EEUU: Activistas y trabajadores versus grupo Maxxam

Organizaciones ambientalistas y el poderoso Sindicato de Trabajadores del Acero de Estados Unidos quieren que el grupo empresarial Maxxam pague por haber violado los derechos de los trabajadores y las leyes ambientales.

El grupo fue acusado de impedir la organización sindical en sus empresas y de talar las últimas reservas de secuoyas del mundo, que aún no fueron protegidas.

Los ambientalistas y los sindicalistas presentaron sus inquietudes directamente a los accionistas de la compañía a través del Comité de Accionistas Preocupados de Maxxam.

El grupo presiona para que se elijan nuevos integrantes al directorio de la compañía y para cambiar el procedimiento de elección, a fin de quitarle poderes a los directores.

"Las personas responsables opinan que la compañía está muy mal manejada", declaró a IPS David Foster, director del Sindicato de Trabajadores del Acero de Estados Unidos, organización que posee más de 1.000 acciones de Maxxam.

El grupo de Foster y otros, como la Fundación Rose por las Comunidades y el Ambiente, propusieron en la reunión anual de accionistas de Maxxam celebrada este mes que el ex senador Howard Metzenbaum y el ex juez federal Abner Mikva integren el nuevo directorio.

"Nuestros candidatos tienen la integridad, capacidad para el liderazgo y experiencia comercial y legal como para ejercer un gran impacto positivo en el manejo de Maxxam y en el directorio", sostuvo Tim Little, de la Fundación Rose.

"Ahora que el directorio debería centrar sus esfuerzos en mejorar la actuación de Maxxam y aumentar el valor de las acciones, (la compañía) se quedó atascada en controversias innecesarias, litigios y disputas sindicales", protestó el Comité en una carta dirigida a los demás accionistas.

La revista financiera Business Week puso a Maxxam en el décimo lugar de su lista de "El peor directorio" y lo caracterizó de "equipo pequeño con escasa experiencia comercial, dominado por el presidente" Charles Hurwitz.

"Las discusiones con los sindicatos y a causa de la desforestación causaron pérdidas", declararon los accionistas.

La Kaiser Aluminum Corporation de Maxxam padece una de las huelgas más largas de su historia.

Cerca de 3.000 trabajadores de la Kaiser Aluminum and Chemical iniciaron una huelga en 1998 en cinco fábricas de los estados de Louisiana, Ohio y Washington, por accidentes de trabajo graves.

A comienzos de este año, los trabajadores quisieron volver a trabajar, pero fueron despedidos, explicó Foster.

Kaiser siguió operando las fábricas con empleados que sustituyeron a los huelguistas.

Kaiser Aluminum and Chemical tuvo pérdidas de 50 millones de dólares en el último trimestre de 1998 debido a la huelga, y la propia Kaiser tuvo una pérdida neta de cerca de 40 millones de dólares en el mismo período.

"El Comité sostiene que esta disputa y los costos que conlleva se podían haber evitado", rezaba la carta.

El consejo general del Directorio Nacional de Relaciones Sindicales considera la posibilidad de presentar una queja por el despido masivo, que fue ilegal.

"Esa contienda, si se inicia, podría obligar (a Maxxam) a pagar hasta tres millones de dólares por semana que empezarían a contarse desde enero de 1999, cuando empezaron los despidos", indicó el Comité.

Los accidentes graves y los pedidos de compensación de los trabajadores de Kaiser Aluminium and Chemical aumentaron desde que comenzó la huelga, indicó el Comité.

Los accidentes de trabajo aumentaron 138 por ciento en el último trimestre de 1998 en relación al promedio de accidentes ocurridos en el período anterior a las disputas con el sindicato.

Las prácticas forestales de la compañía, como la deforestación de grandes áreas, también provocaron litigios costosos y fueron criticadas por la opinión pública.

La licencia para trabajar de la subsidiaria de Maxxam, Pacific Lumber Company, una compañía maderera, fue suspendida dos veces en un período de 12 meses entre 1997 y 1998. La firma violó más de 100 veces normas forestales del estado de California en los últimos años.

"Jamás se le suspendió la licencia en California a otra compañía maderera de tal importancia", indicaba la carta.

Los gobiernos federal y estatal llegaron a un acuerdo en marzo respecto del área forestal del norte de California que pertenece a la compañía y que contiene varios cientos de hectáreas de secuoyas gigantes.

Maxxam recibió un pago de más de 400 millones de dólares a cambio de la preservación de 4.040 hectáreas de terreno, en base al Acuerdo Cabecera de Río.

Los conservacionistas, incluso el Centro de Información y Protección Ambiental, de California, atacaron el acuerdo y dijeron que era "demasiado por demasiado poco". Miles de hectáreas de tierra de la región, que pertenecen a Maxxam, siguen sin protección, indicaron.

El Centro sostiene que Hurwitz compró Pacific Lumber para pagar una deuda al gobierno federal. Hurwitz debía 1.600 millones de dólares en impuestos entre fines de los años del 80 y comienzos de esta década.

"El interés que tiene Maxxam en obtener beneficios rápidos no sólo pone en riesgo a los secuoyas sino también a otras especies en peligro de extinción", declaró Paul Mason, director del Centro, refiriéndose a ciertos tipos de peces y pájaros.

El Comité acusó a Hurwitz de mantener las acciones de Maxxam por debajo de su valor potencial.

Analistas financieros sostienen que es poco probable que las propuestas del Comité sean aprobadas, ya que Hurwitz es dueño de cerca de 40 por ciento de las acciones de Maxxam.

"Esta es una batalla muy difícil de ganar. Pero igual vale la pena intentarlo", declaró Foster. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/aq/lb-en/99

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