YUGOSLAVIA: ¿Quién está a cargo del proceso diplomático?

La ofensiva aérea de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra Yugoslavia ingresa hoy en su séptima semana, pero la solución del conflicto sigue esquiva, a pesar de las gestiones diplomáticas.

Entre los mediadores que visitaron Belgrado en los últimos días se encuentran el ex primer ministro ruso Viktor Chernomyrdin, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, y Jesse Jackson, dirigente del movimiento por los derechos civiles de Estados Unidos.

Otros funcionarios de alto rango, como el canciller (jefe de gobierno) alemán Gerhard Schroeder, participan en la búsqueda de una solución diplomática a la crisis, y se espera que Annan designe esta semana a dos enviados de la ONU para que se ocupen de la cuestión de Kosovo.

A pesar de todo ese movimiento, el conflicto se está convirtiendo en algo terriblemente previsible.

A diario, los aviones de la OTAN bombardean Yugoslavia y las tropas de ese país expulsan cientos de habitantes albaneses de la provincia serbia de Kosovo.

Los refugiados kosovares cuentan historias terribles de asesinatos y violaciones a manos de los soldados de Yugoslavia, y en algunas ocasiones la OTAN confiesa que sus aviones mataron por accidente a civiles yugoslavos.

Mientras se profundiza la brecha que separa a las gestiones diplomáticas de los bombardeos y la limpieza étnica, funcionarios de la ONU se preguntan quién controla el proceso de negociaciones.

Algunos sospechan que es el presidente estadounidense Bill Clinton, quien declaró el lunes que para interrumpir los bombardeos sería necesario que Belgrado "acepte los principios básicos".

Cuando Clinton habla de "principios básicos", se refiere al retiro de las fuerzas yugoslavas de Kosovo, de donde más de 600.000 albaneses fueron expulsados en las últimas semanas, y al despliegue en esa provincia de una "fuerza de seguridad internacional creíble en la cual la OTAN tenga un papel".

Tanto Chernomyrdin como Jackson pidieron a Clinton que busque una solución diplomática al conflicto, poniendo en evidencia el papel central que ejerce el presidente de Estados Unidos en la crisis.

El martes, Annan discutió la cuestión de Kosovo con Chernomyrdin, quien se había reunido con Clinton en Washington el lunes. Luego el secretario general recibió a Jackson, quien negoció la liberación por parte de Belgrado de tres soldados estadounidenses capturados por fuerzas yugoslavas.

En una vaga declaración sobre el encuentro entre Annan y Chernomyrdin, la ONU señaló que ambos "identificaron cierta cantidad de áreas en las cuales podrían ser necesarias consultas con algunos países", y "acordaron que seguirían trabajando juntos".

Chernomyrdin tampoco aclaró mucho cuál podría ser el plan de paz, limitándose a declarar que "es muy importante que la ONU tome parte en el asunto" y que Moscú aceptará la presencia internacional en Kosovo si Belgrado también lo hace.

La ONU no hizo comentarios sobre las gestiones diplomáticas de Rusia, que incluyen la idea de que se establezca en Kosovo una misión del foro mundial, aunque no necesariamente una en la cual predomine la OTAN.

En privado, funcionarios de la ONU señalaron que las gestiones que lleva adelante Moscú podrían conducir a una salida.

Annan "es muy consciente del sentimiento generalizado, que él comparte, de que Rusia tiene un papel fundamental en la búsqueda de una solución negociada a la crisis de Kosovo", dijo un alto funcionario de la ONU que no quiso ser identificado.

El funcionario añadió que si bien la solución requerirá un "largo, extenuante y complejo proceso", algunas iniciativas han llevado más cerca de un acuerdo tanto a la OTAN como a Yugoslavia.

En su opinión, las condiciones de ese acuerdo serían tres: que Belgrado retire a la mayoría de sus fuerzas de seguridad de Kosovo, un acuerdo sobre algún tipo de fuerza de mantenimiento de la paz (aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU), y el inicio de negociaciones sobre el estatuto futuro de la provincia.

Según el funcionario, Belgrado ya señaló su disposición a disminuir la presencia de sus tropas en Kosovo, llevándola a los niveles previos a la crisis, y podría aceptar el establecimiento en la provincia de una fuerza de paz de la ONU con armas ligeras, en la cual no participe la mayoría de los miembros de la OTAN.

El envío de una misión de la ONU requiere la aprobación de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia), o al menos que ninguno de ellos lo vete. China y Rusia ya han indicado que sólo aceptarán una propuesta que sea acordada con Belgrado.

El funcionario agregó que cualquier decisión del Consejo de Seguridad sobre una fuerza de mantenimiento de la paz probablemente sea "cocinada previamente" por los cinco países con poder de veto, para garantizar su aprobación unánime.

Pese a todos esos planes para el envío de una misión de la ONU, y también para una eventual "administración provisoria" de Kosovo, la situación sobre el terreno no ha cambiado.

Por otra parte, Clinton permanece en el asiento del conductor mientras se desarrollan las iniciativas diplomáticas.

El presidente no accedió al pedido de Jackson de una pausa en los bombardeos a cambio de la liberación de los soldados estadounidenses Steven González, Andrew Ramírez y Christopher Stone. La OTAN siguió atacando centrales eléctricas de Yugoslavia y sumió en la oscuridad a la mayor parte de ese país.

Jackson declaró el martes, tras su reunión con Annan, que Clinton debe tomar la iniciativa de negociar directamente con el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic y forjar una solución diplomática.

"La pérdida de vidas, la perturbación causada y el dolor padecido merecen gestiones diplomáticas del más alto nivel. Cuando hablamos, hacemos que ocurran cosas", expresó, reiterando que Milosevic había propuesto un encuentro de ambos presidentes y Clinton lo había rechazado.

El presidente de Estados Unidos también se mostró duro en sus negociaciones con Chernomyrdin, sin bien ahora Clinton habla de una fuerza de mantenimiento en la cual la OTAN "tenga un papel", y ya no de una liderada por la alianza.

El papel decisivo de Clinton en cualquier proceso de paz podría ser, en realidad, un factor favorable al fin de los ataques aéreos.

El mandatario es notoriamente muy sensible al resultado de las encuestas, y se ha informado que le preocupa el descenso de 10 por ciento en la aprobación de su gestión desde que comenzaron los bombardeos de la OTAN.

Como Clinton se muestra poco dispuesto a iniciar un ataque terrestre en Yugoslavia, la Casa Blanca pronto podría "darle una oportunidad a la paz", según dijo Trent Lott, el líder de la mayoría (del opositor Partido Republicano) en el Senado estadounidense, quien se opone a la intervención en Kosovo. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/ego/mp/ip/99)

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe