados soberanos, es dominado por una única potencia, Estados Unidos, sostuvo Boutros- Ghali, quien ocupó la Secretaría General de la organización entre 1992 y 1996.
"En el nivel inferior es un sistema democrático, y en el superior es un sistema autoritario", agregó el ex canciller egipcio, de visita en Nueva York para promover su nuevo libro sobre las tormentosas relaciones entre la ONU y Washington durante su mandato.
La forma en que la organización mundial fue marginada durante la crisis de Kosovo no constituye un buen augurio, dice el libro, titulado "Unvanquished: A US-UN Saga" (Invicto: Un relato sobre las relaciones entre la ONU y Estados Unidos).
La Organización del Tratado del Atlántico Norte, encabezada por Estados Unidos, atacó a Yugoslavia sin la autorización del único organismo internacional habilitado para declarar la guerra, el Consejo de Seguridad de la ONU, observó Boutros-Ghali.
Según el ex secretario general, el foro mundial enfrenta dos grandes problemas políticos.
El primero consiste en la existencia de una única superpotencia en la posguerra fría. "Esto es una realidad. No hay nada que pueda hacerse sin Estados Unidos", dijo.
El segundo es que el resto de las potencias mundiales no anhelan un papel significativo en los asuntos internacionales. "Creen que es mejor seguir a la superpotencia", declaró a IPS.
En los últimos años, la ONU gastó millones de dólares para promover la democracia multipartidaria en el Tercer Mundo. Desde 1992, la organización ofreció ayuda electoral a más de 75 países, con la participación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en casi todos los casos, observó Boutros-Ghali.
Actualmente, más de 35 por ciento del presupuesto anual del PNUD, de unos 900 millones de dólares, se destinan a la promoción de la democracia mediante el apoyo a elecciones libres, el estado de Derecho, asambleas nacionales responsables, un sistema judicial fuerte, prensa libre y un papel importante de la sociedad civil.
"Pero la democracia nacional no tiene valor a menos que exista democracia internacional", arguyó el ex secretario general.
La ONU es el único foro que puede promover la democracia internacional, sostuvo. "Es fundamental que los principales actores y también actores no estatales como las organizaciones no gubernamentales participen de este ejercicio".
En su libro, Boutros-Ghali ofrece pruebas de cómo Estados Unidos manipula al foro mundial para proteger sus propios intereses.
Por ejemplo, cuando se propuso aliviar el sufrimiento del pueblo de Iraq mediante una suspensión temporal del embargo comercial según el acuerdo "petróleo por alimentos", Washington demoró el proceso porque era un año de elecciones presidenciales, sostiene el libro.
A un nivel diferente, continúa Boutros-Ghali, Estados Unidos abandonó los principios básicos de la democracia cuando se opuso a los restantes 14 miembros del Consejo de Seguridad al vetar su reelección como secretario general.
Boutros-Ghali relató cómo el entonces secretario de Estado estadounidense Warren Christopher intentó convencerlo de que renunciara públicamente a un segundo mandato, pero él se negó.
"No se puede destituir al secretario general de la ONU por el dictado unilateral de Estados Unidos. ¿Qué hay sobre los derechos de los otros 14 miembros del Consejo?", preguntó en ese entonces.
Finalmente, Estados Unidos impidió su reelección mediante el ejercicio de su poder de veto. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/mlm/ip/99
