DERECHOS HUMANOS: Comisión de ONU condena atrocidades en Kosovo

La Comisión de Derechos Humanos de la ONU aprobó una resolución de "enérgica condena" del gobierno de Yugoslavia por actos sistemáticos y generalizados de depuración étnica contra la población de Kosovo de ascendencia albanesa.

La resolución reclamó el alto inmediato de todas las acciones represivas emprendidas en Kosovo por Serbia (que conforma con Montenegro la República Federal de Yugoslavia), "que han conducido a la ulterior limpieza étnica" en esa provincia.

La Comisión, integrada por 53 estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aseguró que contra los kosovares se perpetran masivas violaciones de los derechos humanos y del derecho humanitario internacional.

Los episodios denunciados por la Comisión incluyen ejecuciones sumarias, éxodos masivos forzados, destrucción de documentos de identidad personal, de registros, casas y propiedades, como también de la capacidad agrícola de Kosovo.

El texto aprobado, de extrema dureza con los dirigentes serbios, omitió toda mención a los bombardeos que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lanza desde el 24 de marzo contra Yugoslavia.

La Federación Rusa, única representación que se opuso a la condena, denunció que esa ausencia de referencias a "la agresión de la OTAN contra un estado soberano" otorga un caracter unilateral al texto aprobado.

La sorpresiva declaración de la semana pasada del secretario general de la ONU, Kofi Annan, con la cual alineó el foro mundial a la OTAN, incluyó una alusión a los bombardeos aéreos sobre el territorio de Yugoslavia.

Annan demandó a las autoridades yugoslavas el acatamiento de cinco puntos que coinciden con los reclamos de la OTAN. El plan del secretario general de la ONU contempla el cese de la campaña militar de la alianza atlántica una vez que Belgrado acepte las exigencias presentadas.

En cambio, la resolución de la Comisión de Derechos Humanos tiene una sola alusión al enfoque internacional del conflicto, en el párrafo que demanda a las autoridades serbias que firmen y apliquen de inmediato el Acuerdo de Rambouillet.

En la localidad francesa de Rambouillet se suscribió en marzo pasado un tratado que, entre otras cláusulas, contempla el despliegue de tropas de la OTAN en Kosovo para garantizar la paz y devuelve a esa provincia de Serbia la autonomía que perdió en 1989.

El Acuerdo de Rambouillet fue firmado por representantes de las potencias occidentales y por delegados de la comunidad kosovar enfrentados al régimen de Belgrado. Las autoridades serbias se negaron hasta ahora a suscribir el documento.

El proyecto de resolución había sido presentado a la Comisión de Derechos Humanos por la representación de Pakistán, basado en una iniciativa de la Organización de la Conferencia Islámica.

La gran mayoría de la población de Kosovo, perteneciente a la etnia albanesa, profesa la religión musulmana. En contraste, la minoría de origen serbio abraza el credo cristiano ortodoxo.

La votación del proyecto arrojó 44 votos favorables, uno en contra (Rusia) y seis abstenciones, que correspondieron a la República Democrática de Congo, Cuba, China, India, Nepal y Sudáfrica. Estuvieron ausentes de la sesión los representantes de Liberia y Níger.

El texto del proyecto original sufrió modificaciones en la versión aprobada. La referencia al "genocidio" de los kosovares fue suprimida.

La resolución definitiva también excluyó los nombres del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, y del coronel Arkan, seudónimo de un militar serbio a quien se atribuye el liderazgo de fuerzas paramilitares que encabezan la represión en Kosovo.

La Comisión de Derechos Humanos exigió la retirada inmediata y total de Kosovo del ejército yugoslavo y de las fuerzas militares y paramilitares serbias.

La declaración pidió a la comunidad internacional y al Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia que juzgue a los responsables de los crímenes de guerra y de los delitos contra la humanidad en Kosovo, en particular por los actos de depuración étnica.

La Comisión, el máximo organismo de derechos humanos de la ONU, adoptó la decisión sin aguardar el resultado de una investigación encomendada por la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Mary Robinson, sobre atrocidades en Kosovo.

El portavoz de la oficina de la Alta Comisionada, José Luis Díaz, anunció que el próximo viernes Robinson presentará las conclusiones de la investigación a la Comisión de Derechos Humanos. (FIN/IPS/pc/ff/hd/99

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