El ejército de Colombia responsabilizó a las insurgentes FARC de dos atentados contra destacamentos militares en esta capital, que dejaron ocho heridos, entre ellos tres niños.
El general Euclides Sánchez, comandante de la quinta división del ejército, dijo que siguen la pista de varios miembros de las milicias urbanas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor fuerza guerrillera del país, que principalmente se mueven en los cerros vigías de Bogotá.
En los atentados resultaron ocho heridos, entre ellos tres niños, y se registraron daños materiales en viviendas y batallones militares.
Un técnico del Cuerpo Antiexplosivos del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, inteligencia policial), dijo a IPS que en el primer atentado, varios guerrilleros intentaron atacar la Escuela Militar de Cadetes con un potente explosivo, camufladas en cilindros de gas.
El técnico informó que "por una falla en los propulsores" parte de la carga explosiva detonó dentro de un vehículo antes de lo previsto por los atacantes, causando gran conmoción en la zona denominada Jorge Eliécer Gaitán, un sector residencial de clase media en el norte de Bogotá.
El segundo blanco fue la Escuela de Artillería del ejército, en el sudeste de la capital, donde explotaron dos cargas transportadas también en cilindros de gas, una a 500 metros de la sede militar y otra frente a una vivienda del barrio marginal Portal II.
Miembros de las divisiones antiexplosivos del DAS y del ejército fueron los encargados de desactivar las cargas que no estallaron.
El general Sánchez dijo que con estas acciones "la guerrilla está demostrando que su nuevo blanco es la población civil" y llamó a la población a anunciar sobre la presencia de vehículos extraños y agregó que los terroristas básicamente buscan «medir la capacidad de reacción de las autoridades».
El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, dijo que en la ciudad no se tomarán medidas especiales, porque los cuerpos encargados de la seguridad pública son eficientes y además "realmente es imposible controlar a los fanáticos que atacan sin aviso".
Los batallones militares atacados son centros de operación y formación de oficiales y suboficiales del ejército, y reciben gran parte de los jóvenes bachilleres que cada año prestan servicio militar obligatorio.
Los atentados tuvieron lugar cuatro días antes de la reanudación de las negociaciones de paz entre el gobierno y las FARC, prevista para el día 20 en el sur del país. (FIN/IPS/mjll/ag/ip/99
