/BOLETIN-AMBIENTE/ MEXICO: Nueva amenaza para la ballena gris

Un proyecto de producción masiva de sal se agrega a las amenazas a la supervivencia de las miles de ballenas grises que cada año llegan a las tibias aguas del Pacífico mexicano para reproducirse.

En uno de los espectáculos silvestres más impresionantes del mundo, esos mamíferos marinos arriban anualmente hasta las lagunas de San Ignacio y Ojo de Liebre procedentes de las frías aguas de Alaska.

Unas 54.000 hectáreas de la superficie que bordea a la laguna de San Ignacio, en el estado noroccidental de Baja California Sur, podrían ser explotadas por la empresa mexicano-japonesa Exportadora de Sal (ESSA).

El proyecto, que data de 1994, prevé la succión de 1,5 millones de metros cúbicos al año de agua de la laguna de San Ignacio, que en 1993 fuera declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

El líquido extraído sería trasladado para su evaporación a extensas superficies hipersalinas en donde son cristalizadas cada año siete millones de toneladas de sal.

ESSA ofrece crear 200 empleos y el desarrollo de la infraestructura y los servicios en la región. Este mes deberá entregar a las autoridades ambientales ee México un estudio de impacto ecológico del proyecto.

El Instituto Nacional de Ecología (INE) reportó en marzo la muerte de 52 ballenas grises en los mares mexicanos cuando los mamíferos marinos comenzaban su retorno al Artico.

Las autoridades, que calcularon en 20.000 el número de ballenas que llegaron este año a aguas del paí, habían previsto la muerte de unos 540 cetáceos para esta temporada.

La ballena gris y siete especies más de un total de 11 que integran la familia de los cetáceos se distribuyen cada período invernal en los mares mexicanos.

Organismos ecologistas como Greenpeace y el Grupo de los Cien demandaron penalmente a ESSA por verter salmuera tóxica al complejo lagunar bajocaliforniano, ocasionando la muerte de especies en peligro de extinción como la tortuga marina prieta y otros peces y moluscos.

Las salmueras tóxicas o amargas son un desecho generado durante el proceso de producción de sal por evaporación de agua de mar y contienen altas concentraciones de potasio, magnesio, cloro y hasta de metales pesados como plomo, arsénico, mercurio y magnesio, explicaron los grupos ambientalistas.

Greenpeace denunció además a las autoridades ambientales mexicanas por "negarse a estudiar las causas de fondo" de la alta mortandad de mamíferos marinos en las costas nacionales, la más elevada del mundo.

Pese a que han trancurrido 70 años desde la firma de la Convención Ballenera Internacional, las actividades del hombre y la degradación del hábitat siguen siendo la peor amenaza para la vida del cetáceo.

la ballena gris fue casi exterminada a principios de este siglo por balleneros estadunidenses y europeos en el complejo lagunero de Bahía Magdalena, primero, y en San Ignacio y Ojo de Liebre, después.

Hasta la década de los 30, permaneció en San Ignacio un campamento donde compañías balleneras extranjeras trasladaban a los mamíferos muertos para extraerles el aceite.

Grupos ecologistas y pobladores de esa localidad han advertido que de concretarse el proyecto de expansión de ESSA la presencia de ballenas disminuirá.

En 1995, el INE rechazó los planes de la empresa salinera por considerarlos incompatiblea con los objetivos estatales de conservación de la zona y uso del suelo.

Sin enmargo, ESSA, una de las más grandes salineras del mundo, obtuvo hace cinco años el premio nacional de exportación y, con el argumento de que sus actividades son altamente compatibles con el entorno, aspira a un certificado oficial que la acredite como industria limpia.

La empresa de coinversión entre el gobierno mexicano y la firma japonesa Mitsubishi da trabajo a unos 12.000 habitantes de la región desértica de Guerrero Negro y vende la mitad de su producción a Japón y el resto a Estados Unidos, Canadá, Corea, Taiwán y varios países de América Latina.

Estimando que en diez años más ESSA llegará al límite de su capacidad y que la demanda mundial de sal aumenta, la compañía se propone instalar una nueva planta.

Las zonas de Guerrero Negro y San Ignacio cuentan con suelos impermeables, sin lluvias, mucho sol y viento y una ubicación estratégica con acceso a los mercados internacionales. (FIN/IPS/pf/dg/if-en/99

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