La política de "una nación, dos sistemas", aplicada por China desde que incorporó el territorio de Hong Kong como Región Administrativa Especial en julio de 1997, enfrenta una de sus pruebas más difíciles esta semana.
Una Comisión Permanente sobre la Ley Básica del Congreso Nacional del Pueblo (CNP, parlamento chino) comenzó a reunirse el martes para decidir sobre la solicitud del Poder Ejecutivo de Hong Kong de que reinterprete la "Ley Básica", que rige ese territorio.
El pedido se relaciona con una decisión tomada en enero por la Corte de Apelación Final (CAF) de Hong Kong, que otorgó derecho a vivir allí a personas nacidas en el continente cuyos padres, casados o no, hayan residido en la ex colonia británica, aunque fuera en forma transitoria.
El Poder Ejecutivo de Hong Kong afirmó que la decisión de la CAF tendría como consecuencia que más de 1,6 millones de chinos continentales inundaran el territorio, y pidió al CNP que reinterpretara la Ley Básica para impedir el cumplimiento de los dispuesto por el organismo judicial.
Abogados, académicos y políticos afirmaron que las deliberaciones de esta semana en Beijing socavan la independencia del Poder Judicial en Hong Kong.
Los críticos sostienen que el jefe ejecutivo (gobernador) de Hong Kong, Tung Chee-hwa realizó una invitación al gobierno directo de Beijing cuando acudió al CNP para resolver el problema.
Muchos otros, tal vez la mayor parte de la población de 6,7 millones de la Región Administrativa Especial, piensan que sin la ayuda de Beijing no será posible detener el flujo masivo de inmigrantes que llegan desde el continente, en busca de empleos y mejores condiciones de vida.
Una declaración redactada por un grupo de 13 académicos que se oponen a la medida de Tung acusó a los funcionarios de la Región Administrativa Especial de manipular la opinión pública, faltar el respecto al los poderes Legislativo y Judicial, y estimular sentimientos de hostilidad contra los inmigrantes.
"Estamos preocupados por la forma en que el gobierno manejó el tema. Decidieron tomar medidas sin realizar las consultas suficientes dentro de la sociedad", dijo a IPS Rowena Kwok, profesora de administración pública de la Universidad de Hong Kong y portavoz del grupo.
Los académicos afirmaron que el Poder Ejecutivo eligió adoptar una táctica alarmista, planteando un escenario de pesadilla de Hong Kong siendo repentinamente inundado por 1,67 millones de inmigrantes, y recalcando sólo el impacto negativo que esto tendría sobre los recursos del territorio.
"También estamos preocupados porque el gobierno parece pasar por encima del Poder Legislativo", agregó Kwok.
A su juicio, aunque la asamblea legislativa no se integra totalmente por elección de los ciudadanos, es más representativa que el Poder Ejecutivo, ya que éste "carece de un mandato popular y no es elegido por la gente".
En una encuesta entre 803 personas realizada por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad China de Hong Kong a comienzos de este mes, 80 por ciento de los consultados dijeron que sus opiniones sobre la inmigración estaban influenciadas por los datos que divulgó el gobierno al respecto.
En el mismo sondeo, 23 por ciento de los entrevistados afirmaron que habían decidido apoyar la decisión del Poder Ejecutivo luego de conocer esos datos.
La encuesta pareció confirmar la opinión de que una población que lucha por superar los efectos de la peor recesión en décadas y ón que lucha por superar los efectos de la peor recesión en d<<130