Las mujeres alcanzaron al fin en Chile la igualdad constitucional, pero advierten que la equidad de género es aún una meta lejana en la práctica, ya que prevalece la discriminación en áreas como la salud, el trabajo y la familia.
Las diputadas Adriana Muñoz y María Antonieta Saa, del oficialista Partido Por la Democracia (PPD), señalaron que el Congreso legislativo debe establecer ahora normas sobre la administración de la sociedad conyugal, el divorcio y los derechos reproductivos.
Las parlamentarias plantearon estas nuevas tareas luego de que el plenario de las dos cámaras legislativas aprobara el día 15 por amplia mayoría una reforma constitucional que consagra la igualdad entre hombres y mujeres.
Los senadores y diputados, reunidos en la sede del Congreso en Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago, ratificaron con 118 votos a favor, tres en contra y tres abstenciones la enmienda, que tuvo una lenta tramitación de casi nueve años.
La reforma presentada por el ex presidente Patricio Aylwin (1990-1994) introdujo en la Constitución aprobada por referendo en 1980 sólo dos cambios, considerados fundamentales por las organizaciones de mujeres.
En el artículo 1 se reemplazó la frase "los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos" por "las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos", mientras el artículo 19, en su nueva redacción, dice que "los hombres y mujeres son iguales ante la ley".
La ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Josefina Bilbao, calificó la reforma de trascendental, pero algunos de los senadores y diputados que la votaron la consideraron sólo un cambio semántico.
No obstante, se estimó como conveniente que Chile dé cumplimiento así a los acuerdos y recomendaciones internacionales para que los estados adecuen sus textos constitucionales y leyes a las proclamas de igualdad entre hombres y mujeres.
Los escasos votos en contra y abstenciones correspondieron a parlamentarios de derecha conservadora. Algunos advirtieron la posibilidad de que la reforma abra camino a una legalización del aborto en Chile.
El senador Carlos Bombal, de la Unión Demócrata Independiente (UDI), planteó que el artículo 1 expresara que "las personas son concebidas libres e iguales", en vez de "las personas nacen libres e iguales".
La ministra Bilbao y otros altos funcionarios del gobierno desecharon cualquier posibilidad de que la nueva fórmula constitucional pueda vincularse al aborto.
Las diputadas Muñoz y Saa señalaron, sin embargo, que uno de los factores de desigualdad que prevalece en Chile es el de los derechos reproductivos y abogaron por la reinstauración del aborto terapeútico.
La interrupción médica del embarazo fue prohibida absolutamente en Chile en 1989, a través de una de las últimas leyes que promulgó la dictadura del general Augusto Pinochet antes de entregar el gobierno en marzo de 1990.
La proscripción del aborto, incluso en casos en que peligre la vida de la madre, tuvo como principal efecto el aumento de los abortos clandestinos, según organizaciones femeninas.
Se estima que en el país se producen anualmente unos 150.000 abortos clandestinos, con un alto porcentaje de intervenciones sin garantías médicas, lo cual a su vez incrementa la mortalidad materna.
El diputado Zarko Lucsic, de la cogobernante Democracia Cristiana, se declaró partidario de mantener la proscripción del aborto terapeútico, para lo cual adujo que los actuales adelantos médicos eliminan completamente los riesgos para la madre en un embarazo.
La diputada Muñoz refutó ese argumento, recordando que existen accidentes en la concepción, como los embarazos ectópicos, que impiden el desarrollo del feto y pueden ser mortales para la madre.
"Le pediría a los diputados que se oponen al aborto terapeútico a llevar un tiempo un útero, ovarios y trompas de falopio para que conozcan los riesgos de un embarazo" de este tipo, dijo la parlamentaria del PPD.
"Los hombres, que son los que manejan básicamente la política, usan y abusan de estos temas, porque es una falta de respeto para nosotras, las mujeres, que (el aborto terapeútico) se use como un elemento barato de campaña", comentó Muñoz.
La diputada aludió a los debates que se han dado acerca del aborto en la campaña para las elecciones primarias de la coalición gobernante entre el socialista Ricardo Lagos y el democristiano Andrés Zaldívar.
Saa señaló entre los avances para la equidad de géneros, además de la reforma constitucional, la Ley de Violencia Intrafamiliar, así como progresos en la protección de la maternidad.
Pero hay otras materias sin grandes logros, como es la reforma de la sociedad conyugal para la administración conjunta de los bienes en el matrimonio, advirtió la legisladora.
Saa recordó igualmente que está virtualmente estancada en el Senado la tramitación del proyecto de ley para instituir en Chile el divorcio vincular, aprobado hace más de un año por la Cámara de Diputados.
Chile es el único país entre las llamadas democracias occidentales que no tiene una legislación sobre el divorcio, lo cual lleva a disolver matrimonios mediante nulidades, calificadas como una "hipocresía legal ".
Saa enfatizó también en el resguardo de los derechos reproductivos, con mejores programas públicos de esterilización y educación sexual y, del mismo modo, pidió "no demonizar" el tema del aborto terapeútico. (FIN/IPS/ggr/mj/hd dv/99