El arte de contar cuentos fue considerado durante siglos la base de la tradición y los valores morales en Senegal, pero prácticamente ha desaparecido de las ciudades de este país africano.
"En los asentamientos urbanos, el fuego del hogar y la voz del narrador quedaron aplastadas por el peso del cemento y los materiales modernos de la construcción", se lamentó Boubacar Barry, profesor de historia de la Universidad Cheikh Anta Diop, en Dakar.
El narrador de cuentos de la aldea, los abuelos, el patio interior, la leña en la chimenea hogareña, la brisa y la serenidad de los atardeceres son todos elementos de un ambiente donde la tradición fue trasmitida de generación en generación.
"Sin un gran patio donde forjar relaciones y la gente pueda vincularse socialmente, nuestras nuevas y abarrotadas viviendas alientan el aislamiento y la falta de comunicación entre miembros de la sociedad", expresó Raphael Ndiaye, un estudioso senegalés.
La influencia de la televisión es señalada como una de las principales causas de la desaparición de los narradores de cuentos.
"En los asentamientos urbanos las familias se agrupan todas las tardes en torno a la televisión, de modo que debemos reintroducir la narración de cuentos solo a través de este indiscutido medio de entretenimiento", propuso Babakar Mbaye, presidente de la Asociación de Narradores de Cuentos y Artistas de la Palabra Hablada.
Incluso más preocupante resulta la desaparición del narrador de cuentos, que no solamente está restringuida al ambiente urbano sino tambien al asentamiento rural.
"Hay aldeas donde la narración de cuentos virtualmente dejó de existir a pesar de que grandes narradores todavía viven allí", dijo Mbaye.
Mbaye cree que la desaparición del narrador de cuentos privará a la sociedad de un importante elemento de instrucción. "Es un arte y una herramienta de enseñanza que surge naturalmente de la vida familiar en el campo", explicó.
"El propósito de los cuentos fue entretener a los niños durante los atardeceres y, de paso, para enseñar. El grupo a menudo se reúne en torno al abuelo o la abuela que interpretan el papel del narrador de cuentos", añadió Mbaye.
El grupo de Mbaye intenta revivir la tradición oral senegalesa mediante la organización de programas de narración de cuentos en las escuelas.
Según los estudiosos, la llegada de tecnologías digitales en Africa ayudaría a salvar el arte de contar cuentos. "Tenemos que reinventar las tardes tradicionales mediante los medios de comunicación", aconsejó Saydi Sow, un escritor.
"La revolución de la frecuencia modulada ofrece una tradición oral, que siempre ha sido el hijo adoptivo del todopoderoso mundo escrito, una suerte de venganza", acotó Ndiaya.
Ndiaya se refirió a la red campesina de radios locales, un conjunto de 40 emisoras en la región subsahariana unidas para salvaguardar y diseminar la tradición oral en las comunidades a las que sirve.
"La iniciativa que podrá salvaguardar y transmitir la tradición oral así como mitos, cuentos y leyendas, es la emisión digital por satélite", destacó Ndaye durante una conferencia organizada en Dakar. (FIN/IPS/tra-en/aa/nrn/sz/mn/ego/aq/cr/99)
