/BOLETIN-CIUDADES DEL MERCOSUR/ ARGENTINA: Una mujer nominada al Nobel de la Paz

Una argentina que trabaja desde 1985 promoviendo la creación de hogares de día para niños y niñas de familias pobres en Argentina y otros cinco países de América Latina fue propuesta para el Premio Nobel de la Paz.

La Federación Argentina de Apoyo Familiar, dirigido por la abogada Ana Mon, logró abrir en este país 107 hogares para 5.000 niños entre tres y 13 años.

Allí se les brinda alimento, vestido, servicios de salud preventiva, recreación y apoyo escolar y se les enseña oficios, además de ofrecer respaldo a padres en problemas.

Desde los calendarios de vacunas hasta los problemas de drogadicción y alcoholismo de los padres, pasando por la falta de empleo y la violencia doméstica, no hay asunto familiar ajeno a esa casa donde los niños reciben mucho más que amparo.

La organización se sustenta con aportes de particulares, empresas, embajadas y entidades internacionales como la Fundación Scott Badder, de Gran Bretaña, que sugirió a la Comunidad Británica de Naciones proponer a Mon como candidata al Premio Nobel de la Paz.

La nominación cuenta además con el apoyo del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas y de organizaciones oficiales y particulares en países como Bélgica, Estados Unidos, Israel y Japón, entre otros.

Mon, presidenta y fundadora de la Federación, dijo a IPS que las casas son "autónomas, privadas y ecuménicas" tanto dentro del país como afuera de él, y que se reproducen rápidamente. Hay 50 en gestación solo en Argentina.

Mon trabaja en una pequeñísima oficina repleta de papeles. Una de las cualidades que le permitieron ganarse la confianza de los benefactores es su austeridad y la transparencia en su labor.

Los 107 centros que se crearon en todo el país tienen distinto tamaño, según las necesidades y los aportes que cada uno recibe. Hay hogares con capacidad para recibir a entre 60 y 250 niños. Entre todos demandan 200.000 dólares al año para su funcionamiento.

En base al primer modelo, se crearon casas similares en América Latina, una en Uruguay, tres en Perú, cuatro en México y una en Venezuela, y se proyecta la instalación de 17 centros en Bolivia, adelantó Mon.

Las Federaciones latinoamericanas tendrán su primera reunión entre los días 28 y 31 en Perú para intercambiar experiencias y crear una organización regional.

Mon explicó que la Federación Argentina convoca a grupos de 25 a 30 personas "con sensibilidad social" en zonas pobres, y les explica cómo conseguir un sitio, cómo obtener y administrar recursos y donaciones y cómo trabajar con los niños.

A partir de allí, se selecciona una comisión directiva que trabajará de foma honoraria —como Mon— en cada Casa del Niño, y convocará al personal rentado: cocinero, maestro, psicólogo, asistente social, médico y odontólogo.

La Federación funciona en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, 50 kilómetros al sur de la capital de Argentina. Desde allí ayudan a fundar nuevos centros y solo envian fondos a las casas del interior en caso de una "emergencia".

La Federación no recibe fondos del gobierno, aunque cada Casa del Niño gestiona en muchos casos becas y apoyo alimentario para los niños que tienen a su cargo.

Con 50 años y cinco hijos, Mon creó el primer hogar en 1985 con un grupo de profesionales amigas. Pocos días antes había quedado impactada con la imagen de un grupo de niños hurgando en la basura cerca de su casa.

"Sabemos que esto es como una gota en el medio del océano, sabemos también que no vamos a salvar del hambre al Universo, pero desde nuestro lugar, con claridad de objetivos, se pueden hacer muchas cosas por los demás", aseguró la mujer.

Mon reconoció que la postulación ante el Parlamento Noruego es un espaldarazo a las Casas del Niño, y ya hace planes para abrir más centros en todo el país con el dinero del premio que aún no ganó.

Personalidades argentinas ganaron el Premio Nobel de la Paz en dos ocasiones.

El canciller Carlos Saavedra Lamas lo obtuvo en 1936 por su gestión pacificadora en la guerra entre Bolivia y Paraguay, y en 1980 Adolfo Pérez Esquivel por su tarea a favor de los derechos humanos durante la dictadura (1976-1983).

"Necesitamos trabajar más en prevención", clamó Mon desde su "trinchera" aprovechando la oportunidad "insólita" —según sus palabras— que la llevó el jueves a aparecer en la portada del dario Clarín, el de mayor circulación en el país.

Para la abogada, el mejor horizonte para su tarea es que los niños tengan un futuro y se desarrollen en una sociedad en la que se rescate la labor de las organizaciones no gubernamentales, "que hacemos una tarea rápida, austera y eficaz, y con mejores resultados" que el gobierno. (FIN/IPS/mv/mj/dv/99

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