Jubileo 2000, una coalición internacional de organizaciones no gubernamentales que pide la condonación total de la deuda de los países pobres, dijo que la propuesta del G-8 en la materia es tardía e insuficiente, especialmente para Africa.
La economía africana sufrió un colapso y sufre una sostenida escasez de fondos para combatir la pobreza, a causa de la liberalización del comercio, la caída del precio de los productos básicos, y términos de intercambio comercial crecientemente desfavorables con el resto del mundo, señaló Jubileo 2000.
El Grupo de los 8 (G-8), integrado por los siete países económicamente más poderosos (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón) y Rusia, formuló su propuesta de alivio de la deuda durante la cumbre que realizó en Colonia, Alemania, entre el 18 y el 20 de este mes.
La propuesta fue anular 70.000 millones de dólares de la deuda de los 41 países más pobres del mundo, cuyo endeudamiento total asciende a 214.000 millones de dólares.
La condonación parcial se aplicará solamente a los países en los que rija el derecho, se observen los principios del Estado de bienestar, y se desarrollen programas de reforma propuestos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
Jubileo 2000 calculó que el resultado de esta iniciativa será que cada habitante de los países más afectados por el endeudamiento sea eximido de pagar tres dólares por año, cuando en esas naciones el promedio de la deuda por habitante y por año es 573 dólares anuales.
De los 41 países candidatos a ser beneficiarios del programa, 32 son de Africa. Pero los gobiernos que quieran acogerse a la iniciativa deberán contar con una sólida trayectoria en cuanto al manejo financiero y demostrar que tienen al menos cinco años de manejo fiscal prudente.
La propuesta de Colonia está destinada a los mismos países que el programa para los países pobres altamente endeudados iniciado por el Banco Mundial y el FMI en 1996, e impone condiciones similares.
Sólo cuatro países africanos, Burkina Faso, Costa de Marfil, Mozambique y Uganda, fueron seleccionados como beneficiarios del programa de 1996. Los países africanos deben 260.000 millones de dólares, lo cual equivale casi al producto interno bruto del continente.
Africa es el hogar de 10 por ciento de la población mundial y el proveedor de la mitad de los productos básicos del mundo. Tiene el segundo depósito mundial de cobalto y los mayores depósitos de oro, platino, diamantes y cromo.
Cerca de 75 por ciento de los ingresos por exportaciones de Africa subsahariana provienen de productos básicos, y los precios internacionales de estos productos han caído sustancialmente.
La goma disminuyó 65 por ciento de su precio en 1995, mientras el níquel, el cobre y otros metales básicos redujeron su precio a la mitad. El petróleo llegó a un precio de 12 dólares por barril en 1998, el más bajo en 12 años. En 1997 el precio del barril había sido 22 dólares.
El oro está en su peor precio de los últimos 20 años. La caída comenzó en 1996, cuando la onza costaba 400 dólares. Ahora, la onza vale 258 dólares.
El primer ministro etíope, Meles Zenawi, afirmó que los programas de alivio de la deuda no ayudan a Africa a incorporarse al mercado mundial, sino que son "un látigo" para obligarla a aceptar "la ortodoxia económica del llamado 'consenso de Washington', que promueven algunas instituciones financieras internacionales".
El efecto a corto plazo que tuvo la globalización en Africa fue devastador.
"Hasta ahora las cosas fueron más malas que buenas, ya que los agricultores y la industria africana quedaron en la cuerda floja", sostuvo Beth Mugo, del Consejo para el Fortalecimiento Económico de las Mujeres de Africa, con sede en Nairobi.
Según un informe de este año de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Africa, la mayoría de los países africanos carece, pese a su crecimiento económico reciente, de lo fundamental para lograr un crecimiento sustentable, que se acerque a las metas internacionales de reducción de la pobreza.
Para enfrentar la crisis hay que "aliviar la deuda actual y permitir la entrada de los productos semiindustrializados de Africa en los mercados del Norte, no porque estemos a su altura sino para dar a nuestras industrias una oportunidad de desarrollo", sostuvo Tayo Fakiyesi, de la Universidad de Lagos.
Fakiyesi recalcó que cualquier paquete de ayuda destinado a Africa debería incluir un acceso preferencial a los mercados mundiales, como el que se decidió en la Convención de Lomé.
En esa oportunidad, la Unión Europea firmó un acuerdo de comercio preferencial con los países de Africa, el Caribe y la zona del Pacífico, que pronto deberá volver a negociarse.
El crecimiento económico de Africa quedó casi estancado entre 1980 (293.000 millones de dólares) y 1995 (297.000 millones), mientras el sur y el sudeste de Asia, América Latina y el Caribe casi duplicaron el suyo. (FIN/IPS/tra-en/gm/mn/ceb/mp/if dv/99