YUGOSLAVIA: China no negocia hasta que cesen ataques de la OTAN

China no considerará el acuerdo de paz para Yugoslavia acordado por Estados Unidos, sus aliados y Rusia, reunidos en el Grupo de los Ocho (G-8), hasta que cesen los bombardeos de la OTAN contra territorio yugoslavo, declaró hoy el presidente chino Jiang Zemin.

Las declaraciones de Zemin tuvieron lugar en una reunión este martes en Beijing con el enviado especial ruso para los Balcanes, Viktor Chernomyrdin.

"La condición previa (para negociar el asunto) es el cese inmediato de los ataques aéreos de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), de otra manera no hay nada para discutir", declaró un portavoz del ministerio de relaciones exteriores de este país.

El canciller (jefe de gobierno) alemán Gerhard Schroeder también llegó a Beijing este martes. Su visita en un principio se iba a concentrar en el comercio y otras cuestiones de economía, pero ahora sin duda tratará sobre el conflicto de Yugoslavia.

La respuesta que Jiang dio a Chernomyrdin, luego de que el viernes la OTAN bombardeara por error la embajada china en Belgrado, dejó a Rusia sin respuestas para encontrar una solución a la guerra.

El mensaje de China es que Beijing no debe ser ignorado ni intimidado por el G-8, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón, los siete países más industrializados del mundo, y Rusia.

El apoyo de Beijing es necesario para que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) apruebe el plan de paz del G-8 que incluye la instalación de una fuerza del foro mundial en Kosovo, el retiro de las fuerzas yugoslavas y el retorno de los refugiados albano-kosovares.

Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, China tiene poder de veto sobre toda iniciativa presentada ante el organismo.

Para mejorar las relaciones con Estados Unidos y sus aliados, China exige que Washington brinde una disculpa abierta, oficial y formal al gobierno y al pueblo chinos y a los familiares de los tres muertos por el bombardeo en la embajada, declaró el canciller Tang Jiaxuan.

El presidente estadounidense Bill Clinton ya se disculpó dos veces por el ataque, y sus declaraciones televisadas fueron transmitidas por la televisión china.

Así mismo, Beijing pretende que la OTAN realice una investigación completa del ataque por error, que la alianza militar asegura se basó en un mapa sin actualizar, que publique sus resultados y que "castigue severamente" a los responsables.

Muchos analistas opinan que, en realidad, China está dejando espacio para la negociación, pero sólo después de que Estados Unidos y sus aliados reciban el mensaje.

China está en una posición de fuerza, sobre todo cuando muchos países, incluso en Asia, están preocupados por el ataque por error a la embajada y se preguntan cuáles son los objetivos de la guerra que el miércoles comienza su octava semana.

"El efecto de cada bomba arrojada por error ha sido el gradual aumento de la intensidad de las protestas contra la estrategia" de la OTAN, señaló un editorial del diario de Hong Kong South China Morning Post.

Los países asiáticos condenan los abusos del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, pero como muchos otros en el mundo, consideran que Estados Unidos "toma parte en una guerra sin tomar riesgos propios", afirmó este martes el diario de Bangkok The Nation.

En Beijing, los medios de comunicación siguen lanzando sus dardos contra el bombardeo de la embajada. El China Daily lo calificó de "crimen de guerra" contra este país.

Pero las protestas, en las que se lanzaron piedras contra las embajadas de Estados Unidos y Gran Bretaña, se habían atenuado este martes luego de que las autoridades comenzaron a preocuparse por las dificultades que tenían para controlar a los grupos de manifestantes.

Muchos expresaban su ira contra Estados Unidos, pero otros lo hacían contra lo que consideraban la débil respuesta de Beijing al bombardeo.

"Esto se trata de la hegemonía (estadounidense) y Estados Unidos se atrevió a atacar a China, así que China debe reaccionar", dijo Xiao Lu, un estudiante de la Universidad de Beijing.

"China está jugando un buen partido", destacó Zhang Fu, estudiante de la Universidad del Pueblo.

Por un lado, afirmó, el gobierno consiguió el respaldo del pueblo a pocos días del décimo aniversario de la masacre de Tiananmen, el 4 de junio, cuando el ejército abrió fuego contra manifestantes por la democracia y mató a cientos de ellos.

Por otro, en su actitud contra el ataque de la OTAN obtuvo el respaldo de muchos países en desarrollo, agregó.

"Con esta reacción, China jugó una carta de triunfo para utilizar contra los países que le cuestionan su conducta en materia de derechos humanos", aseguró Zhang.

Muchos creen que China puede utilizar el error de la OTAN como instrumento para defender sus intereses en diversos ámbitos.

Hasta el momento, Beijing suspendió los contactos oficiales con Estados Unidos con respecto de los derechos humanos, el control de las armas y la proliferación nuclear.

Pero los analistas recuerdan que aunque existe el riesgo de que se debiliten las relaciones con Estados Unidos, la mayoría de los dirigentes chinos creen que el bienestar de este país depende de la estabilidad de los vínculos con Washington y sus aliados.

Por tanto, la disculpa oficial y la investigación del incidente que exige China no parece imposible de conseguir, y se considera un "camino medio" que permite una solución satisfactoria para todos.

Algunos creen que China utilizará el ataque de la OTAN para ingresar con mayor comodidad a la Organización Mundial del Comercio. (FIN/IPS/tra-en/js-pa/js/aq/ip/99

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