La Alianza de oposición en Argentina presentó, cinco meses antes de las elecciones presidenciales, su plan de gobierno, que propone mantener la estabilidad económica, promover el desarrollo social, aumentar el empleo y erradicar la corrupción.
La oposición procuró, al presentar su plataforma de forma anticipada, recuperar la iniciativa frente al avance de la fórmula del gobernante Partido Justicialista, así como calmar a los mercados, que en los últimos días manifestaron nerviosismo por los rumores de una devaluación.
La Alianza consideró que no es momento de dejar el sistema de convertibilidad monetaria vigente desde 1991 ni tampoco de devaluar el peso, la moneda nacional. No obstante, sus dirigentes aseguraron que plantean "un gran cambio".
El candidato a presidente de la Alianza y actual alcalde de la ciudad de Buenos Aires, Fernando de la Rúa, sostuvo este miércoles que la sociedad pide "un cambio fuerte" y una garantía de que "no habrá impunidad, tolerancia o complicidad" con la corrupción.
Las elecciones se celebrarán el 24 de octubre y De la Rúa va segundo en las preferencias del electorado, con 34 por ciento, según la encuestadora Mora y Araujo. El primero es el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, del gobernante Partido Justicialista (39 por ciento).
De la Rúa presentó la noche del martes el plan de la Alianza junto a otros dirigentes de la coalición, nacida de la fusión entre la centenaria Unión Cívica Radical y el Frente País Solidario, de centroizquierda.
El primero de los dos documentos que constituyen el plan de gobierno es un "contrato con la sociedad" que consta de seis compromisos: pleno empleo, igualdad de oportunidades, educación pública, salud para todos, un "Estado sin corrupción" y "una comunidad sin miedos" por la ola de delitos.
El segundo es un texto de más largo aliento en el que se fijan políticas de Estado para las distintas áreas y se plantean formas operativas de llevar a cabo esas propuestas, que revalorizan el papel de las pequeñas y medianas empresas y del llamado tercer sector.
El matutino El Cronista, especializado en asuntos económicos, destacó en su portada que la plataforma de la Alianza "es voluntarista pero tiene buenas ideas", y en su editorial celebra que los candidatos no promuevan una ruptura con el orden vigente.
En el diagnóstico de lo que dejan 10 años de gobierno de Carlos Menem, la Alianza señaló que el desempleo y la pobreza no son fenómenos naturales, sino consecuencia de políticas económicas, de la corrupción y de un Estado ausente de sus funciones básicas.
La coalición opositora avanza sobre los logros del programa neoliberal del gobierno de Menem sin abundar en ellos (la lucha contra la inflación y las privatizaciones, básicamente), y propone una administración más eficiente y transparente de los recursos.
"Nadie puede partir de la inflación para un programa económico. Por supuesto que partimos de la estabilidad, pero a partir de allí no queremos un modelo que concentre la riqueza, como el actual, sino uno que promueva el desarrollo de todos", afirmó De la Rúa.
Durante el acto, el candidato optó por un discurso encendido contra la corrupción oficial. "La investigación de la corrupción gubernamental va a ser mi trabajo como presidente", dijo, y prometió que "los corruptos irán a la cárcel".
El candidato a vicepresidente, el diputado Carlos Alvarez, fue más allá y acusó a Menem y a Duhalde, el contrincante en los comicios, de haber construido "una máquina de delinquir".
"Debemos tener mucha voluntad política para desatar los nudos y las mafias que nos dejan 10 años de gobierno menemista", añadió Alvarez, quien además aseguró que la Alianza propone un "nuevo tipo de Estado, un Estado activo, y no desertor".
Para diferenciarse de Duhalde, que plantea que el modelo económico de Menem "se agotó por exitoso", De la Rúa señaló que el modelo generó pobreza, desempleo, caída de salarios e inseguridad, por lo que "es un fracaso".
La plataforma propone, además, partir de un "presupesto de base cero", una lucha frontal contra la evasión para obtener más recursos a favor de las áreas sociales, y el estímulo crediticio a la pequeña y mediana empresa a través del Banco Nación, una entidad que el gobierno actual se proponía privatizar.
Desde el punto de vista externo, la Alianza plantea mantener las negociaciones para recuperar las islas Malvinas, completar la construcción del Mercosur y, a diferencia del gobierno de Menem, señala a la Unión Europea como "interlocutor privilegiado" un lugar que hoy lo ocupa Estados Unidos. (FIN/IPS/mv/mj/ip/99