INDIA-PAKISTAN: Inquietud internacional por Cachemira

La fuerza aérea de India bombardeó hoy por tercer día consecutivo a presuntos mercenarios apoyados por Pakistán que se infiltraron en la disputada zona de Cachemira a comienzos de mes sin ser detectados por los servicios de inteligencia indios.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, Rusia, Japón y China manifestaron su preocupación por el conflicto e hicieron un llamado a la paz, y funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos se reunieron con los embajadores de India y Pakistán este jueves.

El Alto Comisionado de Gran Bretaña en Nueva Delhi también se reunió con funcionarios indios.

India afirmó que entre 600 y 1.000 intrusos armados, la mayoría insurgentes islámicos de Afganistán y el resto soldados del ejército paquistaní, cruzaron la Línea de Control, la frontera sin demarcar en el estado de Jammu y Cachemira junto a Pakistán.

Los intrusos ocuparon posiciones en la localidad de Kargil, a más de 5.000 metros de altura y amenazaron el suministro de provisiones de Cachemira. Es muy difícil desalojarlos del terreno nevado, donde cualquier movimiento de tropas se detecta fácilmente y la posibilidad de sufrir bajas es alta.

Los altos mandos de las fuerzas armadas reconocen en privado que la parálisis en Kargil, a 200 km de la capital estatal de Srinagar, se debió a que el Ala de Investigación e Inteligencia (RAW) no detectó a tiempo la presencia invasora.

"Un cuerpo organizado de alrededor de 600 hombres armados que se las arregla para establecerse en un área extensa no puede pasar inadvertido a menos que la inteligencia falle por completo", comentó un oficial.

Los servicios de inteligencia civiles y de defensa se caracterizan por una red de intrigas y rivalidades, que con frecuencia tienen serias consecuencias, afirmó.

Sin embargo, fuentes de inteligencia afirmaron que la escalada militar se debió en gran parte a la incapacidad del ejército para evaluar la forma de operar de Pakistán en la "guerra por poder" en Cachemira, incluso después de 10 años de combatirla.

Más de 18.000 personas murieron desde 1989 en la insurgencia de Cachemira que según India es "patrocinada" por Pakistán, que rechaza esa acusación.

La disputa de Cachemira complicó las relaciones entre India y Pakistán y convirtió a la región en uno de los puntos más volátiles del mundo, luego de que ambos países se convirtieron en potencias nucleares al probar ese tipo de armas en mayo de 1998.

Ambos países pelearon dos guerras por el problema de Cachemira, pero este sigue siendo su principal conflicto.

Pakistán declaró el año pasado que no firmaría el Tratado para la Prohibición Total de Pruebas Nucleares a menos que la disputa de Cachemira fuera resuelta "adecuadamente".

El entonces ministro de relaciones exteriores, Gohar Ayub Khan, aseguró que la disputa por Cachemira podría causar una guerra nuclear "en cualquier momento".

Pakistán también rechazó la oferta de desarme nuclear propuesta por India, que dependía de un acuerdo respecto del estado en disputa.

India declaró que la condición de Cachemira "no es negociable" y que Pakistán, que nunca perdonó a Nueva Delhi por ayudar a los separatistas bengalíes del este paquistaní a independizarse y formar Bangladesh en 1971, aprovechó la oportunidad de armar y entrenar a insurgentes para que pelearan la guerra civil que ya lleva una década.

Los militantes islámicos y Pakistán, que posee un tercio de Cachemira y reclama el resto, quieren que se celebre un plebiscito supervisado por la ONU sobre la autodeterminación del estado que India prometió hace 50 años pero nunca cumplió.

Los insurgentes musulmanes quieren unir al estado de Cachemira, gobernado por un príncipe hindú hasta octubre de 1947 cuando guerrilleros patanes de la frontera noroeste de Pakistán atacaron y ocuparon un tercio del territorio, dos meses después de la independencia del gobierno colonial.

Los invasores patanes violaron el período de seis meses acordado por India y Pakistán para dar tiempo al príncipe de unir su estado con uno de los dos países o seguir independiente.

Cuando los patanes llegaron a las afueras de Srinagar, el príncipe entró en pánico y aceptó a India. Las tropas de ese país detuvieron el avance de los invasores.

La ONU medió un alto el fuego en enero de 1948, por el cual India prometió realizar un plebiscito para decidir el futuro de Cachemira.

La falta de aplicación de la condición especial de Cachemira garantizada por la Constitución bajo sucesivos gobiernos estatales y la interferencia federal llevó al resentimiento y la rebelión armada en 1989.

Se encomendó a las fuerzas de seguridad la represión de la rebelión, y desde 1987 hay un gobierno elegido por voto popular, pero la disputa territorial sin resolver hace que Cachemira continúe siendo una "herida abierta". (FIN/IPS/tra-en/rb/an/at/aq/ip/99

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