Honduras enfrentará en los próximos dos años un difícil panorama en materia de seguridad alimentaria, debido a los daños causados por el huracán Mitch, que dejó pérdidas por 881 millones de dólares en materia de producción y productividad agrícola, según un informe de la FAO.
El documento de la FAO ((Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) sostiene que se perdieron numerosas tierras agrícolas a causa del desbordamiento de los ríos, que alcanzaron niveles sin precedentes.
La torrenciales lluvias provocaron numerosos deslizamientos de tierras que ocasionaron graves daños en carreteras y puentes, en zonas rurales donde los pequeños agricultores quedaron prácticamente incomunicados y se vieron impedidos de sacar sus cosechas y abastecerse de víveres.
Expertos de la FAO efectuaron, junto con miembros del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, un recorrido para evaluar los daños, pero sus estimaciones siguen siendo reservadas, pues a seis meses de la tragedia aún es difícil acceder a muchas zonas.
El representante de la FAO en Tegucigalpa, Emiliano Alarcón, dijo que se estima que las pérdidas de las cosechas de cereales y frijoles suman unas 262.000 toneladas métricas, a lo que se suman 40 por ciento en banano y plátano.
Por este motivo, se requieren importaciones de 570.000 toneladas de cereales y frijoles durante los próximo cinco meses.
Si bien las pérdidas en materia de granos básicos son sustanciales, "tenemos previsto cualquier emergencia alimentaria (…) aunque debemos aceptar que estamos con las reservas casi bajo cero", comentó el ministro de Agricultura, Guillermo Alvarado.
De maíz, el principal alimento, se necesita cerca de 236.000 toneladas, en tanto se requieren 40.000 toneladas de frijoles y arroz, los otros dos rubros que conforman la canasta básica de alimentos en Honduras.
La ayuda recibida hasta este momento representa 85.000 toneladas métricas, pero el déficit sigue siendo alto y la preocupación del gobierno se centra en las zonas de cultivo de granos básicos que fueron arrasadas por el huracán Mitch.
"El huracán aquí nos agarró desprevenidos", dijo a IPS Filomena Chávez, una campesina de la aldea La Montaña, en el sureño departamento de Valle donde se produce granos básicos y frutas.
El camino de acceso a La Montaña se encuentra en muy malas condiciones. A los lados se observan calles agrietadas y hasta una laguna natural que formó el huracán en una zona donde nunca existió un río ni quebrada.
El fantasma del huracán Mitch sigue presente y durante la Semana Santa católica los habitantes pidieron paz y prosperidad.
Según el estudio de la FAO, la zona sur y atlántica fueron las más dañadas en materia agrícola y pecuaria. También resultó muy afectado el nororiental departamento de Olancho, principal abastecedor de granos para consumo interno.
En este último departamento, el Programa Mundial de Alimentos tuvo que distribuir alimentos en helicóptero a principios de este año, debido a la hambruna que se presentaba en pueblos como Esquipulas del Norte, al que aún hoy no se puede acceder por tierra debido al mal estado de las carreteras.
"Muchos de los caminos que llevan a las zonas rurales remotas han desaparecido y probablemente serán los últimos en ser reconstruidos. Esto afecta a la movilidad, aumenta el costo del transporte y en consecuencia reduce de manera directa e indirecta los ingresos de la población pobre", dice el informe de la FAO.
En este sentido, el representante de la FAO en Tegucigalpa anunció que han elaborado una propuesta de 11 proyectos por un monto de 8,5 millones de dólares destinados a apoyar al gobierno en la coordinación de ayuda urgente al sector agrícola.
Con esto se pretende recuperar la capacidad de producción de cereales básicos de los pequeños agricultores y la producción del ganado lechero, así como la producción de plátanos en el valle de Sula y la Mosquitia, ambos en el litoral atlántico.
En Honduras, existen dos temporadas agrícolas. La primera comienza en abril-mayo, y termina en junio-julio, en tanto la segunda, se inicia en agosto-septiembre y concluye en octubre- noviembre.
En esta última fase se encontraba el país en 1998 cuando apareció el huracán Mitch, que causó pérdidas de 200.000 toneladas métricas de maíz, lo que equivale al 30 por ciento de la producción normal en un año.
También se perdieron 7.800 toneladas de arroz, 35.000 de frijoles, 19.000 de sorgo y unas 200.000 de plátanos y bananos. Se estima que la recuperación de estos dos últimos rubros, pilares de exportación del país, demandará dos año. (FIN/IPS/tm/ag/dv/99