INFORMATICA: La falla del 2000 no será grave, según expertos

La falla informática del 2000 probablemente cause algunos problemas el próximo año, pero no serán graves, aseguran expertos que discuten el tema en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.

Ahmad Kamal, el embajador de Pakistán ante la ONU y presidente de un comité informático del foro mundial, afirmó que la cooperación internacional ha sido mucho mayor en los últimos meses para combatir la falla del 2000.

La falla, también conocida como Y2K, se refiere a los problemas que surgirán cuando los sistemas computarizados, capaces de leer códigos de datos de dos dígitos, como 99 para 1999, se enfrenten a los ceros del año 2000, al que podrían interpretar como 1900.

A la conferencia, que comenzó el martes y concluye este jueves, asisten representantes de 173 países. "Sabemos que no estaremos totalmente preparados para fines de este año. Pero también sabemos que las alteraciones no serán graves, porque tenemos identificados los problemas", declaró Kamal.

El objetivo de la reunión es que los gobiernos presenten posibles soluciones a los problemas tecnológicos que podrían surgir por la falla del 2000.

La falla podría ocurrir en los sistemas informatizados y los microchips presentes en computadoras, armas nucleares, tendidos eléctricos y automóviles, entre otras cosas.

El error de lectura haría que funcionaran mal. Pero luego de hacer pruebas para determinar la capacidad de ciertos sistemas para soportar la falla, los expertos concluyeron que varias áreas claves del funcionamiento de los países son de bajo riesgo.

Bruce McConnell, director del Centro de Cooperación Internacional Y2K, explicó que entre los sectores de riesgo están la energía nuclear y el armamento. Pero ambas áreas fueron sometidas a tantas pruebas que "no creemos que sean de alto riesgo", dijo McConnell.

Rusia anunció el martes que el 1 de septiembre terminará de probar la capacidad de sus plantas de energía nuclear para superar el Y2K, comentó McConnell.

También se hicieron muchas pruebas en el sistema financiero internacional y en la aviación civil, para prever posibles fallas, indicó Kamal.

La Organización Internacional de Aviación Civil, con sede en la ciudad canadiense de Montreal, hizo todo lo posible para superar cualquier problema que surja por fallas en los chips de los aviones y las torres de control, pero aún subsisten "ciertas dudas" acerca de la seguridad de los vuelos, advirtió Kamal.

Podría haber problemas más grandes en otros sectores que recibieron menos atención, entre los cuales figuran el almacenamiento de alimentos, el transporte marítimo, y los suministros de agua y energía.

Los países en desarrollo serán víctimas de las peores consecuencias porque carecen de fondos y tienen una capacidad técnica reducida para realizar las operaciones preventivas necesarias durante los próximos seis meses, sentenció Kamal.

Los países de América Central y el Caribe manifestaron su preocupación por las fallas que podrían ocurrir en el sistema de transporte marítimo, lo cual a su vez tendría un impacto sobre la exportación de alimentos y dañaría las economías de la región.

Mario Tagarinski, presidente del Consejo de Gobiernos para la Conversión contra la Y2K en Bulgaria, dijo que la principal inquietud de Europa oriental es la posibilidad de que ocurran fallas en el sector de la energía.

Los expertos anunciaron que se producirán varios retrasos si hay problemas informáticos significativos, a pesar de que se buscaron todos los chips de los sistemas y se los preparó para enfrentar el cambio de dígitos.

El Servicio Experto en Y2K es el principal sistema voluntario internacional que ofreció asistencia técnica a todos los países que deseen estar preparados para enfrentar la falla del 2000 en los próximos meses. Dieciocho países requirieron la ayuda del organismo, comentó McConnell.

John Koskinen, presidente del Consejo de Conversión para enfrentar la Y2K del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, manifestó su esperanza de que la reunión de la ONU sirva para que los países compartan mejor la información sobre el tema.

"Prevenir contingencias no significa suponer que los sistemas fallarán. Pero dado que nadie puede garantizar que cada sistema se adaptará perfectamente a la transición hacia el 2000, lo más prudente es prever formas de respaldo", sostuvo.

Uno de los asuntos que aún no fueron resueltos es la necesidad de prestar asistencia financiera y tecnológica a los países del mundo en desarrollo para que no sean víctimas de la falla del 2000, advirtió Kamal.

Los gobiernos representados en la conferencia de la ONU recalcan la necesidad de obtener esa financiación, y funcionarios del Banco Mundial examinan los costos que significaría la adopción de esa medida.

Los medios de comunicación internacionales calcularon que el costo total de la prevención de la falla a nivel internacional será de entre 200.000 y 800.000 millones de dólares, comentó Kamal. (FIN/IPS/tra-en/fah/ceb/aq/sc/99

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