El fallo emitido el miércoles por la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra el régimen de cuotas de la Unión Europea (UE) para la importación de banano generó reacciones encontradas entre los países productores de América Latina.
Estados Unidos, cuyas compañías comercializadoras también se sienten afectadas por la disposición, demandó en diciembre a la UE ante la OMC por no acatar un fallo emitido a finales de 1997 que la obligaba a suspender su antiguo régimen de cuotas a la importación de la fruta.
En represalias, Washington aumentó los aranceles que deben pagar para ingresar a Estados Unidos centenares de productos europeos.
Cinco países productores de América Latina (Ecuador, Guatemala, Honduras, México y Panamá), los más perjudicados por la UE, respaldaron la posición estadounidense.
Sin embargo, el fallo del miércoles dejó puntos oscuros en torno a la protección de los intereses de esos cinco países, así como de otros que, como Costa Rica y Colombia, habían resultado beneficiados con el sistema de cuotas. En cambio, contempló en el fono las demandas de Estados Unidos.
El panel de la OMC estableció que las pérdidas sufridas por Estados Unidos en el período en que la UE desacató el fallo de 1997 fueron de 191 millones de dólares, y no de 520 millones como aducía Washington.
Exceptuando a Ecuador, que podrá negociar directamente con la UE, no emitió evaluación alguna respecto a las pérdidas sufridas por los estados productores latinoamericanos.
El ministro de Comercio e Industrias de Panamá, Raúl Hernández, estimó el jueves que su país fue perjudicado en 1.000 millones de dólares a lo largo de los seis años en que la UE aplicó su sistema de cuotas.
Desde 1993, Panamá redujo sus ventas hacia Europa en más de 20 por ciento con respecto a los alrededor de 30 millones de cajas de banano de 18,40 kilogramos que colocaba en esa área, sobre todo en Alemania.
Hasta ahora, la UE reservaba a América Latina un cupo de 2,5 millones de toneladas de banano al año, que podía ingresar a ese mercado pagando el mismo arancel de 82,5 dólares por tonelada que abonan las ex colonias y provincias de ultramar europeas, beneficiadas con una protección especial.
Pasado ese total, el arancel aumenta alrededor de 170 por ciento, haciendo inviable la penetración de bananos latinoamercianos en Europa.
La práctica discriminatoria de la UE no se detuvo en ese aspecto, al establecerse cuotas entre los países exportadores que fueron consideradas injustas por parte del grupo de naciones productoras que secundaron a Estados Unidos en su demanda ante la OMC.
Costa Rica y Colombia, primer y tercer exportador mundial de banano respectivamente, recibieron 48,64 por ciento de la cuota asignada por la UE, mientras los otros ocho países productores de la región, entre ellos Ecuador y Panamá, segundo y cuarto exportador mundial de banano, obtuvieron el restante 51,36.
Hasta 1993 Ecuador ostentaba el primer lugar entre los países exportadores, pero la reducción de su cuota, combinada con desastres naturales y plagas que afectaron sus bananales, lo relegaron a su actual segundo puesto.
Hernández dijo que la decisión del miércoles "supone un triunfo para el sistema multilateral y para los que, como Panamá, han creído firmemente en la capacidad de los organismos para solucionar los conflictos comerciales entre los estados miembros de la OMC".
"Al fin y al cabo, si estamos hablando de que todos formamos parte de la OMC, las reglas del juego deben ser iguales para todos", agregó.
El júbilo del funcionario panameño contrastó con la declaración dada a conocer por la viceministra de Comercio Exterior de Costa Rica, Anabelle González.
González dijo que su país "se encuentra a la expectativa" sobre los alcances de la decisión de la OMC para los países exportadores.
En caso de que la UE modifique su régimen bananero de la UE y afecte la cuota de 25,62 por ciento otorgada a Costa Rica en enero de este año, "el Ministerio de Comercio Exterior luchará para defender los intereses de los exportadores nacionales", advirtió.
Por el lado de la UE, los vientos que soplan no aparentan ser muy afines a los intereses de los productores de América Latina que se sienten afectados por la política bananera del bloque.
Leon Brittan, vicepresidente y comisario de Comercio de la Comisión Europea, advirtió que el órgano ejecutivo de la UE se reserva el derecho de apelación al nuevo fallo de la OMC. (FIN/IPS/sh/dg/if/99