(Arte y Cultura) URUGUAY: Cineasta regresa al punto de partida

Uruguay se encontraba al borde de la dictadura y vivía una crítica situación económica en 1972, cuando el cineasta Mario Handler decidió emigrar a Venezuela. Pero 27 años más tarde, regresa al país por las mismas razones que lo dejó.

"Amo a Venezuela, pero actualmente se vive una mala situación económica y, en mi caso, de incomodidad política luego de la asunción del presidente Hugo Chávez. Yo no tengo la misma esperanza en él que muchos de mis amigos de izquierda", dijo Handler a IPS.

A los 63 años, decidió radicarse nuevamente en Uruguay "aunque sin dejar del todo Venezuela", país en el que se nacionalizó y trabajó duramente en el mundo del cine, puntualizó.

Para el director de Cinemateca Uruguaya, Manuel Martínez Carril, Handler es el cineasta uruguayo más representativo de la generación del 60. Para otros, es el padre del documental uruguayo.

"Elecciones", "Me gustan los estudiantes" y "Líber Arce, liberarse", un estudiante asesinado por la policía en 1968 durante una manifestación, marcaron la orientación del cineasta.

En los últimos 30, años Handler tuvo un apreciable reconocimiento internacional y recibió múltiples premios.

Ejerció la docencia de cine en Venezuela y Estados Unidos, y en Uruguay se acaba de integrar como profesor en la carrera de Ciencias de la Comunicación en la universidad privada ORT.

En Venezuela dirigió varios documentales de éxito y el largometraje "Mestizo" y fue el editor de gran parte del cine de ese país a partir de 1980. También integró el cuerpo directivo de la Cinemateca Nacional de Caracas.

Su último trabajo de dirección en Venezuela fue la serie de cinco documentales "Agora, un espacio para el debate", integrada por "Una historia de la democracia", "Globalización", "Democracia y partidos políticos", "Reforma del Estado" y "Cultura y medios".

Estos documentales, dos de los cuales se estrenaron este mes en Uruguay, "son análisis políticos en los que se buscó no poner un pensamiento propio, sino la reflexión", señaló el cineasta.

Cuando Handler abandonó Uruguay el cine era practicamente inexistente. A su regreso encuentra un panorama diferente que le permite tener esperanzas.

Sin embargo, discrepa con la mayoría de sus colegas, que aspiran crear una industria local.

"Hace años que dejé de creer en el proceso industrial del cine. No hay que crear una industria, sino encararlo como objetivo cultural de un país que en el exterior necesita proyectar una imagen", sostuvo.

A su juicio, en el mundo de hoy, para que un país "exista", es necesario que tenga una imagen a través de la producción audiovisual. Por esta razón, indicó, la cuestión audiovisual "debe transformarse en una prioridad cultural que debe ser subsidiada por el Estado".

"El cine es de importancia estratégica y no existe en el mundo ningún país que deje de respaldar al cine o a la televisión", añadió.

El director de Cinemateca Uruguaya confía en que el regreso de Handler a Uruguay implique la elaboración de proyectos de importancia en el país.

"La múltiple experiencia del cineasta se integrá a un proceso dinámico", vaticinó Martínez Carril. (FIN/IPS/rr/ag/cr/99

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