El tigre está en peligro de extinción, pero la venta ilegal de productos derivados de este animal sigue en alza en los barrios chinos de Estados Unidos, denunciaron organizaciones ecologistas de este país.
La legislación internacional y la de Estados Unidos prohíben el comercio de productos derivados del tigre pero "Nueva York se convirtió en un supermercado de partes" del animal, aseguró Steve Trent, de la organización no gubernamental Agencia de Investigación Ambiental (EIA).
"Las leyes no funcionan, no se aplican", protestó.
A principios de abril, investigadores de la EIA entraron a farmacias, herboristerías y tiendas del barrio chino neoyorquino para investigar en secreto si había a la venta partes y productos derivados del tigre.
El equipo de tres investigadores de la EIA confirmó la venta ilegal en 30 de los 47 comercios que visitaron.
Entre los productos encontrados había huesos y penes de tigres, así como medicamentos y tónicos, lo cual incluye emplastos de hueso, píldoras, vino e "infusiones" para curar el reumatismo o aumentar la virilidad.
TRAFFIC, el programa de supervisión del tráfico de animales de la rama estadounidense del Fondo Mundial de Animales (WWF) y de la Unión de Conservación Mundial, llegó a las mismas conclusiones.
En el "Año del Tigre" celebrado en 1998 según el calendario chino, WWF y TRAFFIC informaron que más de la mitad de los negocios de venta al por menor visitados en los barrios chinos de siete ciudades de Estados Unidos y Canadá vendían medicamentos elaborados con partes de tigre y otras especies en peligro.
"La única razón por la que se sigue cazando a los tigres es que hay un mercado para los productos derivados de esos animales", explicó Debbi Banks, de EIA. El grupo intenta "mostrar que Estados Unidos está muy comprometido en todo esto".
Estados Unidos es el mayor mercado de medicamentos fabricados en base a tigres y otras especies en peligro, señaló TRAFFIC. Si no se prohíbe la venta de los productos ilegales será imposible detener la extinción del animal, advirtió.
Las autoridades de WWF estiman que sólo quedan entre 5.000 y 6.000 tigres en todo el mundo.
"En comparación con los 80.000 tigres que había a comienzos de este siglo, la población disminuyó cerca de 95 por ciento", observó Banks. Tres subespecies de tigres se extinguieron en este siglo, agregó.
La comercialización de huesos de tigre fue prohibida en 1987 por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro de Fauna y Flora Silvestre.
Estados Unidos fue uno de los primeros en firmar la Convención y defendió la causa a principios de 1990, al imponer sanciones contra Taiwan por no suspender el comercio de partes de tigre.
El Congreso aprobó en octubre de 1998 la Ley de Etiquetas para los productos derivados del tigre y el rinoceronte, que prohíbe la importación y venta de los productos que tengan ingredientes de estos animales.
La nueva ley prevé multas de hasta 12.000 dólares y hasta seis meses de cárcel para quienes la violen, y los ecologistas creen que la norma ayuda a las autoridades a tomar medidas contra el comercio ilegal.
"Estados Unidos tiene las capacidades técnica y financiera de destruir este negocio. La legislación es el primer paso, pero hay que invertir más para que la ley se cumpla, para detener a los principales comerciantes", alegó Trent.
Los productos derivados del tigre se utilizan mucho en la medicina tradicional china. Tienen un papel fundamental en la vida y cultura de los estadounidenses de ese origen, y representan "creencias profundamente arraigadas", explicó Trent.
Según el sondeo realizado por TRAFFIC, la mayoría de los integrantes de la comunidad china de Estados Unidos probó o usa esa medicina en forma regular.
Cerca de 80 por ciento de esa comunidad utilizó la medicina tradicional china alguna vez en el pasado, "ya fuera para curar una enfermedad o para mantener su salud", comentó TRAFFIC.
Sin embargo, la mayoría de los consumidores no sabía cuales eran los ingredientes específicos de esos medicamentos y, en particular, apenas eran conscientes de la amenaza que representan para las especies en peligro.
"La comunidad china de Estados Unidos hace poco uso personal de los huesos de tigre y los cuernos de rinoceronte, pero el consumo de los medicamentos tradicionales chinos ocurre sin que los usuarios conozcan los ingredientes", advirtió TRAFFIC.
Muchos chinos de Estados Unidos seguirían usando esos medicamentos aunque supieran que provienen de especies en peligro, si creyeran que dicho remedio es necesario y que no hay alternativas, según TRAFFIC.
Pero, en el estudio realizado, 62 por ciento de la comunidad china de Estados Unidos dijo estar de acuerdo con que "la medicina china no necesita usar ingredientes procedentes de especies en peligro como el tigre y el rinoceronte, ya que existen muchas otras posibilidades igualmente eficaces".
Trent señaló que existen "muchas alternativas viables y baratas para sustituir a los productos derivados del tigre".
La medicina tradicional incluye muchos productos hechos a partir de hierbas que pueden sustituir los derivados del tigre para que "los consumidores de la comunidad china no tengan que recurrir a la medicina occidental", aseguró.
Grupos ecologistas insisten en que la educación de los consumidores ayudaría a detener la extinción de los tigres.
WWF y varias organizaciones líderes de medicina tradicional china y de conservación iniciaron en enero una campaña de información dirigida a consumidores y practicantes de este tipo de medicina en San Francisco, para que conozcan el vínculo entre ésta y el comercio ilegal de especies en peligro. (FIN/IPS/tra-en/km/dk/mk/ceb/aq/en/99