El presidente de Zambia, Frederick Chiluba, mediador en el conflicto de la República Democrática del Congo (RDC), fue acusado de apoyar a los rebeldes congoleños que intentan derrocar al presidente Laurent-Désiré Kabila.
La rebelión estalló en la RDC el 2 de agosto de 1998 pasado, cuando Kabila ordenó la retirada de las tropas y los instructores militares de Ruanda que aún quedaban en el país, que antes habían colaborado con su gobierno para derrocar al ex dictador Mobutu Sese Seko, en mayo de 1997.
Ahora los congoleños están furiosos con Chiluba por su sugerencia de invitar a los líderes rebeldes a participar en las conversaciones de paz con el gobierno.
Chiluba dijo, al visitar Kinshasa la semana pasada, que "la paz es prioritaria. Por eso tenemos que conseguir un cese del fuego lo más pronto posible", declaró.
El embajador de Zimbabwe en la RDC, Kikaya Bin Karubi, afirmó a su vez que el presidente de Zambia era "un pájaro de mal agüero".
"Zambia no está de nuestro lado y, por lo tanto, no debería ser mediadora en este conflicto", declaró.
El embajador acusó a Chiluba de no actuar como corresponde a un mediador. "Nosotros depositamos nuestra fe en él, pero lamentablemente no parece estar a la altura de la tarea encomendada", agregó Kikaya.
Immediatamente después de los comentarios de Kikaya, la televisión y la radio nacionales se dedicaron a transmitir las opiniones sobre la visita de Chiluba de personas entrevistadas en las calles de la capital.
"El presidente Chiluba juega un juego complicado. Es nuestro enemigo. Si realmente fuera mediador en este conflicto dejaría de provocarnos", opinó uno de los entrevistados.
Chiluba intentó organizar un encuentro entre las principales partes del conflicto en los últimos meses, pero Kabila se negó a mantener una reunión con los rebeldes.
Kabila afirma que su país fue atacado por Burundi, Ruanda y Uganda, que apoyan a los rebeldes, y que la discusión sobre el cese del fuego debería involucrar sólo a esos tres países.
El gobierno congoleño instó a los residentes de Kinshasa, hace alrededor de un mes, a ofrecer una cálida bienvenida al presidente Chiluba, ya que éste traía "un mensaje importante".
Sin embargo, poco después de su arribo a la capital, la semana pasada, Chiluba dijo que no tenía ningún mensaje para transmitir, y que había ido a esa ciudad para discutir con Kabila sobre las posibilidades de declarar un cese del fuego.
Zambia también fue acusada de permitir que los soldados de Ruanda instalaran en ese país su centro de operaciones contra la RDC y de proveer armas a los rebeldes de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola, que luchan contra el gobierno del presidente José Eduardo Dos Santos, aliado militar de Kabila.
Angola, Chad, Namibia y Zimbabwe están militarmente involucradas en el conflicto de la RDC, y apoyan a Kabila.
"Zambia provoca la guerra porque colabora en la desestabilización de Angola, que es aliada de la RDC contra Ruanda y Uganda", dijo Le Palmarès, un periódico de Kinshasa.
Chiluba, sin embargo, desmintió la denuncia de que había tropas de Ruanda en Zambia.
"Si hubiera soldados ruandeses en Zambia se lo habría dicho enseguida al presidente Kabila, porque nuestro país jamás será usado como centro de operaciones contra otra nación vecina y amiga", se defendió Chiluba al llegar a Kinshasa.
Otros observadores fueron más moderados que Kikaya.
"Hasta ahora, Chiluba fue correcto. No se puede negociar sin incluir a los rebeldes, que son actores principales en la crisis que está destruyendo a nuestro país", señaló Charles Mwanza, presidente del Partido Liberal Unido por la Seguridad Pública.
Alphonse Lupumba Kamanda, un investigador de Kinshasa, estuvo de acuerdo. "Es triste ver que el gobierno congoleño gasta su tiempo en hacer comentarios desagradables sobre Chiluba", afirmó.
El presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, fue criticado hace varios meses por los funcionarios del gobierno y la prensa de Kinshasa por sugerir la inclusión de los rebeldes en las conversaciones de paz. (FIN/IPS/tra-en/bm/nrn/sz/mn/ceb-dg/ip/99