Las exportaciones de Bolivia cayeron 14,5 por ciento en el primer cuatrimestre de este año, en comparación con similar período de 1998, pero el gobierno insiste en que la economía crecerá.
Las autoridades habían insistido en que no se sentirían los efectos de la crisis internacional porque la economía del país es pequeña, y ahora admiten que existe una desaceleración del crecimiento a consecuencia de la crisis brasileña, aunque no prevén que llegue a instalarse una recesión.
El gobierno ya redujo su expectativa de crecimiento económico para este año de 5,2 a 4,5 por ciento, pero varios economistas consideraron que esa previsión sigue siendo desmesuradamente optimista, y que sería casi un milagro que la economía crezca tres por ciento.
Las industrias textil, farmacéutica y gráfica, la curtiembre, la construcción, la minería y la producción agropecuaria han sido los sectores más duramente golpeados en lo que va del año.
El reconocido economista boliviano Juan Cariaga, consultor del Banco Mundial, fue más allá al advertir que la crisis recién comienza, que puede durar hasta dos años, y que la economía crecerá muy poco, si se salva del decrecimiento.
"Bolivia no es una isla, no es ajena a la crisis porque es parte del comercio internacional. Vamos a sentirla ahora y mañana", declaró Cariaga a medios de comunicación de La Paz.
Según el consultor, existe una recesión mundial que se manifiesta en el país con la disminución de los ingresos y el incremento del desempleo. En su opinión, es preciso mantener la tasa de cambio real y proteger el sistema financiero, al que considera el "talón de Aquiles" de la economía.
El ex presidente y hoy opositor Gonzalo Sánchez de Lozada (1993- 1997) afirmó el fin de semana, durante un seminario sobre "Sistema financiero y crecimiento económico", que el gobierno del presidente Hugo Banzer no tiene un plan para enfrentar la crisis "importada" de Asia, Rusia y Brasil.
Sánchez de Lozada advirtió que la caída de los precios internacionales de las materias primas, la reducción del ingreso de capitales al país y la disminución de la inversión pública y privada preparan las condiciones para que el año 2000 sea difícil.
Los efectos de la crisis internacional ya provocaron el despido de unas 10.000 personas, según cifras del Sindicato de Trabajadores Fabriles de La Paz.
El sector de las manufacturas bajó su producción entre 10 y 20 por ciento en los primeros cuatro meses de este año, según el presidente de la Cámara Nacional de Industrias, Luis Galleguillos.
Napoleón Pacheco, analista económico de la independiente Fundación Milenio, recomendó al gobierno que adopte medidas para atraer nuevas inversiones extranjeras.
Entre ellas, propuso liberar a las inversiones del pago del impuesto al valor agregado (13 por ciento), y eliminar totalmente los aranceles a la importación de bienes de capital.
Carlos Villegas, analista independiente y profesor universitario, señaló a su vez que lo primero debería ser la formulación de una estrategia de desarrollo sustentable.
"La situación de este año y la que se enfrentará en el 2000 no son culpa de un solo gobierno, sino de la falta de una estrategia de desarrollo del país. Estamos en una nave sin rumbo y no sabemos hacia dónde vamos", afirmó. (FIN/IPS/ac/mp/if ip/99
