Estudiantes peruanos lanzaron hoy una movilización de protesta al cumplirse siete años de la disolución por la fuerza del parlamento, una decisión tomada por el presidente Alberto Fujimori para eliminar el escollo de una mayoría opositora.
La movilización se realizó en Lima y en otras capitales de departamentos, convocada por un Comité Cívico Patriótico Juvenil de estudiantes universitarios y de secundaria para repudiar el llamado "autogolpe" del 5 de abril de 1992 y oponerse a la reelección de Fujimori en los comicios del año próximo.
Mientras, el periodista y probable candidato presidencial Cesar Hildebrandt propuso someter a Fujimori a juicio político al finalizar su mandato y no cuente con mayoría parlamentaria.
La propuesta de juicio político a Fujimori ya había sido sugerida por varias figuras opositoras, pero por primera vez se presenta como una bandera política preelectoral.
Algunos analistas, como el sociólogo Flavio Solorzano, creen que Hildebrandt promoverá en primer lugar su candidatura al parlamento, para convertirla oportunamente en presidencial, con la bandera del juicio político a Fujimori y el respaldo del movimiento juvenil, a cuyos dirigentes se ha aproximado personalmente.
"Fujimori no solo violó la Constitución el 5 de abril de 1992", sin que "después ha construido un gobierno autocrático y violador de los derechos humanos", dijo Hildebrandt, que anunció su oposición frontal a todo acuerdo político que garantice inmunidad al actual presidente una vez concluido su mandato.
Fujimori tropieza con la cláusula constitucional que le prohibe aspirar a un tercer periodo de gobierno consecutivo. Su imagen pública parece repuntar levemente después de una fuerte caída en 1998 y 42,5 por ciento de los participantes en la última encuesta aprobaron su gobierno.
También se incrementó la intención de voto por la reelección de Fujimori, y es ahora de 19,5 por ciento. Ese resultado parece indicar que ni la mitad de quienes aprueban su gestión votarían por él para tercer mandato impedido por la Constitución.
La decisión de Fujimori de clausurar el Poder Legislativo con apoyo del Ejército tuvo la aprobación de 84 por ciento de las personas encuestadas en aquel momento.
Esa alta proporción de respaldo al "autogolpe" se explica por el desprestigio en que los partidos tradicionales habían caído en 1992, cuando se produjeron los hechos.
Las últimas encuestas indican el desprestigio persiste, pues ninguno de los partidos tradicionales logra el apoyo de cinco por ciento de los electores.
Pero también Fujimori se ha desgastado en nueve años de administracion, como consecuencia de la recesión de la economía, sometida a un duro programa de reajuste primero y luego a un conjunto de reformas de mercado.
La opinión pública no parece conceder gran atención a las denuncias de los líideres opositores de violaciones de derechos humanos, pero manifiesta malestar ante los problemas económicos y el creciente desempleo.
En cambio, en el área internacional, Fujimori enfrenta una difícil situación en el campo de los derechos básicos y en los próximas semanas, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José de Costa Rica, revisará un paquete de acusaciones en su contra.
La oposición abrió la semana antepasada un nuevo frente de lucha: las denuncias de corrupción contra altos funcionarios, que han encontrado eco en algunas figuras del propio régimen, como el Ministro de Trabajo, Jorge Mufarech.
Hildebrandt explicó que el presunto encubrimiento de casos de corrupción será también materia de su propuesta de enjuiciamiento de Fujimori.
Al respecto, dijo que pedirá la investigación de casos de enriquecimiento ilícitos en la compra de papeles de la deuda externa y en la adquisición de armas, así como de los presuntos gastos secretos de la Presidencia para impulsar la reelección.
Hildrebrandt, conductor hasta diciembre de un programa político opositor, es considerado el periodista de mayor influencia en este país. Anunció que se postulará al parlamento, aunque dijo que no tiene interés en aspirar a la presidencia.
Pero algunos analistas consideran que "Hildebrandt está poniéndose en línea de carrera para competir por la Presidencia", y mantiene contactos políticos, evitando a los partidos tradicionales.
Esos comentaristas creen que el periodista se presentará finalmente como candidato independiente a la presidencia, y qie parece interesado en ganarse el respaldo del movimiento juvenil opositor. (FIN/IPS/al/ff/ip/99