COREA: Fideos helados para la reconciliación entre Norte y Sur

La sucursal de un restaurante de Pyongyang perteneciente al gobierno de Corea del Norte atrae a gran cantidad de comensales en la capital de Corea del Sur, mientras el conflicto político entre ambos países parece recrudecer.

Los comensales, muchos de ellos norcoreanos nostálgicos, llenan los 360 asientos en los tres pisos que ocupa en Seúl la filial del famoso restaurante Okryukwan, inaugurado en mayo, cuya especialidad, al igual que la matriz, es el "naengmyon".

El platillo, que se sirve helado, consiste en fideos de polvo de papa, fécula de trigo sarraceno, arroz blanco y una pizca de sal, remojados en un sabroso caldo de huesos, tendones, pulmones y tripas de vaca.

"Según la tradición coreana, los fideos son un símbolo de la unión de los pueblos. Se comen a menudo en los casamientos, como símbolo de unión. Espero que los fideos de Okryukwan sirvan para volver a unir a las dos Coreas", observó el periodista Moon Suk.

Poco más de un mes después de la apertura del restaurante en Seúl el 3 de mayo, embarcaciones militares y pesqueras del Norte se enfrentaron con fuerzas de seguridad del sur en la línea fronteriza en el mar Amarillo.

El gobierno surcoreano informó del hundimiento de un torpedero norcoreano y daños a varios barcos el martes en un intercambio de artillería, pero no reniega de su "política del sol", como se denomina a la estrategia de acercamiento a Pyongyang tendiente a una reunificación.

Las dos Coreas están separadas desde 1948. Estuvieron en guerra hasta 1953, cuando se firmó un armisticio. La paz definitiva nunca fue acordada.

Las conversaciones en curso se desarrollan mientras la población de la comunista Corea del Norte sufre una intensa hambruna desde 1995, por la cual habrían muerto hasta dos millones de norcoreanos en un total de 22 millones, según el gobierno estadounidense.

El naengmyon es una de las comidas más típicas de Corea del Norte. Muchos norcoreanos lloraron de emoción cuando lo saborearon por primera vez tras años de residir en el Sur.

El ex primer ministro de Corea del Sur Chung Won-Shik, quien nació en Corea del Norte, visitó Pyongyang en 1991 y 1992 para participar en las conversaciones de paz, e insistió en visitar Okryukwan. "El naengmyon fue un encantador recuerdo de los fideos que me hacía mi madre cuando yo era un niño", comentó.

Hasta que Okryukwan abrió sus puertas en Seúl, ciudad repleta de restaurantes estadounidenses de comida rápida como McDonald's o Kentucky Fried Chicken, la única posibilidad de comer un "verdadero" naengmyon era ir hasta Pyongyang, según los conocedores.

Algunos empresarios gastronómicos nacidos en el Norte ya habían intentado hacer naengmyon en sus restaurantes en el Sur, pero no pudieron lograr su sabor original, imposibilitados de obtener los ingredientes norcoreanos.

Al menos eso es lo que afirman los concesionarios de Okryukwan de Seúl, que no sólo traen los fideos de Corea del Norte, sino también los utensilios, la vajilla y el talento del cocinero Park Su-nam, que aprendió a hacer naengmyon en el restaurante de Pyongyang.

El Okryukwan de Seúl es más agradable que el original de Pyongyang, una oscura sala con 700 camareros perteneciente al Estado y establecido en 1960.

Esta no es la primera vez que el restaurante norcoreano intenta abrir una concesión fuera de Pyongyang. Había hecho la prueba en China, pero tuvo que cerrar por la escasa demanda.

Ahora será diferente, ya que hay varios millones de nacidos en el Norte que se instalaron en el Sur durante la guerra de Corea y nunca pudieron volver a sus hogares de origen.

"Podremos hacer negocios en Corea del Sur mientras haya allí gente con nostalgia del sabor original del naengmyon", declaró un funcionario norcoreano.

Los coreanos del Norte que se instalaron en el Sur durante la guerra no pueden visitar su lugar de nacimiento debido a la intransigencia de Pyongyang. Se estima que unos cuatro millones de familias están separadas por el paralelo 38, línea del armisticio que hace las veces de frontera.

Corea del Norte rechazó la última oferta de Corea del Sur, que ofreció asistencia alimentaria a cambio de dar a las familias separadas por la guerra la posibilidad de reunirse.

La apertura de Okryukwan a cargo de la empresa Baron Trading Co. en Seúl fue objeto de duras discusiones. Los socios surcoreanos se negaron a pagar el siete por ciento de su facturación por concepto de derechos por franquicia a Pyongyang, que, al final, aceptó el 1,5 por ciento.

"Lo que nosotros les pagamos podría ayudar a Pyongyang a darse cuenta de que la marca" de Okryukwan "puede convertirse en una máquina de producir dinero", comentó un portavoz del Ministerio de Reunificación surcoreano.

Sin embargo, algunos surcoreanos rechazan la apertura de Okryukwan en Seúl precisamente porque los beneficios que reporta a Pyongyang, que se dedicaría entonces a fastidiar un poco más al Sur.

"Mi temor esa que el Okryu se convierta en una fuente de ganancias para el norte comunista", dijo un coreano del Norte residente en el Sur.

Kim Yong-baek, quien dirige la sucursal de Okyukwan en Seúl no piensa igual, se asoció con la casa central a través de compañías afiliadas al Chochongnyon, una sociedad de coreanos residentes en Japón que apoyan a Pyongyang.

El empresario surcoreano manifestó su esperanza de dirigir una fábrica de comida en Pyongyang e incluso de cultivar los ingredientes necesarios para fabricar naengmyon, para lo cual debería llegar a un acuerdo con el gobierno de Corea del Norte.

Mientras, los comensales declaran que casi no existe diferencia entre los fideos del Norte y los que se sirven en el Okryukwan en Seúl. Pero el gusto no es lo único que atrae clientes al restaurante.

Okryukwan satisface la tentación de "consolar nuestras lágrimas" por no poder visitar a los seres queridos en el Norte, según un editorial del diario Joong-Ang Ilbo. (FIN/IPS/tra-en/ap- cd/amy/cb/js/ceb/mj/ip cr/99

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