SIERRA LEONA: Líder rebelde enviado a Togo para negociar la paz

El líder rebelde de Sierra Leona Foday Sankoh, quien se encontraba detenido y condenado a muerte, fue enviado por el gobierno a Togo para mantener conversaciones con los comandantes insurgentes con el objetivo de ponerle fin a la guerra civil que padece este país desde hace ocho años.

Sankoh, detenido hace dos años en Nigeria, fue condenado a muerte en 1998 luego de que un tribunal superior lo hallara culpable de traición.

El líder insurgente partió el domingo del aeropuerto de Freetown en un avión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en medio de rigurosas medidas de seguridad del gobierno de Sierra Leona y observadores militares internacionales.

Los dirigentes rebeldes habían exigido que para alcanzar una paz significativa y duradera primero debían mantener "consultas internas" con su líder en un "territorio neutral".

Entre los dirigentes se encuentra el comandante general Sam Bockarie, del Frente Revolucionario Unido (RUF), y el ex líder de la dictadura militar, comandante Johnny Paul Koroma.

El gobierno accedió a las exigencias de los rebeldes, luego de ser presionado por países donantes y de sufrir grandes derrotas militares, incluso una breve invasión de Freetown en enero, lo que lo obligó a violar la Constitución.

Según el derecho de este país, un preso convicto no puede mantener reuniones clandestinas con movimientos armados ilegales. Tampoco puede ser trasladado de la cárcel o enviado al exterior.

"Hacemos todo esto para que la paz reine en nuestro país azotado por la guerra", declaró el fiscal general y ministro de Justicia Solomon Berewa.

Los obstáculos legales fueron removidos y el Tribunal de Apelaciones de Freetown otorgó la semana pasada a Sankoh, quien fuera extraditado desde Nigeria el año pasado, un indulto temporal para permitirle viajar a Togo.

El Consejo de Seguridad de la ONU, que había prohibido viajar a todos los funcionarios de la dictadura, también levantó su prohibición para permitirles participar en las negociaciones.

Se espera que las reuniones de Togo duren una semana y entre los principales asuntos a discutir por los dirigentes rebeldes está el plan de paz propuesto por los insurgente y la posibilidad de compartir el poder con Freetown.

Antes de partir, Sankoh manifestó su optimismo sobre las perspectivas de paz. "Nosotros (el RUF) estamos comprometidos con la paz y creemos que el país y su pueblo sufrieron tanto que la paz debe tener una oportunidad", declaró.

Si todo marcha bien, Sankoh agregó que transformará su movimiento guerrillero en un partido político y que disputará las elecciones en el 2001.

Por su parte, el gobierno del presidente Tejan Ahmed Kabbah prometió conceder una amnistía al líder rebelde y al resto de la insurgencia, si cesan sus hostilidades y aceptan la paz.

Diplomáticos y personalidades de Sierra Leona aprobaron la decisión de enviar a Sankoh a Togo. "Es un paso en la dirección adecuada. Hacemos todo lo que podemos para que termine este conflicto", señaló un funcionario europeo.

Un representante de Africa occidental expresó una opinión similar. "Sierra Leona padece inestabilidad económica y política y parece no haber vencedores en el frente militar. Creo que la crisis debe terminar en torno a la mesa de negociaciones", opinó.

La guerra civil se desató en 1991, cobró más de 30.000 vidas y desplazó a 25 por ciento de los 4,5 millones de habitantes, según organismos humanitarios que operan en este país. (FIN/IPS/tra-en/lf/mn/aq/ip/99

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