SUDAFRICA: Mbeki, el hombre que será presidente

Tabo Mbeki, el hombre que probablemente será el próximo presidente de Sudáfrica, es descripto como afable pero reservado, cordial si bien enigmático, y el político cuyo momento ha llegado.

Ya fue el príncipe heredero durante demasiado tiempo.

Mbeki fue señalado en el exilio para hacerse cargo de la jefatura del gobernante Congreso Nacional Africano (CNA) por su ex titular, Oliver Tambo, el amigo más cercano del presidente Nelson Mandela y su compañero en la lucha contra el apartheid.

Mbeki es hijo de otro de los líderes del CNA, Govan Mbeki, quien le dio a Tabo las credenciales de libertador que evidentemente tienen peso en el partido y sus afiliados.

Algunos pueden decir que la fortaleza de Mbeki reside en que no es candidato de ningún distrito electoral en particular dentro del CNA o en la alianza tripartita con el Congreso de Sindicatos de Sudáfrica (Cosatul).

"No tengo ninguna circunscripción electoral. Es algo afortunado que se relaciona con la tarea que debí desempeñar durante años en el CNA, cubriendo todos los elementos de la lucha y el trabajo diplomático, o la construcción de las estructuras del partido", declaró en 1995 al diario The Star.

Mbeki, de 57 años, siempre gozó de la confianza de la comunidad diplomática. Muchos diplomáticos occidentales creen que tiene buena disposición para encarar los asuntos más complicados. Sus viajes a Europa y Estados Unidos para promover inversiones tuvieron resultados positivos.

Sin esas inversiones, las esperanzas domésticas de Sudáfrica, sin contar sus ambiciones para la región de Africa Austral, no tendrían ninguna base, comentó el economista Mike Elias.

Los diplomáticos africanos en Pretoria tienen razón al esperar una política exterior más activa sobre el continente bajo el gobierno de Mbeki. Las señales son buenas porque se le atribuye en gran medida el activo compromiso asumido por Sudáfrica en la subregión.

Mbeki se esforzó por consolidar su posición en el partido. Junto con su segundo, Jacob Zuma, epitomizan una tradición de exiliados del CNA combinada con una mentalidad económica pragmática; mientras Terror Lekota, el presidente del partido, representa la democracia abierta y la movilización de la jerarquía interna de los años 80.

El secretario general Kgalema Mothlante simboliza el liderazgo de la clase obrera, y su segundo Thenjiwe Mthintso, el pensamiento de izquierda del Partido Comunista Sudafricano.

Mientras, el tesorero Mandi Msimang, el más anciano de los funcionarios electos, lleva consigo el respeto y la dignidad de una generación casi pasada.

El hecho más dramático, si bien improbable, que podría surgir en la sucesión de Mbeki, es la rotura de la alianza que formó el CNA. La Constitución inhibe a los parlamentarios de romper las filas partidarias, pero las tensiones actuales, así como también aquellas ideológicas y personales, probablemente se agudizarán.

Según Patrick Modise, un autorizado analista político, Mbeki es un hábil manipulador político que ha logrado consolidar su poder amalgamando a distintos grupos de partidarios.

"Su base de poder incluye a algunos de los más complejos pensadores del partido, ejecutivos de empresas, sindicalistas y militantes, así como comunistas actuales y antiguos", apuntó.

Modise dijo que, mediante un acuerdo logrado el año pasado, el Partido Comunista aceptó abstenerse de criticar la política económica y, a cambio, se le permitió controlar en gran medida la campaña del CNA para asegurar que sus candidatos sean más prominentes que nunca en las listas del partido.

Modise piensa que sólo se trata de una tregua por la duración de la campaña electoral.

"Mbeki… es un maniático del control", afirmó Zwelakhe Mosi, investigador político de Organisational Research and Development Associates. "El no tolera fácilmente que los comunistas tengan tanto poder", opinó.

Hay dos factores importantes. El primero es la necesidad de vínculos personales dirigidos más a la compatibilidad con el estilo personal de Mbeki que a las amistades.

El segundo es el equilibrio. Mbeki ha construido cuidadosamente su entorno para incluir representantes de todas las facciones políticas importantes: trabajo, negocios, mujeres y jovenes.

Los indisciplinados e incontrolables quedan afuera. Ya no son sólo los comunistas los que ofrecen control y disciplina dentro del CNA; ese papel fue asumido ahora por el círculo de Mbeki.

Tanto Mbeki como los comunistas deben enfrentar la posibilidad de que después de las elecciones se produzca un deterioro de sus relaciones.

Mbeki, el único candidato presidencial del CNA en los comicios del 2 de junio, también logró retener a nacionalistas y africanistas como Peter Mokaba, viceministro de Asuntos Ambientales y Turismo y ex líder juvenil del partido, además de Winnie Mandela y Wally Serote, escritor, poeta y activista cultural.

Ese grupo abarca una mezcla de retórica popular e ideas precocidas que tienden a enlazar los temas de moda, pero su fuerza radica en que atraen muchos más votos que los elementos intelectuales del partido. (FIN/IPS/tra-en/jb/mn/ego-mlm/ip/99

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