/BOLETIN-INTEGRACION/ MERCOSUR: Brasil hace concesiones a Argentina en sector automotor

El gobierno y los empresarios de Brasil se muestran dispuestos a hacer concesiones a Argentina en el sector automovilístico, que impulsó la integración entre los dos países y ahora puede trabarla.

El canciller brasileño Luiz Felipe Lampreia admitió un tratamiento especial para el intercambio de vehículos entre los dos socios mayores del Mercado Común del Sur (Mercosur), para evitar desequilibrios graves como consecuencia de la devaluación en Brasil.

El gobierno brasileño hizo un primer gesto a favor de alternativas negociadas, en la reunión que los cancilleres y otros funcionarios de los dos países realizaron el lunes pasado en Brasilia.

En efecto, la exportación de vehículos brasileños, incluyendo los camiones, ya no contará con el apoyo del Programa de Financiamiento de Exportaciones (Proex), que mejora las condiciones del mercado, especialmente en materia de intereses.

El gobierno de Fernando Henrique Cardoso ya había excluido del Proex los bienes de consumo exportados al Mercosur, manteniendo los bienes de capital. Había dudas sobre camiones y autobuses, considerados en Argentina bienes de capital.

Lampreia anunció que este mes serán discutidas nuevas medidas para evitar la fuga e inversiones de Argentina a Brasil y el desequilibrio en el comercio bilateral.

Las fábricas de vehículos en Brasil están dispuestas a discutir una prórroga del actual régimen automotor argentino, como solicitan los industriales del país vecino, dijo el martes la vicepresidenta de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores, en un seminario en Curitiba.

Por esta propuesta habría una transición hasta el 2003 para que se establezca el régimen común del Mercosur. Durante ese período la industria argentina contaría con condiciones ventajosas, como importanción de autopartes y automóviles de su marca pagando aranceles reducidos.

El objetivo es mantener en el país las inversiones acumuladas en los últimos ocho años, atraídas por estímulos que desaparecen con el régimen común del Mercosur y la competitividad brasileña aumentada por costos en dólares reducidos en cerca de 25 por ciento. Están en juego de 5.500 a 7.000 millones de dólares.

El sector automotor, que llegó a representar un tercio de las exportaciones argentinas a Brasil, fue el más afectado por la devaluación del real, según Michel Alabry, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Empresas Brasileñas para la Integración.

Los datos argentinos indican una caída de 58,8 por ciento en las exportaciones en el primer trimestre del año, lo que provocó una reducción de la producción a la mitad del total registrado en el mismo lapso de 1998.

Entre enero y febrero las exportaciones brasileñas de automóviles a Argentina cayeron 51,17 por ciento y las de vehículos de carga 62,64 por ciento, según estadísticas de Brasilia.

La fuerte retracción de la industria automovilística argentina afecta la venta de partes de automotores producidas en Brasil, independientemente de la depreciación del real.

El presidente del sindicato nacional de la industria de componentes automotores, Paulo Butori, estima que las exportaciones en esta área no superarán los 500.000 dólares. De esta manera pierde fuerza la locomotora del comercio argentino- brasileño, que es determinante en el Mercosur.

Como consecuencia de esta baja en la actividad, unos 10.000 empleados del sector podrían quedar sin sus puestos de trabajo en Argentina.

En Brasil, en tanto, el problema afecta a la zona denominada del ABC de Sao Paulo, conjunto de ciudades donde están concentradas las fábricas de montaje de automóviles, y donde se registra la mayor tasa de desempleo del país.

El Departamento Intersindical de Estudios Socioeconómicos reveló que en esa zona industrial el desempleo alcanzó a 21,1 por ciento en marzo, mientras en toda la región metropolitana de Sao Paulo fue de 19,9 por ciento.

La reunión de cancilleres y ministros de Industria y Comercio de Brasil y Argentina, realizada el lunes en Brasilia, también sirvió para estudiar soluciones a otros temas que afectan las relaciones bilaterales y al Mercosur.

Brasil reclamó a Argentina el haber impuesto un precio mínimo de 410 dólares por tonelada de acero laminado en caliente, como medida antidumping.

Lampreia dijo que ese tipo de barreras dentro de una unión aduanera "no es natural" y confirmó su disposición de llevar el tema a la Organización Mundial de Comercio.

En cuanto al azúcar, la preferencia arancelaria de 10 por ciento concedida por Buenos Aires significa "un primer paso y una señal de buena voluntad", agregó el canciller brasileño.

Sin embargo, la inclusión del producto en el acuerdo de libre comercio deberá ser analizada en una nueva reunión técnica a realizarse entre los días 10 y el 12 en Buenos Aires.

En el 2001 los aranceles que cobra Argentina al azúcar procedente de Brasil de 23 por ciento tendrán una "muerte súbita", si antes no se acuerda un programa gradual de desgravación, recordó Lampreia.

Los negociadores brasileños desactivaron las protestas argentinas por las negociaciones iniciadas por Brasilia con la Comunidad Andina, ante la explicación de que se trata sólo de unificar los acuerdos bilaterales con Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, y no de crear una nueva zona de libre comercio. (FIN/IPS/mo/ag/if/99

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