ASIA: Caravana en Europa contra la globalización

Unos 500 agricultores de Asia meridional se encuentran en Europa en el marco de la Caravana Intercontinental 99, una gira por nueve países organizada por activistas del Norte industrial y del Sur en desarrollo contra la globalización, el libre comercio y el monopolio de las compañías privadas.

Los 36 agricultores que llegaron a Gran Bretaña y activistas de las sociedades civiles de este país marcharon el viernes y el sábado por las calles de Londres. El viernes realizaron una audiencia pública sobre "El pueblo contra las compañías privadas".

Muchas mujeres, como Kumud Chowdhary de India, se unieron a la caravana a pesar de que eso significó dejar sus hogares, familias y pueblos por primera vez. Empacaron panes, especias y conservas para su viaje en avión.

"Mi marido se ocupa de nuestra granja de ocho hectáreas y de nuestros hijos, mientras yo estoy aquí para 'Matar a Monsanto' antes de que (la transnacional de alimentos) mate a familias como la mía", bromeó Kumud.

Kumud cultiva mostaza y trigo, y nunca había oído hablar de alimentos modificados genéticamente o de la firma estadounidense Monsanto hasta que supo de la caravana.

"Compartimos problemas respecto de la granja. Pero aquí tienen mucha agua mientras en casa escasea, y las muchachas deben abandonar la escuela en edad temprana para colaborar en los trabajos de la casa y del campo", señaló, confiando en la utilidad del encuentro con mujeres europeas.

"Estamos aquí para terminar con las políticas económicas represivas del norte, que violentan nuestra cultura, destruyen nuestros recursos y nos someten a la esclavitud", declaró Ajmer Singh Lakhowal, presidente del Sindicato Bharatiya Kissan.

Muchos granjeros, como Lakhowal, invirtieron los ahorros de toda su vida para comprar los pasajes de avión más baratos que encontraron. Algunos consiguieron el dinero en sus respectivos sindicatos o entre los pobladores de su región, y otros pidieron préstamos.

"Esta es una situación límite. Hemos sido tratados como meras estadísticas y todas las políticas no hicieron sino beneficiar a los ricos, indiferentes al bienestar de los pobres, los trabajadores y los agricultores. Estamos aquí para reescribir la historia del futuro", proclamó.

La caravana, que consta de 11 autobuses, pasará por Alemania, Bélgica, República Checa, España, Francia, Gran Bretaña, Italia, Polonia y Suiza.

Los participantes de la caravana se manifestarán frente a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Ginebra, la Comisión Europea en Bruselas, y la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo en París.

Luego se presentarán en la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) que se realizará en Alemania a mediados de este mes.

El G-8 está formado por los siete países más industrializados del mundo, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón, más Rusia.

"Descubrimos, al reunirnos con los agricultores del Norte, que si bien la Unión Europea y los gobiernos del G-8 están a favor de la OMC, los granjeros de esa región están siendo explotados", afirmó Lal Shankar Upadhyaya, vicepresidente de Gujarat Khedut Samaj.

"Se trata de una lucha de la agricultura indígena y el sistema tradicional contra la tecnología genética y el libre comercio del norte", aseguró.

Lakhowal también atacó los intentos de incluir cultivos modificados genéticamente entre las regulaciones de propiedad intelectual de la OMC.

"Las semillas manipuladas genéticamente atentan contra todos los cultivos de los países tropicales. Están robando y creando híbridos, que luego nos venden a nosotros. Aseguran que pueden crear una semilla de trigo que se pueda cosechar en 10 días, en lugar de los seis meses habituales", protestó.

"Esto va contra la naturaleza y puede extenderse infinitamente. Es más peligroso que nunca porque la OMC legaliza la explotación", advirtió.

Cuando visitaron Alemania, los agricultores alemanes se quejaron de la influencia de las multinacionales en su país, y de que los bancos, las instituciones financieras y las compañías privadas usurparon sus tierras y semillas.

También hubo quejas sobre las regulaciones comerciales que prohíben el subsidio a los agricultores de los países en desarrollo, mientras los subsidios son la clave de las políticas agrícolas de Europa.

Los agricultores recalcaron que el promedio de subsidios de un campesino europeo equivale a 60 por ciento de sus ingresos, mientras un cultivador de India recibe sólo tres por ciento.

Los organismos internacionales y las compañías privadas "se adueñaron de las semillas y de los recursos, y así nos volvimos dependientes. En Nepal, el agua, que siempre fue de la comunidad, fue privatizada", informaron Neeru Shrestha y Gopal Siwakoti Chintan del Instituto Internacional de Derechos Humanos, Ambiente y Desarrollo.

"Hoy estamos reunidos aquí para hacer que el sueño del (líder de la independencia de India Mahatma) Gandhi se haga realidad. Al enfrentarnos al flagelo de la privatización, debemos luchar para que resurja el movimiento cooperativo", exhortó Karuna Ben Bharuch, desde un centro en Londres donde estuvo alojado Gandhi en 1931.

La agitación de los campesinos de India se remonta a 1982, cuando protestaban contra las cláusulas discriminatorias del entonces Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles (GATT), que luego se convirtió en la OMC.

India y otros 59 países restringieron la introducción de patentes en la OMC cuando se introdujeron en la década del 90, pero las presiones políticas y financieras derrotaron la resistencia.

"En 1994, cuando la OMC dijo al mundo en desarrollo 'tómenla o déjenla' (a la propuesta), India se rindió a la presión y aceptó. Por lo tanto, bajo el peso de los préstamos fuimos 'legítimamente' esclavizados de por vida", sostuvo el profesor Manjit Singh Kadian, secretario general del Punjab.

La idea de la gira europea fue concebida por la Asociación Estatal de Agricultores Karnataka, de India, que el año pasado lanzó la "Operación: Cremar a Monsanto". El profesor Nanjundaswamy, que fue el principal organizador, no consiguió la visa para entrar a Gran Bretaña.

Muchos agricultores no pudieron salir de su país debido a complicados requisitos de visa. Pero los que lograron viajar están decididos a reclamar su derecho a vivir en este planeta y cuidarlo. (FIN/IPS/tra-en/nb/ak/ceb/aq/dv-if/99)

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