MEXICO: Oposición niega credenciales democráticas al PRI

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), gobernante en México durante sus 70 años de existencia, afirmó que es democrático y anunció que elegirá su candidato presidencial en votación abierta, pero sus detractores califican estas declaraciones de maquillaje.

El partido acusado de gobernar con autoritarismo y fraudes electorales anunció el lunes que no será el presidente saliente quien designe al candidato a sucederlo, como era su tradición, sino los simpatizantes y militantes en comicios primarios programados para el 7 de noviembre.

Con la decisión, a la que el PRI llegó en parte obligado por cincunstancias políticas adversas, según reconocieron algunos de sus dirigentes, éste es el primer partido mexicano que define cómo elegirá al candidato que competirá para suceder a Ernesto Zedillo, quien termina seis años gestión en diciembre del 2000.

En una maratónica sesión de más de nueve horas, el Consejo Político Nacional del PRI acordó que sus precandidatos, que hasta el momento suman cinco, interrumpan la propaganda en curso y limiten su campaña proselitista de agosto a noviembre.

El PRI destierra ahora y para siempre la designación del candidato oficialista por parte del presidente saliente, práctica conocida como "dedazo", afirmaron sus dirigentes tras hacer una autocrítica pública por las prácticas autoritarias del pasado.

Pero el PRI, con una cultura autoritaria, encontrará la forma de hacerse un fraude, señalaron líderes de los opositores Partido Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), que, según las encuestas, cuentan con fuerte respaldo ciudadano hacia los comicios del 2000.

En 1997, los dos partidos arrebataron por primera vez al otrora invencible partido gobernante la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados.

Las elecciones primarias se realizarán, "pero con su candidato ahí" decidido de antemano "para protegerlo", dijo el precandidato presidencial Vicente Fox, del conservador PAN. "Va a presentarse el dedazo. No hay nada nuevo", agregó.

"Vamos a ver qué nos dice la práctica. Yo sigo pensando que será Zedillo quien decida quién es el candidato. Dudo mucho que Zedillo vaya a dejar de tomar la decisión", expresó, por su parte, Cuauhtémoc Cárdenas, precandidato del centroizquierdista PRD.

Fox, gobernador del estado central de Guanajuato, y Cárdenas, alcalde de la capital, ocupan los dos primeros lugares en las encuestas presidenciales realizadas las últimas semanas por diversos medios de comunicación mexicanos, que los ubica como seguros candidatos de los dos principales partidos opositores.

Los precandidatos del PRI son el secretario (ministro) de gobernación (Interior), Francisco Labastida, los gobernadores de los estados de Tabasco, Roberto Madrazo, y de Veracruz, Miguel Alemán, el ex gobernador de Puebla Manuel Barlett y el ex presidente del PRI Humberto Roque.

Madrazo y Barlett, representante del ala conservadora del PRI, realizaron actos de proselitismo las últimas semanas, lo que los llevó incluso a enfrentarse con la dirigencia de su partido y a cuestionar al actual gobierno.

Según dirigentes del PAN y el PRD, el candidato del presidente Zedillo es Labastida, a quien dirigentes empresariales y varios gobernadores también dicen apoyar, y hará proselitismo por él.

Zedillo, quien se declara "el priísta más influyente" por haber obtenido 17 millones de votos en 1994, afirmó que no tiene todavía un preferido, pero aseguró que lo tendrá "y con mucho gusto, y ese candidato va a ser el que surja de un proceso democrático".

Roque propuso que el PRI financie las precamapañas, pero esa iniciativa quedó desechada el lunes. Según lo aprobado, cada aspirante deberá conseguir apoyo. En este aspecto, Madrazo y Alemán, que cuentan con gran fortuna familiar, llevan la delantera.

La posibilidad de elegir al candidato en votación abierta fue sugerida por Zedillo en marzo, cuando en una reunión de su partido pidió caminar al 2000 como un grupo "profundamente progresista y democrático".

Para el PRI, el dilema de hoy es "la reforma o la ruina", declaró Fransico Guerrero, presidente del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político del PRI.

"El rostro del país ya no es el mismo y el PRI necesita estar acorde a los nuevos tiempos, ser democrático, moderno, claro y transparente. Avanzar en la credibilidad y generar estrategias de competencia democrática para superar a nuestros adversarios", señaló Guerrero. (FIN/IPS/dc/mj/ip/99

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