YUGOSLAVIA: Iniciativas de paz asedian a la OTAN

Yugoslavia se sumó a las iniciativas lanzadas hoy por Rusia y el Vaticano para detener la guerra entre la OTAN y fuerzas yugoslavas, con una reunión inesperada entre el presidente de la Federación Yugoslava, Slobodan Milosevic, y el dirigente albanés de Kosovo Ibrahim Rugova.

Rugova y Milosevic iniciaron "negociaciones directas", declaró Belgrado, mientras el presidente ruso Boris Yeltsin convocó una reunión urgente del Grupo de los Ocho (G-8), integrado por los siete países industrializados más ricos y Rusia.

Así mismo, el secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano, viajó a Belgrado para buscar un armisticio de Pascua e iniciar negociaciones para ponerle fin a la guerra, que está devastando a Yugoslavia y desencadenó un gran éxodo de refugiados en Kosovo, la provincia separatista del sur de Serbia.

La Federación Yugoslava está integrada por las repúblicas de Serbia y Montenegro.

Pero hasta el momento, la respuesta de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) a todas esas iniciativas fue un no rotundo. El presidente estadounidense Bill Clinton rechazó el pedido del Vaticano con el argumento de que daría a Belgrado tiempo para terminar la campaña de limpieza étnica en Kosovo.

De hecho, el secretario general de la OTAN, Javier Solana, anunció la intensificación de los ataques de la alianza, pero reconoció que la única solución al conflicto es un acuerdo político.

La escalada militar en Yugoslavia podría provocar un gran desastre, y no sólo para los europeos, declaró Yeltsin en un mensaje televisivo este jueves.

En su mensaje anual sobre el estado de la nación, Yeltsin dijo que los bombardeos aéreos de la OTAN violan el derecho internacional, pero aclaró que Rusia no se involucrará militarmente en el conflicto.

Pero los sondeos de opinión pública sugieren que la mayoría de los rusos apoyarían un respaldo más activo de sus hermanos eslavos, como lo son los serbios, debido al sentimiento generalizado de que Rusia será el próximo objetivo de la ofensiva de la OTAN.

No es de sorprender que la cámara alta del Parlamento ruso aprobara una resolución el miércoles que solicita al gobierno que brinde "asistencia humanitaria y militar-técnica" a Yugoslavia.

"Rusia debería declarar zona de interés vital a Yugoslavia", sostuvo Alexander Lebed, gobernador de la región siberiana de Krasnoyarsk y posible candidato presidencial.

"Será una situación que unirá a todos los rusos, logrará la concordia en Rusia y restaurará la dignidad de la nación", dijo Lebed, un general que en 1996 terminó en tercer lugar en la carrera por la presidencia.

Las fuerzas armadas rusas parecen estar de acuerdo. "Lo que ocurre en Yugoslavia podría ocurrir en cualquier país con posturas independientes, no sólo europeo", afirmó el ministro de Defensa Igor Sergeyev.

"Estados Unidos y sus aliados, dónde sólo habita 15 por ciento de la población mundial, intentan imponer su voluntad al resto del mundo", dijo.

A pesar de que Yeltsin aseguró que Rusia no se involucrará militarmente, el país agregó una demostración de fuerza a sus protestas al enviar un buque de guerra a la zona en conflicto, cuya partida está prevista para este viernes desde el mar Negro.

La flota del Pacífico y el distrito militar del Lejano Oriente también comenzaron ejercicios militares, pero funcionarios afirmaron que ya estaban programados antes de que se desatara el conflicto.

Buques de guerra de la Flota Septentrional también comenzaron ejercicios navales, y probaron un misil balístico basado desde un submarino.

Rusia considera que tiene el derecho legal de utilizar sus armas nucleares en su defensa, declararon varios militares, sobre todo el jefe del estado mayor, general Anatoly Kvashnin.

La acción de la OTAN en Yugoslavia es una especie de prueba de fuego de las intenciones verdaderas de la alianza, dijo a IPS el gobernador de la región de Khabarovsk, Viktor Ishayev.

"La prueba sugiere que la OTAN tiene la intención de convertirse en la policía mundial", dijo Ishayev, quien también integra la cámara alta rusa.

La OTAN insistió que los ataques aéreos contra Yugoslavia dieron en los objetivos militares propuestos, y que los aliados confían en que la ofensiva será decisiva.

Pero el canciller ruso Igor Ivanov aseguró que los 3.000 millones de dólares gastados hasta el momento en la ofensiva de la OTAN en Kosovo son un gran derroche, y que los bombardeos no lograron los objetivos propuestos.

La reacción de Rusia a la ofensiva de la OTAN podría perjudicar durante mucho tiempo las relaciones entre Moscú y Washington. La guerra psicológica también sigue adelante, como sombrío recuerdo de la época de la guerra fría.

El canal de cable estadounidense CNN muestra constantemente imágenes de desesperados albaneses kosovares cruzando las fronteras de Kosovo para huir de las atrocidades de las fuerzas serbias.

Pero los rusos que miran las noticias de la televisión rusa ven imágenes de hogares destruidos y civiles heridos por los bombardeos de la OTAN.

Los analistas afirman que el uso de fuerza de la OTAN puede poner a Moscú en rumbo de colisión con Occidente, ya que la elite política rusa no tiene intenciones de aceptar el papel de "policía mundial" de la alianza encabezada por Estados Unidos.

Otros señalan que la Rusia afectada por la crisis no es rival para el poderío de la OTAN, y que el presupuesto militar ruso sólo equivale a 0,2 por ciento del gasto militar combinado de la alianza.

"Yeltsin y los políticos rusos están atrapados entre la indignación y la impotencia. No habrá una tercera guerra mundial sencillamente porque no hay rival militar para la OTAN, ni siquiera remotamente", manifestó a IPS Georgi Derluguian, profesor de la Universidad Northwestern, de Chicago.

Analistas rusos sostienen que el gobierno de Clinton se colocó en una situación en que todos los resultados posibles provocarían una pérdida neta del prestigio de Estados Unidos.

"A diferencia de Occidente, ahora Moscú está en una posición en que no puede perder nada", dijo Vyacheslav Nikonov, al frente de la Fundación Politika, un centro de investigación moscovita.

"El Kremlin condenó el uso de los ataques aéreos de la OTAN para ponerle fin a la crisis de Kosovo, de acuerdo al derecho internacional. Ahora el Kremlin sólo puede observar mientras la OTAN se empantana en el cenegal yugoslavo", agregó.

Los analistas concuerdan en que, dada la crisis económica, es probable que Moscú responda con gestos diplomáticos, e incluso militares, pero que se abstendrá de toda acción decisiva. (FIN/IPS/tra-en/sb/ak/aq/ip/99

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