YUGOSLAVIA: Fracasa tregua de Pascua propuesta por el Papa

El canciller del Vaticano, obispo Jean Louis Tauran, fracasó hoy en su intento de lograr una tregua del bombardeo de la OTAN contra Yugoslavia.

El rechazo a la propuesta fue anunciado por el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, cuando Tauran aún no había podido informar al papa Juan Pablo II sobre el resultado de su infructuosa visita relámpago de este jueves a Belgrado.

El canciller se reunió inmediatamente de llegar a Roma con el papa y el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Angelo Sodano, para dar cuenta de su misión.

El obispo Tauran, un diplomático de carrera de 55 años, entregó este jueves un mensaje personal del Papa al presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, similar al que le envió a Clinton y al secretario general de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), el español Javier Solana.

Juan Pablo II pidió en su carta la suspensión de todas las acciones militares en la semana que va de la celebración de la Pascua católica a la ortodoxa, del 4 al 11 de abril, que sería "un gesto de gran humanidad", informó Tauran en Belgrado.

La tregua, precisó, debería permitir a las organizaciones humanitarias volver a Kosovo, provincia separatista de Servia, para realizar el trabajo urgente e indispensable que se requiere y para poder reanudar las negociaciones de paz.

Milosevic dijo que "apreciaba los esfuerzos del Vaticano para hacer cesar la agresión criminal de la OTAN" y se declaró convencido de que "las fuerzas que luchan por la paz, la verdad y la justicia, se impondrán".

El jefe de la iglesia ortodoxa serbia, el patriarca Pavle, suscribió la iniciativa de Juan Pablo II "en favor del término definitivo de los ataques de la OTAN".

La OTAN, por su parte, insistió en que el presidente yugoslavo debe poner fin a la ofensiva militar en Kosovo antes de tomar en consideración alguna propuesta de tregua.

La OTAN "está a favor todo intento de mediación que pueda inducir a Milosevic a detener la violencia en Kosovo".

Uno de los portavoces de la OTAN, Jamie Shea, dijo en Bruselas que "apoya el esfuerzo del Vaticano, pero no se podrán interrumpir los ataques hasta que el presidente yugoslavo no ponga fin a la ofensiva en la región".

"Si Milosevic acepta la mediación del Vaticano y por lo tanto la tregua, debe anunciarlo e inmediatamente detener la violencia, en caso contrario, los ataques de la OTAN continuarán", afirmó.

Por su parte, el Programa Mundial de la Alimentos (PAM), agencia de la Organización de las Naciones Unidas con sede en Roma, advirtió que la población que aún permanece en Kosovo puede morir de hambre, ya que sólo quedan alimentos para unos diez o quince días.

El PAM dispone por el momento de 34.000 toneladas de alimentos en la zona, pero puede distribuirlos sólo a los refugiados que lograron salir de Yugoslavia, debido a que no se han podido implementar vuelos humanitarios a Kosovo hasta el momento.

Los habitantes de Kosovo sumaban un año atrás dos millones, de los cuales 90 por ciento son de origen albanés, pero en la actualidad quedan residiendo menos de 1.300.000.

Se calcula que unos 550.000 kosovares huyeron de su tierra, de los cuales más de 130.000 lo hicieron en los últimos siete días, informó la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El PAM debió cerrar sus oficinas en Kosovo, como todos los otros organismos humanitarios, después del anuncio de los ataques de la OTAN contra Yugoslavia.

La agencia mantiene dos centros de distribución de alimentos en la región, uno en la ciudad de Bar, en Montenegro, y otro en Durazzo, Albania.

Por otra parte, un centenar de parlamentarios italianos de centro izquierda firmaron este jueves un llamamiento en favor de una tregua en Kosovo.

"Nosotros pedimos una tregua para la pascua católica y la ortodoxa, y estamos seguros de interpretar un sentimiento difundido en todo el país", dijeron los legisladores.

El Papa inició, luego de conocer el rechazo de la propuesta de tregua, la celebración de una de las Pascuas más triste de su pontificado, con la misa de la consagración, rito religioso que antecede las celebraciones, en que se bendicen los aceites sagrados usados en la administración de los sacramentos.

Los italianos, entre tanto, aparentemente sin mayores preocupaciones por lo que sucede cerca de su país, aprovecharán estos días para salir fuera de las ciudades.

Sesenta por ciento pasará el fin de semana fuera de sus casas y unos 22 millones de automóviles circularán por las carreteras del país, inidca un estudio al respecto. (FIN/IPS/jp/dm/ip/99)

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