Los Verdes pidieron hoy al gobierno de Italia, del que son parte, la concesión del asilo político al líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Ocalan, detenido y procesado en Turquía, con el fin de salvarle la vida.
Los Verdes plantearon la solicitud en una carta al jefe del gobierno de centroizquierda, Massimo D'Alema, y pidieron también que se explore la posibilidad de que una delegación parlamentaria italiana sea admitida de inmediato en el recinto donde se juzga a Ocalan.
El proceso contra el líder del PKK, que pretende la independencia de un estado kurdo en el sudeste de Turquía, comenzó el lunes en la cárcel instalada en la isla de Imrali, en el mar de Mármara.
La comparecencia de Ocalan en el banquillo fue su primera aparición en público 103 días después de su detención en Kenia, durante los cuales fue mantenido en aislamiento.
El abogado italiano de Ocalan, Luigi Saraceni, se declaró de acuerdo con la concesión del asilo político, la cual "lo ayudaría mucho", pues reforzaría la tesis de que el juicio contra Ocalan es de naturaleza política.
El responsable de política exterior del opositor partido Refundación Comunista, Ramón Mantovani, dijo que "el gobierno traicionó al pueblo kurdo" al no concederle asilo político a Ocalan, quien estuvo bajo arresto domiciliario dos meses el año pasado en Italia.
Luego de su estancia italiana, Ocalan abandonó el país. Poco después, fue arrestado por un comando turco en Kenya.
Mantovani sostuvo que el proceso abierto en Turquía contra Ocalan es el de "un régimen genocida contra el líder de un movimiento de liberación que propone la paz y la solución política de un conflicto que ensangrenta a Kurdistán hace decenios".
El presidente del Partido de los Comunistas Italianos, movimiento que se escindió de Refundación Comunista y que integra el gobierno, Armando Cossutta, señaló que Roma deberá pedir la expulsión de Ankara de los organismos internacionales europeos si el líder kurdo es condenado a muerte.
No bastará el rechazo a su petición de integrarse a la Unión Europea.
El pedido formulado por Ocalan en la primera audiencia del juicio a sus seguidores para que trabajen por Turquía y depongan las armas fue atribuido por Kendal Nezan, responsable del Instituto Kurdo de París, a las torturas sufridas por el dirigente en la cárcel.
"Seguramente le ofrecieron un pacto: si dices lo que nosotros queremos, interrumpimos la violencia", agregó Nezan, en declaraciones al diario italiano Corriere della Sera.
La dirección del PKK en libertad ha advertido a sus seguidores que todas las afirmaciones del Ocalan mientras esté preso carecen de valor.
El pueblo kurdo se siente humillado por las injusticia del proceso contra Ocalan y la actitud cerrada de las autoridades turcas, explicó Nezan.
El dirigente kurdo pronosticó que su líder será condenado a muerte porque "Ankara quiere destruir física y políticamente lo que simboliza".
La lucha del pueblo kurdo por la independencia continuará a pesar de la eventual desaparición de Ocalán, así como continuó después de su arresto, pronosticó. En ese sentido, auguró, se radicalizará la guerrilla.
Nezan sostuvo que la lucha podría extenderse a zonas turísticas y grandes ciudades de Turquía, áreas que permanecieron fuera del teatro de operaciones del PKK de forma intencional, con la intención de lograr así un acuerdo político.
Ocalan es líder del PKK desde 1984, que desde entonces libra una guerra civil por la independencia de un estado kurdo independiente en el sudeste de Turquía.
El líder kurdo es acusado por la muerte de más de 29.000 personas en 15 años de lucha armada.
El pueblo kurdo es la mayor minoría étnica del mundo sin un estado propio, integrada por unos 25 millones de personas que se reparten entre Turquía, Irán, Iraq, Siria y Armenia. Sus orígenes se remontan al año 400 de la era cristiana.
Las fuerzas turcas han sido acusadas en esta guerra civil, en la que han muerto unas 30.000 personas, de graves violaciones de derechos humanos. Cuatro millones de personas han dejado Kurdistán desde 1984. La mayoría se dirigieron a Europa.
Un millón de kurdos residen en Alemania, 100.000 en Francia, 20.000 en Gran Bretaña, 20.000 en Holanda, 15.000 en Suecia, 15.000 en Suiza, 12.000 en Bélgica, 5.000 en Italia, 3.000 en la República Checa y 200 en España. (FIN/IPS/jp/mj/ip hd/99