FINANZAS: El G-7 redujo la deuda externa, pero no conformó a ONG

Los siete países más ricos del mundo cancelaron hoy 71.000 millones de dólares de la deuda externa de las naciones más pobres en la cumbre que celebran hasta este domingo en Colonia, Alemania, pero no conformaron a representantes de 700 ONG reunidos en un encuentro paralelo.

Esa cifra, aseguraron los jefes de gobierno y de Estado de los países reunidos en el Grupo de los Siete (G-7), representa casi un tercio de los 230.000 millones de deuda externa de las naciones más pobres.

Pero las ONG (organizaciones no gubernamentales) manifestaron su "desilusión" por el plan del G-7 y señalaron que los países ricos deben cancelar toda la deuda del Sur en desarrollo.

La campaña del Jubileo 2000, que pretende la cancelación total de la deuda externa, lanzada hace dos años por cientos de ONG organizará este sábado una "cadena humana" en torno del edificio donde se celebra la cumbre del G-7 para exigir que se cancele un monto mayor.

El G-7 comprende a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón.

Activistas de Jubileo 2000 dijeron que los países en desarrollo adeudan una cifra enorme a los países ricos y a poderosas instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.

Los países del Sur pagan miles de millones de dólares por año por concepto del servicio de la deuda, principalmente a bancos comerciales.

Para cumplir con los pagos de intereses y del capital de la deuda, los países deben desviar sus escasos recursos de sectores que los necesitan como el desarrollo rural, la educación primaria y la salud, afirman las ONG.

"La deuda literalmente mata a la gente", sostuvo Caroline Collins, coordinadora de Jubileo 2000 en Estados Unidos.

Pero Ann Pettifor, directora de la organización en Gran Bretaña, se mostró complacida por el anuncio del G-7, y dijo que es un gran avance desde la última cumbre económica celebrada en la ciudad británica de Birmingham el año pasado.

"A este ritmo, habríamos alcanzado nuestra meta en el 2000", o sea la cancelación de toda la deuda de los países pobres, expresó.

El plan del G-7 para reducir la deuda y su estrategia para una arquitectura financiera mundial también estuvieron entre los temas tratados por la cumbre paralela celebrada en Colonia por 700 representantes de ONG de 30 países, que concluyó este viernes.

Barbara Unmuessig, de la ONG Economía, Ecología y Desarrollo Mundiales (WEED), resumió las discusiones para IPS. "El plan de reducción de la deuda, negociado por los ministros de finanzas del G-7 (el domingo) y confirmado por los gobernantes, significa un paso adelante, pero no es una medida revolucionaria", opinó.

Unmuessig dijo que hubo consenso en la cumbre alternativa de que las propuestas para una arquitectura financiera mundial no ofrecen las garantías para impedir crisis como las ocurridas en Asia en 1997, y en Brasil y Rusia en 1998.

Las cumbres alternativas a las del G-7 se iniciaron en los años 80 por Jacob Von Uexkull, fundador y presidente del Right Livelihood Award (Premio Sustento Adecuado), también conocido como el premio Nobel alternativo.

La cumbre paralela estuvo organizada por una alianza de varias organizaciones, entre ellas Amigos de la Tierra Alemania, la Fundación Heinrich Böll, las organizaciones juveniles de los partidos socialdemócratas y verdes, el congreso federal de los Grupos de Acción para el Desarrollo, Oxfam Alemania y la Red Nadie es Ilegal.

El encuentro discutió posibles alternativas al orden neoliberal que se propaga por el mundo, y se centró en asuntos como el futuro del trabajo, la inmigración y la necesidad de instaurar un orden económico y financiero diferente al que surgió a raíz de la globalización de la economía mundial.

"Pretendíamos que fuera un debate y no teníamos planeada ninguna solución", comentó Unmuessig de WEED, la ONG que coordinó el encuentro. Pero los participantes estuvieron de acuerdo en general en que "habría que curar la enfermedad, más que los síntomas".

Unmuessig señaló que los países que se vean aliviados de su deuda deberán seguir los consejos de las mismas instituciones que les impusieron antes programas de ajuste estructural, como el FMI, y agregaron así más complicaciones a los problemas económicos y financieros que ya tenían.

Una declaración conjunta redactada por el G-7 este viernes recalcó que el paquete de alivio de la deuda no será otorgado a cambio de nada.

"Aliviaremos más rápida, profunda y ampliamente la deuda de los países más pobres que demuestren estar comprometidos con las reformas y con la eliminación de la pobreza", rezaba la declaración.

El presidente de Francia, Jacques Chirac, anunció que París cancelaría la deuda oficial de 6.000 millones de dólares de los países más pobres de Africa, como parte del acuerdo.

Las medidas de eliminación de la deuda del G-7 constituyen un paso "inteligente, generoso y valiente", sostuvo el presidente Chirac. "Queremos que los países sientan rápidamente los beneficios" de esta medida, agregó.

Los ministros de Finanzas del G-7 acordaron el fin de semana pasado en Frankfurt que venderán 10 millones de onzas de oro depositadas en el FMI para pagar el alivio de la deuda.

Los críticos observaron, sin embargo, que la venta causará una disminución en el precio del oro, lo cual podría tener un resultado negativo para los países productores de oro. (FIN/IPS/tra-en/raj/ak/aq-ceb/dv-if/99

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