TIMOR ORIENTAL: Violencia actual no permitiría votación justa

Funcionarios de la ONU reconocen que los enfrentamientos en Timor Oriental son tan graves que la votación sobre el futuro del territorio ocupado por Indonesia no sería libre ni justa si se realizara hoy, pero también confían en que la violencia cese pronto.

Según acuerdos firmados el miércoles por los cancilleres de Indonesia y Portugal, Alí Alatas y Jaime Gama, y el secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Kofi Annan, los 840.000 habitantes de Timor Oriental podrán elegir el 8 de agosto entre la autonomía o la independencia.

Sin embargo, muchos funcionarios de la ONU reconocen en privado que las amenazas y los asesinatos en Timor Oriental, atribuidos a fuerzas paramilitares que apoyan la integración con Indonesia, impedirán que los votantes se pronuncien con tranquilidad.

Pero esta situación podría cambiar pronto. Después de los acuerdos del miércoles, los diplomáticos de la ONU comenzaron a hacer planes para organizar una consulta popular libre y justa.

Portugal, ex potencia colonial de Timor Oriental, prometió una contribución de 10 millones de dólares a un fideicomiso de la ONU para la votación, que equivale a un tercio de su costo estimado.

Australia y Japón, los dos principales socios comerciales asiáticos de Indonesia, prometieron enviar policías a la isla del Pacífico, y Brasil también ofreció enviar agentes.

También se considera la colaboración de Alemania, país donde se educó el presidente indonesio Bacharuddin Habibie y con el que aún mantiene lazos estrechos, Gran Bretaña, Estados Unidos y Filipinas para integrar el equipo de la ONU que supervise la consulta popular.

Esas expresiones de apoyo son la mejor garantía que tienen los timorenses de que la votación no se frustre por la violencia de las últimas semanas, según fuentes de la ONU.

Un alto funcionario, que pidió reserva sobre su identidad, dijo que Yakarta intentará detener la violencia debido a que la fuerza policial internacional tendrá agentes de países con fuertes lazos con Indonesia, posiblemente incluso de Estados Unidos, su principal proveedor de armas.

Habibie también es sincero en sus esfuerzos para garantizar una votación libre y justa en Timor Oriental, aunque algunos militares indonesios no lo son, afirmó el funcionario.

Por los acuerdos del miércoles, los militares indonesios son responsables de garantizar la seguridad el 8 de agosto, aunque tendrán la ayuda de "funcionarios policiales civiles" proporcionados por la ONU, cuya cifra se calcula entre 600 y 900.

Annan dijo que esos funcionarios no estarían armados, aunque se espera que Yakarta los autorice a llevar armas pequeñas como defensa personal.

Deberán, según los acuerdos, "actuar como asesores de la policía indonesia" y "supervisar la escolta de las urnas y las papeletas desde y hacia los centros de votación".

Pero, en palabras de José Ramos Horta, líder timorense a favor de la independencia y ganador del Premio Nobel de la Paz, "sería como pedirle (al presidente iraquí) Saddam Hussein que garantizara la seguridad de los kurdos", minoría perseguida en Irak.

Charles Scheiner, representante ante la ONU de la Federación Internacional por Timor Oriental, afirmó que debido a que "los militares son parte del conflicto", no se puede confiar en Yakarta como fuerza neutral para desarmar a los combatientes y mantener la paz antes de cualquier votación.

Agregó que la policía de la ONU propuesta para Timor Oriental debería ser "10 o 20 veces mayor" que el cuerpo de varios cientos de funcionarios que se prevé.

Sin embargo, la ONU está presionada por el deseo de todas las partes, notablemente de la propia Yakarta, de que la consulta se haga lo antes posible.

Annan tuvo que confiar en la cooperación del gobierno de Habibie, ya que Indonesia es contraria a permitir una fuerza de paz y es poco probable que la mayoría de las naciones proporcionara rápidamente un número importante de soldados.

Esa cooperación es confiable, según el alto funcionario de la ONU. Habibie, como también admitió Ramos Horta, quiere solucionar la cuestión de Timor Oriental en los próximos meses, especialmente con las elecciones generales indonesias fijadas para junio.

Masacres ocurridas en la capital timorense, Dili, y en los pueblos de Suai y Liquica, hacen temer a activistas por los derechos humanos que líderes del ejército indonesio estén armando a las milicias timorenses para acosar a los independentistas.

Si continuaran haciéndolo cuando los supervisores policiales llegaran, estarían burlándose de algunos de los países de los que depende Yakarta, observaron funcionarios de la ONU. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/at/aq/ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe